Celeste.

Capítulo 3

La tarde del sábado se pasó rápido,así como el domingo. Sólo maldecía a aquel tío por haberme metido en semejante lío.

Auque ,pensando friamente, no me venía tan mal. Quería pagarme mis estudios sin ayuda de nadie. Para que luego no me lo restregasen por la cara una y otra vez hasta es resto de mis días.

*           *         *

El lunes llegó frío y húmedo.

Me haría la enferma encantada de no ser que no tuviera el estúpido examen de física...estúpidos exámenes.

Sabía que me tenía que levantar. Pero preferí estar un rato al caliente ya que hoy no hay calefacción,bueno,nunca hay calefacción.

Ya estaba despierta desde hacìa una hora ,más o menos. Cosa inusual porque soy realmemte dormilona. Pensé que igual era cosa de los exámenes.

Me levanté , me quité la ropa y fui al baño. Puse el agua templada y me metí en la ducha. Cojí el champú y me empezé a lavar el pelo,tres veces. Cojí el acondicionador ,me lo apliqué en las puntas y ,mientras esperaba a que hiciese efecto,me lavé el cuerpo.

Se abrió la puerta.

-¡¿Qué haces?! -grité. Estaba de espaldas a la puerta pero conocía ese olor a alcohol.

-Está también es mi casa. Y si quiero entro y ya. ¡Para eso es mi puta casa!

-¡Fuera!

Sorprendentemente me hizó caso. Cerró la puerta mientras maldecía para sí mismo.

Me aclaré lo más rápido posible y salí de la ducha. Me sequé me puse la ropa ,cogí mi skate,me puse los cascos y me fui dando un portazo.

A mitad del camino al instituto me rugieron las tripas. Nisiquiera había desayunado.

Llegué a clase,cansada y enfadada. Tenía una hora antes de examinarme así que cogí mi mochila y busqué mis apuntes.

<<¡No están! Pero...¿Dónde...? ... ¡Mierda! El puesto de comida rápida...>>

Silencio. Entró el profesor.

Miré por la ventana hasta que la hora acabó. No estaba muy procupada por el examen ya que lo había preparado bien...pero...si tan solo pudiera repasarlo una vez más...

Sonó el timbre.

Recogimos todo y salimos de la aula de tutoría para ir al laboratorio de física.

-Ei-oí una voz masculina a mis espaldas. Me pareció raro ya que siempre soy la última en salir y a esas horas no podía haber nadie en los pasillos.

Me giré y estaba el tío del puesto de comida rápida.

-Joder...-murmuré

-Ya veo que te alegras de verme...-dijo él entornando los ojos.

-Oh sí,lo siento. Es que me cuesta mostrar mi profunda alegría a alguien que me ha metido en un buen lío sin venir a cuento.

-No tenías dinero...si lo miras bien...soy todo un caballero...

-¿Un caballero? No me hagas reir.

Él se echó a reir. Giré sobre mis talones,chasqué la lengua y empecé a andar.

-Eh,Toma. -dijo tendiéndome los apuntes.

-Gracias-dije secante.

-Que seco ¿no?

-¿Quieres una fiesta o qué?

-No,quiero tu número.