Scarlett - Carlisle Cullen

Capitulo Nº9: "Magia del Caos"

Después de lo sucedido con Carlisle, habia decidido contarle al resto de la familia que yo sabia la verdad sobre lo que sucedía con ellos y sobre lo que me sucedía a mí.

La mayoría lo tomaron bien, mejor dicho, el único que se habia quedado pensando sobre la situación era Edward. Primero me habia preguntado si yo le habia contado algo sobre mis poderes a Bella, por supuesto, le respondí que no; pero, cuando me pregunto si yo creía que Bella tenia sospechas claras sobre lo que eran no supe que responder, mi mente se nublo en ese instante y se llenó de preguntas del estilo de ¿Qué tan grave seria que Bella se enterara del secreto que escondía la familia Cullen? ¿Eso la alejaría de Edward? ¿Se enojaría conmigo por no haberle dicho nada sobre esto? Decidí decirle a Edward que simplemente no lo sabía, la mente de Bella era una de las pocas cosas que aun no lograba comprender de lo que me rodeaba, es decir, podía leer sus movimientos, sus cambios de humor por las actitudes de las personas que la rodeaban, habia llegado a sentir en algún momento la gran incomodidad que sentía la chica al hablar con desconocidos, y hasta con el propio Charlie; pero no podía llegar más allá, no podía averiguar las causas de su comportamiento, su mente me ponía un candado cada vez que intentaba abrirla, y al parecer no era a la única a la que le sucedía.

Según me explicaron, luego del shock de enterarse de lo que yo era y sabia, algunos vampiros tenían dones que los hacías sobresalir del resto, los hacían especiales; Alice, Jasper y Edward eran los poseedores de aquellos dones en la familia; la pequeña chica, tenia el poder de ver el futuro de las personas, las posibilidades y caminos que estas podían tomar y las claras consecuencias de los actos, ella me habia visto venir al pueblo junto con Bella y también habia visto que yo no parecía ser alguien similar a mi prima, sino que era, según ella, alguien muy especial; por otro lado, Jasper tenia el don de sentir las emociones de los demás, podía disminuir o agrandar la intensidad de estas, hacer que desaparecieran o simplemente cambiarlas por otras completamente diferentes, por eso él era increíblemente capaz de reflexionar sobre sus propias emociones y no habia tenido miedo de expresarlas perfectamente en aquel poema; por último, Edward era el poseedor del que, a mi parecer, era el mas poderoso de los tres, el don de la telepatía; el chico era capaz de leer a una persona como si esta fuese simplemente un libro abierto a sus ojos, esto era mas efectivo que las visiones sobre el futuro de Alice, ya que estas podían llegar a cambiar rápidamente según lo que decidiera la persona, y más fácil de entender que el don de Jasper, ya que podía saber exactamente las causas de cada una de las emociones que sentía la persona.

Luego de que ellos terminaran de explicarme sobre lo suyo, yo tuve que expresarme sobre lo mio. Les conté mi historia, el como habia descubierto mis poderes, lo que habia sucedido en la reserva y quien era mi padre.

Según Alice y Carlisle, yo era poseedora de un tipo de magia que ellos conocían como "Magia del Caos", la magia que era capaz de poder con todo y contra todos, pero que a la vez era capaz de destruir a su portador si este no aprendía a utilizarla correctamente. Me explicaron una parte de las habilidades que yo podría ser capaz de llegar a hacer si lograba desarrollar mis poderes; entre ellas estaban la telequinesis, la cual ya habia estado intentando perfeccionar; la telepatía; el manejo de la energía; y la capacidad de volar, si, si lograba controlar la energía que producía mi cuerpo podría ser capaz de volar. Pero, ante todo, ambos me advirtieron de lo peligroso que era que alguien más supiera de esto, si los vampiros se enteraban de que otro hijo de demonios estaba en la tierra no dudarían en venir a buscarlo y aniquilarlo lo antes posible.

Ambos se ofrecieron a ayudarme a practicar, pero yo me negué, prefería entrenar con mis amigos de la reserva, aunque les prometí que si necesitaba algo no dudaría en llamarlos a ellos o a la casa.

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El día siguiente fue lunes, cosa que ya hacia que me levantase sin ganas de hacer absolutamente nada.