Retomar y Recordar

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2 días y llevaban la misma rutina; despertarse, darse una ducha si la noche anterior no lo hicieron, bajar a desayunar, ir a clases, almorzar, ir a clases cenar e irse a dormir.
Con tanto trabajo y tareas Astoria no pudo seguir con su idea de animar a Draco y tampoco quería llenar su cuarto de cartas, así que decidió que las enviaría en días intercalados, si hoy le alcanza el tiempo le enviaría otra.
Ella lo veía mejor, no por las cartas ya que había mandado una sola, pero se ve que estando con su amigo Theo le relajaba de cierta forma. Y no es que lo mire tanto... no, claro.
Tan solo faltaba terminar de cenar y otra vez volvería a su cuarto, se daría una ducha y a trabajar hasta que sea la hora de descansar.
Ya cambiada después de la ducha se dispone a hacer sus deberes, pero antes, lo que más le emociona; escribirle a Draco.
Buscó en su librito y escribió

Si estás en medio de un caos absoluto considérate afortunado, ya que aún en medio de la tormenta posees una inteligencia capaz de guiarte.
                                           Marco Aurelio

La guardó y mañana la llevaría con su lechuza para que se la entregue al rubio.
Ahora tocaba las tareas y luego a dormir.

Malfoy, por otro lado, sí se sentía mucho mejor, y fue todo gracias al moreno que inconscientemente lo ayudó a enderezarse un poco.
De lo único que estaba cansado ahora era por las clases y deberes, ya no escuchaba lo que decían los demás de él. Finalmente logró hacer oídos sordos y que de verdad le valga lo que digan.
E incluso casi se olvidaba de la carta... como no recibió más nada ya no lo tenía en cuenta.

No te rindas; DrastoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora