Capítulo N°1: "Huérfana"

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Narra Scarlett

Han pasado dos meses desde la masacre de mi familia y la vida cada vez se estaba haciendo más difícil. Desde aquel día he vivido con mi tía Renée, su esposo Phil y mi prima Bella, si soy sincera, no la he pasado muy bien en Phoenix. Aparte del horrible calor y humedad que hace en la ciudad, la escuela solo ha empeorado las cosas, no solo bastaba con el hecho de ser huérfana, sino que ahora también mis notas habían comenzado a bajar.

Además, un día que yo me quede sola en la casa ya que todos estaban o trabajando o en la escuela, descubrí que podía generar pequeños rayos de energía de color escarlata en mis manos, estos se movían cada vez que yo movía mi mano y atraían o repelían las cosas que yo deseara. Todo esto era algo que, por supuesto, jamás le comente a ninguna de las personas con las que vivía y mucho menos con las que me relacionaba de vez en cuando; definitivamente lo que menos quería era que me trataran de loca o que me terminaran llevando a un psiquiatra para que me medicara.

Hace un tiempo, Phil anuncio que habían cambiado su cede del trabajo y que ahora nos mudaríamos a Jacksonville; la idea me habia resultado todo menos agradable, si yo ya me quejaba de Phoenix, Jacksonville era definitivamente peor; por ello, me alíe con Bella al plan de irnos a vivir con mi tío Charlie a un pueblo remoto llamado Forks, cuyo clima era mi favorito, nublado la mayor parte del año, lluvias frecuentes y hasta nieve, cosa que era casi imposible aquí.

Finalmente, una vez logramos convencer a Renée y a Phil, compramos los pasajes y preparamos todo para irnos.

Puse toda mi ropa en dos maletas grandes y mis cosas mas importantes como mi computadora, celular y maquillaje, en un bolso de mano.

El vuelo fue algo extraño, aunque debió ser porque era la primera vez que me subía a un avión.

Una vez bajamos lo primero que hicimos fue encontrarnos con Charlie, quien nos esperaba sentado en la recepción del aeropuerto.

- ¡Charlie! – llamo Bella a su padre y este volteo a vernos, para luego acercarse a nosotras.

Nos dio un abrazo a cada una, aunque estaba casi segura de que el mio habia sido más fuerte, sabiendo que el no habia podido viajar para asistir al funeral de mi familia debido a su trabajo en la estación de policía del pueblo, aun asi, no lo culpaba de nada.

- ¿Cómo están, pequeñas? – dijo una vez rompió nuestro abrazo.

- Oh, por favor, tío, ya no estamos pequeñas – proteste, intentando esbozar una sonrisa.

- Scar tiene razón, ya tenemos 17, merecemos ser tratadas como tal – me respaldo Bella.

- Para mí siempre serán pequeñas, sobre todo porque llevo sin verlas desde hace mucho tiempo – respondió Charlie -, pero bueno, basta de charla, hay que irnos hacia nuestro destino –

Caminamos hacia la salida del aeropuerto y colocamos todo el equipaje en la parte de atrás del auto, para luego subirnos dentro del mismo, quedando Bella de copiloto y yo en el asiento de atrás.

No charlé mucho durante el viaje, todo debido a que estaba completamente maravillada con el paisaje montañoso y los bosques que rodeaban al pequeño pueblo.

La casa de Charlie estaba tal y como la habia visto la última vez; esta tenia cuatro habitaciones y dos baños, una cocina y un comedor pequeños, junto con una sala de estar.

Subimos las escaleras y caminamos por el pasillo hasta llegar a las habitaciones.

Bella entro a su habitación y comenzó a acomodar sus cosas, luego, Charlie me mostro la que sería mi habitación. Apenas abrí la puerta, sentí como si la escencia de mi familia estuviera en la habitación, habia fotos, dibujos y decoraciones que le habia puesto yo cuando venia a visitar a Charlie cuando tenia doce; no dude en tomar una foto en la cual estábamos mi hermano y yo, el se llamaba Ethan, era dos años mayor que yo y habia comenzado a ir a la universidad unos meses antes de lo que sucedió, el era mi compañero, casi nunca nos separábamos, solo pasaba cuando él o yo íbamos con nuestros amigos a algún lado o cosas asi, realmente me dolía mucho el hecho de no volver a verlo más. La foto que habia tomado era de nosotros cuando fuimos a un lago que quedaba cerca de la casa en la que vivíamos, el cabello rubio de Ethan estaba desordenado por el viento que soplaba en el lugar y sus ojos azules brillaban con intensidad. No pude evitar que unas lagrimas cayeran sobre la foto, pero las limpie inmediatamente.

- ¿Necesitas a alguien para hablar, Scar? – me hablo Charlie, quien observaba lo que sucedía desde el marco de la puerta de mi habitación.

- Ya no tengo nada que hablar, tío, ellos no volverán y aun tengo que terminar de asimilarlo, es difícil pero se que puedo lograrlo – respondí.

- Por supuesto que puedes lograrlo, yo estoy aquí para apoyarte y también lo esta Bella, nosotros no vamos a dejarte de lado, siempre estaremos para cuando lo necesites, ¿sí? –

- Si... - dije – muchas gracias por la habitación, esta justo como la deje antes –

- De nada, sabía que te gustaría – lentamente, Charlie abandono la habitación, dejándome sola.

Unas horas mas tarde, luego de haber terminado de acomodar todas mis cosas, escuche una bocina de coche sonar en el porche de la casa, asi que mire por la ventana.

Apenas vi a Jake y a Billy, baje rápidamente.

Cuando abrí la puerta, me abalance directamente a los brazos de Jake, ya extrañaba el calor que estos emanaban.

- Te extrañé, Scar – dijo Jake a modo de saludo, una vez me separe de él.

- Yo también, Jake – correspondí con una media sonrisa.

- Lamento mucho lo de tus padres e Ethan, ya sabes que estoy aquí para lo que necesites –

- Tranquilo, esta bien... ¿Y como esta Paul? – hable para cambiar de tema.

- Enojón como siempre, esta esperando a que vallas a la reserva a verlo, te extrañó mucho - me respondió Jake.

Paul habia sido mi mejor amigo durante mis múltiples estancias en Forks, cada vez que venia a visitar a Charlie era increíble pasar tiempo con él, casi siempre paseábamos por el bosque o hacíamos pijamadas en su casa con mi hermano y Jake, realmente lo habia extrañado durante este tiempo.

- Hey, señorita, se que estoy viejo, pero no soy invisible como para no recibir un abrazo como el que le dio a mi hijo – hablo Billy, quien estaba del otro lado de la calle, acercándose a nosotros con su silla de ruedas.

- Lo siento, ¿Cómo estas, Billy? – dije mientras me acercaba para darle un corto abrazo.

- Bien, andando y bailando... - me respondió.

A este punto, Bella y Charlie ya habían salido y caminado hacia donde nos encontrábamos.

Mantuvimos una corta charla en la que Charlie hacia un pequeño esfuerzo para que Bella recordara a Jake y a Billy.

- Y, ¿Qué les parece? – dijo Charlie en un momento.

- ¿Qué? – dijimos Bella y yo.

- Su regalo de bienvenida – respondió Charlie mientras señalaba la camioneta que habían traído Jake y Billy.

- ¿Esto? – hable yo sorprendida.

- Si, yo mismo reconstruí el motor – alardeo Jacob.

- Oh, por Dios – dijo Bella -, es perfecta –

Ella siempre habia deseado tener un auto con el que poder ir a los lugares sin tener que depender de su madre.

- Muchas gracias – agradecí a Billy y a Charlie mientras Jake le enseñaba a Bella a usar los controles del auto.

Jake y Billy se quedaron a cenar, comimos pizza y luego fui obligada por Charlie a irme a la cama, podría haber pasado miles de horas hablando con Jake y no me cansaría.

Una vez apoye mi cabeza en la cama me percate de lo que iba a suceder el día siguiente, era lunes, mi primer día de escuela en Forks, a este punto, solo esperaba que no fuera un infierno. 

Scarlett - Carlisle CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora