Capítulo 21

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-¿Sabe que tiene el corazón delicado verdad?-preguntó el médico con voz firme. Haciéndose eco en la habitación,ahora vacía. Hacía años que no veía al médico William. Parecía un viejo amigo ,ya olvidado.

-Sí-respondí cabizbaja. No tenía ganas de hablar de mis problemas de salud,aún estando en el hospital por culpa de un demayo,me seguía pareciendo un tema incómodo y triste. Que lo evitaba desde hace años y que se repetía a causa de idioteces o malas noticias.

-¿Y sabe que no puede beber alcohol,fumar substancia tóxicas o cualquier cosa perjudicial para su salud verdad?

-Sí.

Se hizo el silencio y me miró a los ojos. Tenía cara de enfado y a la vez de conprensión. Seguramente mi madre le había contado la historia a su manera. Esa mujer siempre tapando cosas. Con metiras,palabras bonitas pero falsas o maquillaje y alguna que otra risa y disculpa ante la mirada de la gente que se atrevía a preguntar.

William sabía de mis problemas familiares. No era tonto,ni lo es ahora. Nunca llegó a saber la verdad,ni llegó a atender a mi madre aquella vez que llegó sangrando,ante la tozuded de esta.

-Celeste...sé que estás en una edad difícil y que tienes un novio que se pasó la noche contigo por miedo a que te pase algo. Pero de tener una relación bonita,a escaparte de casa dejando a tu madre y a tu padrastro preocupados pues...deja mucho que desear de ti. ¿qué te ha pasado? Antes no eras así.

No lo pude evitar,y ante su mirada me eché a reír todo lo fuerte que pude. Hasta me tuve que sujetar el estómago,ya que de tanto reír comenzaba a dolerme.

-¿Antes? ¿Cuándo,cuando mi padre y mi hermana estaban vivos? ¿Cuando no tenía que aguantar los maltratos,las broncas,las palizas,los insultos y las miradas de reproche? ¿Cuando me cambiaron de colegio para joder y porque sospechaban que sufríamos maltrato, dejándome así apartada,sin amigos y con ganas de suicidarme? Si es en ese "Antes"-dije haciéndo comillas con mis dedos-pues sí,era diferente.

William me miró en silencio. Supongo que no me creería o que simplemente lo dejaría pasar. Y así hizo,se dio la vuelta sin volver a dirijirme la palabra.

Me acomodé en la cama pero al rato oí el pestillo de la puerta. Me giré y era Dak.

Forcé una sonrisa por todo lo que había hecho por mí todo este tiempo.

-Ei ¿qué tal estás amor?-me preguntó sonriente y detrás,se podía ver perfectamente un ramo de rosas.

-Bien,tranquilo. Supongo que fue una bajada de tensión.

-¿y eso? ¿pasó algo?e desperté y no estabas a mi lado. Pensé que, te había dado una venada de las tuyas,y te habías ido sin mí. Luego vi tu ropa tirada en el suelo como siempre y me quedé más tranquilo.

Lo miré y comencé a contarle palabra a palabra,sentimiento a sentimiento y lágrima a lágrima el caos que ha sido mi vida. Todo. Desde la muerte de mi padre y mi hermana, hasta la llegada a su casa y lo jodidamente feliz que me hace él ahora.

-Vaya...-comenzó a decir una vez hube acabado mi discurso.-no tenía ni idea...toma-dijo tendiendo un ramo-no sabía qué hacer. Es la primera vez que vengo a visitar a alguien,y encima a la única novia seria que he tenido. Bueno,segunda,pero la primera no la cuento...por bueno,que da igual. ¿te dieron el alta?

-Sí,traeme ropa y así a la tarde me voy.

-Vale. Te amo.

-Y yo...-que raro se me hacían esas dos palabras.

Desapareció por la puerta. ¿segunda? ¿quién había sido la primera? ¿era guapa? Bueno da igual,nunca sabré. O sí...

Celeste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora