¿Me acaba de pedir mi número?
¿Qué pasa mundo? ¿No te ríes lo suficiente de mí?
-No. Antes muerta.-después de decir eso,me di la vuelta y me marché. Prefería hacer un examen de física a estar con un cretino.
**Después de clase**
Salí de clases y decidí no ir a casa e ir directamente a mi supuesto trabajo.
-Hola,soy la chica del otro día Celes..
-¡Hola Celeste!-me interrumpió una chica de pelo verde-Soy Lilizam,aunque aquí todos me llaman Liliz.
-A...oye ¿Nos conocemos?
-No pero Dak-Ho me dijo que tendríamos una nueva chica.
-¿Dak-Ho?
-Eh...¿No me digas que no sabes quién es? ...
-No.
-El sobrino del jefe.
-Ah...perdón es que nisiquiera nos dijimos...bueno él no me dijo su nombre.
-Típico de él. Hablando del Rey de Roma...
El chico entró en el puesto de comida rápida.
-Bueno-prosiguió Liliz-toma. Este es el uniforme.
Me tendió un vestido extremadamente corto,unos patines y un delantal.
-¿Patines? Y ¿Este vestido no es muy corto?
-El jefe lo quiere así y también quiere que vayamos con patines a atender a los clientes ...bueno ,sólo las camareras. Yo soy cajera así que no tengo esos problemas pero Elii me dijo que ibas a ser mesera como ella.
-Ah...vale. Se nota que le gustan las series de los 80...en fin...¿Dónde me cambio?
-Allí-dijo señalando un cuartucho pequeño.
Me cambié y seguía pensando que era muy corto. Menos mal que sabía andar con patines ya que había aprendido antes de aprender con el skate.
El puesto pronto se empezó a llenar. En cierto modo era divertido atender a la gente. Tan divertido que hasta dejé mi mala cara y empezé a atender con una sonrisa. Me había olvidado del cretino coreano que ahora tenía nombre.
-Hola ¿Que desea?-Le dije a una chica rubia y a lo que creo que era su pareja.
-Dos hamburguesas y una piza mediana. Refrescos con hielo y de postre dos helados.
-Entendido. Ahora se lo traigo.
Crash. Un niño pequeño había roto un vaso y estaba llorando. Los padres estaban discutiendo entre ellos y nisiquiera se percataron de ello. El niño seguía llorando.
Me acerqué a él.
-Eh ,pequeño-Dije con el tono más dulce que pude. -Ven,vamos a limpiarte esa herida ¿Vale?
El niño asintió limpiándose las lágrimas con la manga de su camiseta.
Entramos en una sala donde estaba Dak. No me importó sinceramente y bajo su mirada extrañada le desinfecté la herida al niño. Gracias a dios el cretino no abrió la boca.
-Me sigue doliendo-dijo el niño entre sollozos.
-Pues...-busqué en mi mochila unas tiritas. Se me había ocurrido una idea.-¿ves esta bandita?-el niño asintió-el mágica
-¿Mágica?-preguntó extrañado.
-Sí. Si te la pongo ,poco a poco el dolor se va a ir. Sólo hay una condición. No puedes pensar el la herida ¿Trato? -dije tendiendo mi mano. El niño la extrechó con fuerza y susurró un sí.
Le puse la bandita y lo acompañé junto a sus padres. Le expliqué lo ocurrido y me dieron las gracias. Recogí el vaso roto y entré otra vez en la sala donde estaba Dak-Ho a coger mi mochila. Mi turno había acabado.
-Muy bien Celeste.
-¿Cómo?
-Tu magia me asombra.-se rió.
-Y que seas tan cretino a mí también. Chao Dak-Ho.
Me miró sorprendido. Me preparé y me fui. Este día no había estado tan mal.
ESTÁS LEYENDO
Celeste.
Teen Fiction¿Sabeis el dicho de En el amor y en la guerra todo vale? Mentira. Si eres tú misma te juzgan. Si piensas diferente eres rara. Y si amas a alguien y haces todo por él...eres de todo menos cosa buena. La pregunta es ¿Y qué se puede hacer? Llevo 17 a...