Dan, Arkímedes y Manu junto a su recién conocido compañero Netrad recogen una misión del tablón de anuncios de las Armas Tintineantes que consta en entrenar, pagan a la población por entrenar para estar preparados para una posible invasión por parte de los ácuatas.
Estuvieron entrenando cerca de una semana, y después se adentran en un laberinto con trampas.
Netrad cae en una y se vuelve loco, por lo que durante el resto del trayecto va insultado al resto de grupo, causando discusiones y peleas estúpidas.
Dentro del laberinto habían un par de constructos que atacaron al grupo, pero se defendieron con éxito, menos Netrad que recibió un buen golpe por parte de uno.
Al salir del laberinto les toca pelear contra unos esqueletos, pero el grupo decide huir de ellos.
Terminado este entrenamiento entran a una sala en la que ven copias de si mismos. Ven como el anti-Manu da un paso hacia el frente.
- Eeh... ¿Qué deberíamos hacer? - Dice Manu
- Mmm... Yo creo que enfrentarnos a nosotros mismos puede ser de utilidad. Veremos nuestras debilidades y fortalezas de primera mano. - Propone Dan
- Tiene sentido. - Asiente Arkímedes convencido
- Está bien. - Resopló Manu
Manu dió un paso al frente y le lanzó una pierda a su oponente, y este agarró la piedra al vuelo y la dejó caer al suelo, acto seguido se puso en guardia. Hubo un intenso combate de alabardas donde uno intentaba romper la guardia del otro desde la distancia que les proporciona el arma, al cabo de medio minuto el Manu original había conseguido vencer al otro, pero no consiguió sacar ninguna información a cerca de si mismo.
Acto seguido, el Anti-Dan da un paso al frente, al ver esto, Dan resopló pero se animó a dar el paso al frente. Al igual que su hermano, Dan arrojó una piedra al oponente, y este reaccionó de manera ágil esquivando la piedra y cargando contra él. Durante la carrera de su oponente, Dan vio una clara apertura en su abdomen y decidió asestar un tajo lateral mientras se apartaba de la trayectoría de su enemigo.
- Te tengo. - Pensó unos instantes antesde alcanzar a su oponente con su espada.
Pero en cuanto el arma alcanzó su objetivo, rebotó con fuerza hacia el lado opuesto, dejándole descubierto y a merced de su enemigo que simplemente marcó el golpe sin hacerle daño.
-Qué miedo he pasado. - Dijo Dan con un nudo en la garganta.
Se sentó al pegado a la pared de la sala y se quedó allí llevándose las manos a la cabeza.
El Anti-Arkímedes dio un paso al frente.
- Me toca. - Asintió el Arkímedes original.
Ambos sacaron la ballesta y se dieron un disparo en la cabeza. El anti-Arkímedes se desvaneció y el original cayó al suelo de espaldas.
- ARKÍMEDES - Gritó Manu
Arkímedes no estaba herido, pero sí había quedado inconsciente.
- Madre mía, qué susto. - Suspiró Manu aliviado.
El Anti-Netrad dio un paso al frente y Netrad se presentó a la pelea.
Fue un combate de artes marciales muy intenso pero el Netrad original terminó perdiendo por cansancio.Después de ese último combate, Arkímedes despertó y se abrieron unas puertas en la sala por las que entraba la luz del sol. Los cuatro aventureros abandonaron la estancia y los instructores les esperaban fuera. Cuando se acercaron lo suficiente les dijeron:
- Nos ha gustado tu interpretación de la prueba, Dan, pero no era eso lo que teníamos en mente. Simplemente queríamos que fueseis capaces de elegir bien las peleas en las que os metéis e intentar sacar siempre ventaja de vuestros oponentes. Espero que por lo menos hayáis conseguido aprender algo de vosotros mismos, aquí tenéis el pago por realizar el entrenamiento, ha sido un placer.
- Igualmente, agradecemos mucho que nos hayan entrenado - Dijo Dan educadamente.
Después se despidieron de Netrad, su temporal compañero y siguen con su aventura.
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Memorias de un viaje sin rumbo
AdventureRecopilación de mis sesiones de rol con mis amigos dentro del mundo persistente de Shaidraig (http://shaidraig.es)