Capítulo 14➷

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Si un conejo pudiera sonreír, la mueca que tenía ese conejito en la cara era una clara muestrá de eso. Una vocecilla le decía que tenía que sentirse ofendido por ser llevando como si todavía fuera un cachorro, ser tomado  por la piel de la nuca por el hocico de su amante ni era algo como para sentirse orgulloso.

Zhan soporto ser llevado en el hocico por el chucho con la mayor dignidad que le fue posible, aunque el viaje lo estaba mareando en demasía. Su estómago comenzó a revolverse, la contracción que le avisaba que estaba a punto de perder lo poco de la cena que había logrado tragar, lo hizo chillar de un modo poco elegante.

Asustado Yibo puso sobre el manto de hojas del bosque a su pequeño tesoro. Los ojos amarillos de león no perdían detalle de la extraña manera en que el conejito se puso de pie sobre sus cuatro patitas, se veía igual que los humanos cuando bebían más licor de la cuenta. Levantando las orejas el enorme león comenzó a gruñirle a la muralla de árboles, estaba por volverse sobre sus pasos para patearle el culo al lobo por haberle hecho daño a su pareja. El conejo parecía enfermo.

— ¡Yyyyyy!—fue más un susurro que un chillido. Un aterrado león vio como su delicada pareja vomitaba mientras lloriqueaba avergonzado.

Yibo quería regresar a su forma humana, pero el león no se lo permitió. Ya los humanos habían hecho suficientes estupideces como para cederles terreno, de este asunto se encargaría el león. Estaba en su lucha interna cuando vio que el conejito dejo de estar enfermo, es más, después de todo el desastre que había hecho sobre el suelo, se veía mucho mejor.

El conejo se alejó de la suciedad, levantando su carita peluda miro tímidamente al león que sentado lo observaba con una seriedad que le erizo los pelos de la nuca.

— ¡Yyyyyy!—coqueteo el conejito tratando de cambiarle la expresión del enorme león que lo miraba bastante enfadado. Ni siquiera el reinado de la luna llena sobre el cielo y la excitación de ambos parecía borrarle esa mirada demasiada calculadora al chucho. Así que como toda liebre que se preciara de serlo, comenzó a ronronear mientras movía su cola de un modo bastante sugestivo. Resopló enfadado cuando vio que no podía hacer reaccionar al animal testarudo.

Cuando ya Zhan se estaba dando por vencido, el león decidió levantarse y caminar alrededor del conejito. Yibo se veía muy concentrado, así que el conejo continental decidió quedarse allí de pie, soportando el escrutinio como el malcriado que era. A la menor provocación le enseñaría en carne propia lo que el lobo había sentido cuando sus garras de liebre le habían traspasado la piel de la espalda. Que se anduviera con cuidado el pulgoso.

Zhan estaba incómodo, el león ahora le olfateaba la carita peluda, luego el cuello hasta bajar a su lomo y cuando comenzó a bajar más de lo decoroso, le dio un zarpazo para recordarle que había ciertas costumbres felinas con las que el no concordaba.

El león de inmediato dio marcha atrás, justo cuando Zhan penso que todo ese extraño asunto llegaba a su fin, el león comenzó a lamerlo como si se lo fuera a comer. Eso sí era ir demasiado lejos, bufando dejo salir el aire de sus pulmones, mostrándole los colmillos al león, le dejó claro que más le valía que se dejará de cosas raras.

Contrario a lo que Zhan pudo haberse imaginado, el león se veia emocionado, exultando. Comenzó a correr a su alrededor y a mover la cola mientras hacía ruiditos de gato feliz. El conejo estaba por convocar a su forma humana y pedir explicaciones, cuando las fauces del león lo tomaron por la piel de la nuca y se lo llevo sin hacer caso de sus chillidos. Después de un rato Zhan decidió darle una pausa a la lucha, si seguía en eso lo único que ganaría sería enfermarse de nuevo. Vomitar como un conejo envenenado no era muy sexy si querías que te dieran una buena revolcada bajo la luz de la luna.

Cuando el León atrapo a su Conejo [YiZhan] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora