Detalles

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Pasó todo un día. Estaba muy feliz, Draco sonrió todo el día... o bueno, cuando ella lo miraba lo veía sonriente.
No cruzaron miradas en ningún momento, sin embargo, Draco sabía que ella había estado mirado y también la observó cuando cenaban, pero Astoria no se enteró.

Astoria ya estaba volviendo a su cuarto, doblando por un pasillo escuchó que la llamaban
- ¡Greengrass! -su hermana había decidido no volver así que era la única en el colegio, volteó a ver a Draco, reconocería su voz en dónde sea.
- Malfoy - saludo con la cabeza cortésmente.
- Draco, podés decirme Draco.
- Draco - repitió su saludo - ¿Qué necesitabas?
- Quiero invitarte a una sorpresa - Astoria quedó perpleja. ¿Una sorpresa? ¿invitar?
-¿Qué?
- Eso mismo. No voy a decirte que es, porque justamente, es sorpresa.
- Ah, pero ¿para qué?
- Ay Greengrass... es que...
- Astoria, llamame Astoria - interrumpió.
-Muy bien. Ay, Astoria... -a Tori le dió algo. Que bien sonaba su nombre al salir por esos labios... tan... lindos, el labio inferior era más grueso que el superior, y tenía como un piquito marcado ahí... los besaría... Esperá ¿Qué? NO. ¡Chau pensamientos que nadie sabe de donde salieron! - ...es que a vos no se te puede escapar nada, ¿no? Ok, te voy a contar solo esto; es en forma de agradecimiento. - Draco sonrió, por Merlin, que hermosa sonrisa... ASTORIA BASTA.
- No tenés porqué agradecerme. Esto lo hago por elección propia.
- Justamente. Fue tu elección gastar tu tiempo y tus elementos que en realidad son para las clases.
- Si pero...
- Dejame agradecerte - interrumpió agarrando su mano cariñosamente.
Astoria miró sus manos, a él y a sus manos otra vez.
- Está bien - su voz sonó temblorosa ¿QUÉ LE ESTABA PASANDO?
- Mañana es sábado, no hay clases. - Astoria hizo un gesto con obviedad y Draco río - Así que te espero en la puerta del Castillo.
- ¿A dónde iremos? ¿Hogsmade?
- Te dije que es una sorpresa. Eso sí no voy a contarte. Falta un día, ya vas a ver.
- Está bien, esperaré... - dijo fingiendo su conformidad.
- Nos vemos a las 12, en la entrada. - Y se alejó, no sin antes darle un beso a su mano que raramente siguió entrelazada con la de él el resto de la charla. Detalles que para Tori no pasaron desapercibidos.
Y siguió su camino hasta su cuarto a descansar... o intentar

No te rindas; DrastoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora