Capítulo 5

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Me desperté por unos ruidos fuertes que venían del salón.

-Zorra,sólo sabes mover el culo cuando vienen mis amigos.

-¿qué dices?-dijo una mujer sollozando-sólo fui amable.

Conocía la voz. Mi madre y su  marido,discutiendo.

Me levanté y fui a mirar que pasaba.

Cuando entré a la cocina Guille tenía la mano levantada para abofetear a mi madre. Corrí hacia ellos y me puse delante. Me dió en toda la cara.

-¿Qué has hecho ,Guille?-dijo mi madre.

-Que no se hubiese puesto delante. No es mi problema.

Mi madre me acompañó al salón para limpiarme. El muy cabrón me dió con las uñas y me había hecho sangre.

Me senté en el sofá y mi madre cogió desinfectante.

Se arrodilló para curarme la herida.

-Tiene razón. No debiste meterte. Está borracho y no sabe lo que hace.

Esto...esto es el colmo. Estaba harta. Me levanté, fui a mi habitación ,cogí algo de ropa,mi cepillo de dientes y dinero que tenía ahorrado y lo metí todo en la mochila. Me iba. Sin mirar atrás.

-¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

-Lo que debí de hacer hace mucho tiempo. Irme y no volver. Te deseo suerte,tendrás siempre sitio en mi vida,no lo dudes. Pero te estás matando y no lo quieres ver y yo no me quiero matar. Chao. Te quiero mamá.

Fui a la salida ,tenía la mano en la puerta sólo abrirla...

-¿Te vas? -dijo el borracho-dios ,un problema menos. Lárgate,a ver cuánto aguantas-se echó a reir.

Me fui dando un portazo. Esto se había terminado.

Bajé a la calle. ¿Ahora a dónde iba? No tenía sitio. Sólo quedaban 2 horas hasta que me tuviera que ponerme en marcha para ir al instituto.

Estaba andando por el parque ya que no tenía nada más que hacer. Daba asco. Tenía el pelo alborotado,una herida en toda la cara,que por cierto seguía sangrando y la limpiaba a los pocos con la manga de mi sudadera,y la ropa del día anterior.

Me senté en un banco. Tenía ganas de llorar,no tengo a quién acudir ni a nadie para contarlr mis problemas. Nunca me desagradó ser una marginada,en cierto modo lo prefería antes de convertirme en una de esas adolescentes chillonas y lloronas, pero en estos momentos me doy cuenta de lo patético que es estar solo. Sun nadie que se preocupe. Seguro que si me atropellan nadie se enteraría o lloraría por mí.

Me sequé unas lágrimas tontas y miré hacia el poco negro que dejó la noche en el cielo que se iba poniendo más azul y más claro.

Me levanté y me acerqué a una fuente cercana a beber. Giré la cara al oir un ruido de alguien fumando. Conocía el olor a tabaco. Al ver la silueta lo reconocí...era Dak-Ho.

-¿Qué haces a estas horas de la noche aquí?-pregunté con el tono más desinteresado que pude conseguir.

-Eso debería pregunta yo. No es hora ni lugar para una chica...-me miró a la herida,esta había dejado de sangrar pero aún se notaba ya que estaba muy reciente.-¿Qué demonios te ha pasado? ¿QUIÉN TE HA HECHO ESO?

-Cálmate...no es nada ...sólo...-y antes de que me pudiera dar cuenta estaba llorando. Se me caían las lágrimas como si fueran un grifo de agua abierto. Llevé las manos a la cara y me quejé al tocar mi herida- Que mi madre sólo defiende al estúpido de su marido que la maltrata. Que no quiere ver lo que pasa en casa ,¡joder!. Desde que papá murió en ese misero accidente de coche no hace más que beber junto con el borracho de Guille y defenderlo. ¿PARA ESO ME PONGO DELANTE? ¿PARA ESO ME LLEVO YO LA HOSTIA? ¡NO TENGO LA CULPA DEL MALDITO ACCIDENTE ,Y SÉ QUE SOY MALA HIJA POR IRME DE CASA PERO NO AGUANTO MÁS! No quiero que me matraten más ...-dije entre sollozos. Al acabar de hablar me avergoncé. ¿por qué le estaba contando todo esto a un cretino que de seguro se iba reir de mí y de mi patética vida?

-¿Te has ido de casa?

-Sí...

-¿Y dónde vas ir a dormir?

-No lo sé-me senté en el suelo.-ya se me currirá algo en el insti.

-¿Y alguna amiga...?

Lo miré. Me eché a reir con amargura.

-¿Qué? Sólo doy ideas.

-No tengo amigos. Nadie se quiere relacionar con alguien que prefiere pantalones rotos a los que hay de moda y de marca. O que prefiere estar en casa o haciendo skate en vez de ir a fiestas. Si mi vida tuviera título sería " vida mediocre de una marginada".

-O sea...no tienes...nada...sé ...bueno o me imagino tu situación pero...¿Por qué te vas si no tienes nada?

-Por orgullo.

Me miró otra vez a la herida y se mordió el labio inferior. Parecía que estaba pensando.

-Ven.

-¿Qué?

-Vamos a mi casa. Hay que desinfectar la herida y podrás pasar unos días mientras buscas una solución.

-¿Qué te hace pensar que voy aceptar el ofrecimiento de irme a vivir con alguien que apenas conozco y que además es un cretino?

-Porque no tienes donde quedarte y sólo es temporal. A mis padres no les va importar.

En otra ocasión me abría puesto borde pero tenía razón. Me levanté,cogí mi mochila y eché a andar.

Esto era raro.

Muy raro.

Celeste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora