Cuando el León atrapo a su Conejo [YiZhan] +18

Capítulo 10➷

La verdad golpeo a Lu como un mazo, cayendo de rodillas junto a su hermano, lo abrazo acunandolo en su pecho.—¿Que has hecho, hermanito? —fue más una protesta que una pregunta.

Tomando a su hermano de la mano, lo obligó a levantarse. En silencio lo regreso al cuarto.—le diré a mamá que estas resfriado y que no bajaras a cenar.—luego empujandolo suavemente lo hizo sentarse sobre la cama.— Te traeré algo liviano para que cenes, mientras estoy afuera ponte un pijama y acuestate. Yo cuidare de ti...todo estará bien, ya veras.—la sonrisa de la mujer conejo era amplia.—deja que tu querida hermana mayor se encargue de todo.

Zhan simplemente asintió, se sentía demasiado cansado, solo quería hacerse un puño y dormirse hasta que el dolor se su corazón pasará con la misma facilidad que los días se seguía uno al otro. Sabiendo que su hermana haría un gran  berrinche se lo encontraba todavía allí sentado sintiendo lastima de si mismo, se levantó para ir a buscar algo cómodo para dormir.

Una vez sobre sus dos piernas, tuvo que sostenerse del cabecero de la cama para no caer de cara al suelo, otro de esos malditos mareos que le llegaban en los momentos menos esperados. Tal vez todo se debía ser que no se había estado alimentado bien, al principio era cosa de estar demasiado deprimido para pasar bocado, luego era que la comida le sentaba mal por la mañana. Últimamente le daba miedo tomar alimentos, nunca sabía en que momento estos le enfermarian.

Sosteniéndose de la madera de la cama respiro profundo hasta que poco a poco la habitación dejó de girar. Sintiéndose más seguro de no caer, se dirigió al armario donde guardaba sus pantalones de algodón, las camisetas solo las usaba para dormir en el invierno, luego fue al baño a cambiarse. Cuando Lu regreso, Zhan estaba acostado de costado en la cama, abrigado con una manta de tela liviana que le llevaba justo bajo sus axilas.

— Te traje algo de sopa y pan para que cenes.—anuncio Lu poniendo la charola sobre la mesita de noche junto a la cama.

Zhan asistió sin levantar la vista para mirarla, seguía concentrado en algún punto entre los animalitos de peluche que había e  el mueble empotrado en la pared._Recierdl cuando lo único que me preocupaba era que iba a recibir en mi cumpleaños.—habló tan bajo que Lu tuvo que esforzarse para escucharlo.—Contaba los días para que por fin llegará la luna llena que marcaría el comienzo de mi vida como adulto.

Lu respiro profundo tratando de controlar sus emociones, acariciando el rebelde cabello pelinegro le trasmitió todo el amor que sentía por el pequeño cachorro. Zhan seguía hablando, más para si mismo que para que ella lo escuchará.—Odio ser un adulto, desearía ser de nuevo un cachorro pequeño que le roba galletas a mamá en la cocina...¿por que a mi?...todos encuentra a su pareja y forman una familia, yo lo encuentro y resulta que lo único que ganó es un maldito corazón roto...de todos con los que pude haber dejado que me fallaran, tenía que ser el, mi el...

La chica pestañas varias veces, dejó salir el aire que había retenido en los pulmones, la mano crispado entre el cabello pelinegro de Zhan, una vez que serio más dueña de si misma se atrevió a hablar.—Déjame ver tu hombro.

Sabiendo de antemano Zhan lo que ella quería saber, se volteo lentamente hasta saber el hombro que había quedado contra el colchón.

— ¡Demonios! —Maldijo Lu al ver lo que más temía encontrar. En la piel pálida de su hermano, en el lugar justo donde se unía el hombro con el cuello, estaba la marca de una mordida de emparejamiento. Donde los colmillos del macho se habían introducido en la tierra carne se habían formando unas cicatrices rosas acomodadas en media luna, que asemejaban gotitas  de agua dibujadas en relieve.—Tiene que ser un error.—balbuceo Lu, por primera vez en su vida no sabía muy bien que decir.