Zhan se dio la vuelta dirigiéndose al río, luchando con todas sus fuerzas por ignorar las majaderias del león que ya estaba grandecito para andarse con payasadas. Metiéndose en el agua fría lavo las manchas de arena y piedras que se habían pegado a su piel pálida después de su aventura acuática. Examinando buscó alguna herida o raspon, quizás si las había tenido, pero su proceso de sanación tan rápido ya se había hecho cargo.
Sintiendo el peso de una mirada, la liebre se dio la vuelta para descubrir al otro chico mirándolo, no era que la desnudez le causara algún problema, era algo bastante normal para los de su especie, pero la manera en que el chucho miraba su culo, realmente lo estaba molestando.
— ¿Se te perdió algo? — Pico Zhan dejándose llevar por su mal genio que comenzaba a burbujear.
El aludido levanto una ceja sin la más mínima timidez, luciendo una sonrisa de oreja a oreja, respondió. — ¡No!... En realidad lo que me preocupa es cuando de tu culo dejaste pegado en las piedras, porque te quedó muy poco.
Zhan sintió como la sangre viajaba directo a su cabeza, sintiéndose tan caliente que iba a explotar chillo como solo un conejo sabe hacerlo. Sin darle tiempo a Yibo de ponerse de pie salto sobre el con las pequeñas y filosas garras desanfunadas. Por suerte el león tenía sufícientes primos como para estar siempre preparado, rodando sobre el estómago logró esquivar el ataque inicial. Lástima que el conejito no se calmara, al contrario, se puso todavía más furioso, si es que eso era posible. Lanzándole contra Yibo nuevamente, logró clavarle los dientes en el hombro tirandolo de espaldas sobre la dura gravilla.
El león al principio se lo tomó a broma, pero al ver como las puntitas de las orejas de la liebre se comenzaban a formar a partir de las humanas, supo que su contrincante estaba a punto de llegar a transformación completa. Liberando su león, Yibo esquivo una segunda mordida, usando la fuerza de sus piernas largas y musculosas lanzo a la liebre varios metros haciéndolo caer al río.
Por fortuna el líquido frío pareció hacer entrar en razón a la liebre, que se puso de pie algo confundido mientras gruesas gotas de agua pegaban su cabello castaño a la cabeza, para luego recorrer perezosamente el cuerpo delgado. No queriendo ser tomado por sorpresa nuevamente, Yibo se lanzó contra Zhan, haciéndolo caer de espaldas al río. El conejo no sabía nadar, al tratar de pararse y no poder hacerlo, entró en pánico comenzó a tragar agua. Por puro instinto de conservación la liebre comenzó a patalear tratando de ponerse de pie, al parecer se estaba ahogando cuando sus piernas ya no tocaron el fondo.
Yibo se dio cuenta de que el juego podía traer consecuencias no deseadas, al ver como a Zhan se lo llevan la corriente, se lanzó a por el otro chico que se estaba hundiendo otra vez. Con cuidado de no ser atrapado en la histeria de Zhan, lo tomó por la espalda impidiendo que lo prensara causando que se aahogaran los dos.
Después de unos minutos logró sacarlos a ambos con daños menores, un par de rasguños y unos cuantos moretones como resultado.
— ¡Conejo estúpido! — Logró balbucear entre jadeos.— mantente alejado del agua, no te bañe si es posible. ¡Es la última maldita vez que caigo en agua fria por salvar tu pendejo pellejo!
Zhan tuvo un ataque de tos mientras vomitaba cuando menos un litro de agua. Apenas tuvo aire suficiente para hablar, logró responder. — ¡Vete a la mierda! — Poniéndose de pie por pura fuerza de voluntad invoco a su conejo continental y comenzó a caminar tambaleante, con la colita al viento, hasta perderse entre la maleza rumbo al bosque.
Yibo se paro sobre sus dos piernas, sin perder la salida dramática de la liebre, el chico era toda una reina deo drama, no le faltaban ni un solo requisito.— ¡Maldito conejo! — Fue lo último que dijo antes de caer en cuatro patas en su piel de león, siguiendo sigilosamente a la liebre cascarrabias.
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Cuando el León atrapo a su Conejo [YiZhan] +18
FantasyUn León y Un Conejo continental, ambos muy jóvenes. Por accidente acaban siendo arrastrados lejos del territorio de sus manadas. Ahora juntos comienzan un viaje para regresar a sus hogares. El León descubre que quiere a un Conejo para lamer y el con...