Celeste.

Capítulo 10

Lo llevé a casa como pude ya que después del beso y de susurrarme varias veces al oído que estaba muy sexy con el pelo así,se desplomó en el banco.

Al llegar Sarah me ayudó a llevarlo a la cama. Estaba todo magullado y tenía el rostro y las manos llenas de sangre seca.

Cogí el botequín y empecé a limpiarle las heridas.

-Violeta...-dijo él,con los ojos cerrados. Iba a contestarle pero me di de cuenta de que estaba hablando en sueños. -No...no,no te vayas...para ...ya...¡Eh!...

Se giró hacia mí y pareció como si la pesadilla hubiera cesado. Al acabar de curarle me levanté y me fui de la habitación pero antes le cogí una camiseta blanca básica y muy larga que tenía en la cómoda.

Fui a mi habitación y ,no sé de qué,pero me sonaba bastante el rostro de aquel tío gordo.

Me puse la camiseta y me acosté. Hoy fue un día demasiado agotador.

A las cinco de la mañana sentí unos golpecitos en el hombro. Abrí los ojos y vi un rostro a tres centímetros del mío. Iba a chillar pero me tapó la boca.

-Shhh...no te asustes. Soy yo Dak.

Asentí y me senté en mi cama. Él se levantó ,cerró la puerta y yo encendí la luz de mi habitación.

-¿Qué mierdas haces en mi habitación?-dije susurrando para no depertar a los padres de Dak-Ho.

-¿Y tú por qué sigues siendo una tía tan borde?-preguntó con un tono enfadado.

-Porque puedo-respondí cruzándome de brazos.

-Joder con la tía esta...

Dijo susurrando ,con la intención de que no le escuchara. Le pegué un puñetazo en el hombro.

Él se quejó.

-Pegas como un tío.

-Y tú te quejas como una nenaza.

-Vale,vale...no quiero discutir.

-Dios...¿Y qué quieres? Sabes,yo quiero dormir.

-Yo...he venido...pues para -Me miró la mano y me la cogió. Entrelazó sus dedos con los míos ,fijó sus ojos en unos cortes que tenía.- ¿Y eso? -Dijo pasando sus dedos por las heridas,ahora ya cicatrizadas.

-Cuando tienes 15 años,y piensas que la vida es una mierda. Que tu hermana pequeña y tu padre,las personas que más quieres ya no están y que tu madre se está matando al lado de un tío como Guille...no ves más solución-dije con un tono de resentimiento. Él se acercó y me abrazó sin dejar de acariciar mis heridas con sus perfectos dedos.

-Yo venía para darte las gracias. Y decirte que hablé con Elii y no hace falta que vayas a trabajar. Y a decirte que...quiero conocerte más.

Yo abrí los ojos como platos,menos mal que no me estaba viendo pero ...era la primera vez que me decían eso...tantos años aguantando...para que venga un gilipollas así y me haga llorar. Yo me creía fuerte...¡Joder! No quiero. Odio esto. Pero lo peor es que no puedo odiarlo a él. De alguna forma me sentía en deuda.

Antes de que me diera cuenta estaba abrazándolo fuerte y llorando. Él me acariciaba el pelo con su mano herida y me intentaba consolar.

-Llevas mi camiseta. -Dijo apartándose un poco para que nuestros rostros se pudieran ver. Pegó su cara con la mía y con un dedo se deshizo de una lágrima que caía por mi mejilla.

-Sí...me gusta su olor...-dije riendo tímidamente.

Él me besó y metió sus manos por debajo de mi camiseta y tocó mi espalda. Estaban muy frías así que yo arqueé mi espalda y gemí un poco.

Cuando iba a hacer yo lo mismo ,se levantó de mi cama.Se alejó y se fue cerrando la puerta tras de sí. Este chico es desconcertante ...y lo peor...es que a mí ,eso,me gustaba. Y mucho.

Volví a acostarme apagué la luz y me tapé hasta las orejas...esto había sido muy vergonzoso.

-

A la mañana siguiente no sólo había roto del todo el despertador,sino que unos pantalones y yo teníamos una gran disputa,yo quería que entrara pero él no se dejaba entrar.

Me cansé y me puse otros viejos y desgastados. Cogí una camiseta blanca básica,una camisa por encima desabrochada,mi gorra,la primera chaqueta que encontré en el armario y me fui a la cocina.

-Hola-me saludó Sarah. Acto seguido me dió un beso en la mijilla

-Hola-le respondí . Luego yo también le di un beso.

-Hey-dijo Dak,que estaba sentado con una taza con café

-Eres un tío muy frío-dije una vez que Sarah salió de la cocina.

-¿Acaso debo ser cariñoso?

-Mmmh...no. Eso es algo imposible para ti.

-Gracias. Igualmente.

-Yo por lo menos soy maja.

-Pero no tienes amigos. ¿De qué te sirve entonces? Sólo eres una solitaria más.

No podía creer que él dijera eso...tiré la cucharilla que tenía en la mano y salí con rabia de la cocina.

La había jodido.

Sólo era un gilipollas más.