ᴀᴛʀᴀᴘᴀᴅᴏ ᴇɴ ᴜɴ ʟᴀʀɢᴏ ᴠɪᴀᴊᴇ 《ᏢᎪᎡͲᎬ 1》

CAPÍTULO 58 - TANTA SUERTE

Cuando se acercó el momento de la competición de la Secta Jiuxu, Rong Yi decidió quedarse con Yin Tao durante unos días y cultivar adecuadamente.

Sin embargo, los demás tampoco estaban ociosos. Además de ayudar a Rong Yi y a los demás a preparar los artículos de la competición, también habían seguido a Rong Yi para cultivar y mejorar su propia fuerza.

Xiang Lv y Bu Qi descubrieron rápidamente que la Energía Espiritual en la Mansión Yin era bastante pura, y ayudaba en el cultivo. Entonces, se dieron cuenta de que había una Formación de Recogida de Espíritus en la Mansión Yin, pero era diferente a la Formación de Recogida de Espíritus que habían visto antes. No sólo podía eliminar las impurezas de la energía espiritual, sino que también tomaba la iniciativa de inyectar una Energía Espiritual a los cultivadores que estaban cultivando, aumentando efectivamente su velocidad de cultivo.

Xiang Lv y Bu Qi preguntaron a los sirvientes de la casa sobre la Formación de Recogida de Espíritus y descubrieron que había sido creada por su maestro.

Los dos se alegraron y se sintieron satisfechos, sobre todo Xiang Lv, que antes de venir aquí había preguntado por Rong Yi.

Todo el mundo decía que Rong Yi era un marica y que le gustaba seducir a los hombres, pero él había visto a Rong Yi, no era un marica, ni hacía nada para seducir a los hombres.

Xiang Lv confiaba más en sus ojos, y sabía que los rumores siempre se desviaban de la verdad, así que siguió su corazón y vino a ser su discípulo.

Ahora mismo, se alegraba mucho de no haber escuchado las tonterías de los demás. De lo contrario, habría perdido la oportunidad de aprender nuevas recetas de refinamiento y aprender Encantamientos.

En la mañana de la competición de la Secta Jiuxu, Rong Yi terminó su cultivo antes de que el cielo se hubiera iluminado completamente. Estiró su cuerpo y se giró para ver que Yin Tao que seguía meditando, levantó los labios y sonrió, se levantó suavemente y salió de la habitación, al ver que Yin Jinye estaba practicando la espada, inmediatamente saludó y preguntó: "Papi, hace unos días que no nos vemos, ¿me has echado de menos?".

Yin Jinye lo miró y siguió entrenando con la espada.

Xinghe, que estaba sentado en el techo, respondió: "Por supuesto que sí. Cada dos horas, el maestro dejaba el libro que tenía en la mano y se quedaba mirando tu habitación durante un rato. Al ver que no salías, seguía leyendo".

Tan pronto como terminó de hablar, un viento feroz se dirigió hacia él. La expresión de Xing He se volvió fría, esquivó ansiosamente y gritó a Yin Jinye: "Maestro, ¿es necesario ser tan despiadado? Si hubiera sido más lento esquivando, habría perdido la vida".

Yin Jinye lo miró fríamente, luego se giró y blandió su espada.

Rong Yi se rió y no tomó en serio las palabras de Xinghe. En ese momento, un fuerte ruido llegó desde la entrada del Patio Biluo.

Rong Su, que estaba en la puerta, bloqueó a los que entraban y dijo: "El Joven Maestro está en cultivo a puerta cerrada y no puede salir a recibir invitados".

"¿Nos tomas por tontos? El Pequeño Yi ni siquiera tenía una Raíz Espiritual, ¿cómo iba a cultivar? Quítate, queremos ver al Pequeño Yi. Tenemos algo que darle, no nos impidas el paso."

¿No es esa la voz de Qi Yueshi? Rong Yi sintió que se le ponía la piel de gallina por todo el cuerpo cuando escuchó esa tosca voz suya tratando de imitar la de una mujer.

Abrió la boca y dijo: "Ah Su, déjalos entrar".

Rong Su escuchó la voz de Rong Yi e inmediatamente los dejó pasar. Cuando Qi Yueshi y los demás llegaron al patio y vieron a Rong Yi, se burlaron: "Realmente nos mentiste que el Pequeño Yi estába en un entrenamiento a puerta cerrada. Te mereces una paliza". Qi Yueshi, Zhong Ziqiao, Tang Shangru y Zhu Xinyu golpearon las nalgas de Rong Su.