Me levanté con dolor de cabeza.
Había dormido...¿¡Había dormido un día entero?!
Miré rápidamente hacia la ventana y era de noche. Las tripas me rugieron así que me levanté y encontré en la moqueta unas zapatillas caseras y en la mesita de noche una nota.
Querida,como veo que estás cansada te dejé dormir. Tienes ago de comida en el frigorífico y los tes están en el segundo cajón de la cocina a la derecha de la vitrocerámica.
Atentamente:Sarah
PD:Ten cuidado. Hoy damos una fiesta a media noche así que si vajas...vístete bien por favor,tienes un vestido y unas bailarinas en el armario.Besos.
Genial,lo que me faltaba. Una fiesta.
Miré el reloj y por suerte eran las 10:00 así que me daba tiempo a prepararme algo de comer,subir y leer o estudiar hasta coger el sueño otra vez.
Me volvió a la mente el beso con Dak-Ho y algo se revolvió dentro mío. Un calor subió hasta mi garganta y me creó dolor de estómago. Mis manos empezaron a temblar y percibí su olor gracias al la camiseta del pijama que me había prestado. Olía a colonia barata mezclada con su sudor.
Cogí los extremos de la camiseta por el cuello y la acerqué a mi nariz. Olí varias veces aquella fragancia hasta que fui consciente de lo que estaba haciendo y me ruboricé.
Salí de la habitación,bajé por la escalera y busqué la cocina. Antes de dar con ella ,había encontrado,tres baños y cinco habitaciones. ¿Por qué cerraban las puertas? En mi casa siempre estaban abiertas.
Al encontrar la cocina me preparé un té rojo. Estaba pensando en cosas sobre clase mientras echaba el azúcar en la taza. Alguien me cogió por la cintura y tiró un poco de mí hacia atrás. Quedé apollada en el pecho de alguien. Lo conocía,conocía ese olor que hace poco me empezó a gustar demasiado. Mi moño mal echo se deshizo casi del todo cuando las manos de Dak-Ho me giraron un poco la cara.
Me estaba poniendo realmente tensa. No le alcanzaba a ver la cara. Su boca se acercó a mi oreja y la mordió suavemente después me rodeó con sus brazos y metió su mano por debajo de la camiseta. Posó su mano sobre mi vientre y con un dedo empezó a hacer círculos y rallas de arriva hacia abajo,una y otra vez. Con cada raya bajaba un poco más,y otro poco más ,hasta que llegó al borde de mis bragas. Se paró ahí.
Mi pulso debía estar a mil por hora,igual que otras partes de mi ser.
-Veo que despertaste.
-S...SÍ...-Dije con el tono más seco y serio que pude alcanzar.
Se rió ,cogió mi taza y le dió un sorbo a mi té rojo.
-¡EH! Eso es mío.
-Era tuyo.-me guiñó el ojo.
Igualmente se lo arrevaté de las manos.
Le di un sorbo delante de él y me hice la enfadada.
-Dak-dijo Sarah entrando por la puerta-ya llegaron los invitados. Oh Celeste,cámbiate rápido,ahora que lo pienso...Dak no tiene pareja.
-Ella no puede ir.
-¿Por?-preguntó Sarah. Yo levanté una ceja y lo miré.
-Se encuentra...
-Mejor-le interrumpí-me encuentro mejor y me encantaría acompañarte -dije pestañeando y sobreactuando.
-Bien-dijo Sarah ,acto seguido salió por la puerta.
-¿Qué has hecho?-Preguntó Dak-Ho enfadado.
-Nadie me dice lo que debo hacer y lo que no. Y menos tú.
Me miró con malicia y se acercó a mí. Se acercó a mi oreja y susurró:
-Está me la vas pagar. Y de la forma que te pida...ya verás.
Pasó su lengua por mi cuello y se fue.
Sentí un escalofrío,igualmente subí por las escaleras. Al llegar a mi cuarto,abrí el armario y se me cayó el alma a los pies al ver el precioso vestido azul celeste. Era algo ajustado...pero no tenía palabra de honor y eso era un punto mío a favor. Nunca he tenído mucho pecho. Miré los zapatos y eran unas simples bailarinas blancas.
Me puse todo,con sumo cuidado y bajé hasta llegar al salón. Respiré hondo y entré en la sala. Notaba como las miradas me quemaban,sobretodo las de las chicas de mi edad.
Miraba al frente y apretaba los puños. Estaba incómoda,no conocía a nadie. Pero lo que realmente me desilusionó es ver a Dak-Ho bailando exageradamente pegado con una tía notablemente más guapa que yo.
No esperaba nada de él,pero comenzé a sentirme ridícula.
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Celeste.
Teen Fiction¿Sabeis el dicho de En el amor y en la guerra todo vale? Mentira. Si eres tú misma te juzgan. Si piensas diferente eres rara. Y si amas a alguien y haces todo por él...eres de todo menos cosa buena. La pregunta es ¿Y qué se puede hacer? Llevo 17 a...