Sentimientos Cruzados (Fairy Tail Fanfic) (Terminada)

Capítulo 26

Erza se despertó en su cama, y nada más darse la vuelta notó un cuerpo. Por unas milésimas de segundo pensó que se había acostado con algún hombre, pero en cuanto miró la figura lo recordó: Yukino se había quedado dormida en su habitación.

La golpeó suavemente para despertarla, a lo cual ella respondió dándose la vuelta y volviéndose a dormir. Erza insistió una vez más, hasta que la maga se puso en pie. Ambas se arreglaron y salieron de Fairy Hills. Erza había quedado en acompañar a Yukino hasta la estación de tren, así que se dirigieron allí. Una vez que el tren de Yukino llegó, ambas se despidieron, y Erza decidió ir hacia el gremio.

Cuando llegó, pudo ver a Lisanna en la barra, así que se acercó a ella.

Erza: Buenos días.

Lisanna: Buenos días Erza.

Erza: ¿Cómo estás?

Lisanna: Bien.

Erza: Me alegro.

Lisanna: ¿Y tú?

Erza: Bien, si.

Lisanna: ¿No has vuelto a quedar con Natsu?

Erza: Si te refieres a quedar como compañeros sexuales, no. Y además Natsu ya no quiere nada.

Lisanna: ¿Y eso?

Natsu: Lucy cortó con él, y después Gray cortó con ella.

Lisanna: ¿En serio?-dijo sorprendida. Erza asintió-Entonces...

Erza: ¿Estás pensando en volver a intentarlo con él?

Lisanna: ...

Erza: Lisanna...No creo que Natsu ahora mismo quiera volver a tener una relación, después de todo por lo que ha pasado.

Lisanna: Lo sé. Pero... ¿Y si...? Bah, da igual, tienes razón. Es sólo que todavía me doy falsas esperanzas.

Erza: Creo que todo el mundo se da falsas esperanzas cuando su amor no es correspondido, pero eso sólo hará que te duela más verlo. Cuanto antes aceptes la realidad mejor.

Lisanna: Sí, será lo mejor. Aún así, debería hablar con él. Y, Lucy, ¿Sabes cómo está?

Erza: Ni idea. Natsu habló con ella después de cortar. Le dijo que podía volver cuando quisiera, que la perdonaríamos si se disculpa.

Lisanna: ¿Y se disculpó?-dijo aún sabiendo la respuesta.

Erza: No. Parece que prefiere estar sola.

Lisanna: Entonces, no podemos hacer nada.

Erza: Ella es la única que puede ayudarse  a si misma. Una vez que decida hacerlo, los demás estaremos ahí.

***

Lucy y su rollo de una noche, Sting, se encontraban dentro de la cama. Mientras él dormía y de vez en cuando emitía algún ronquido, Lucy tenía fijada su mirada en el techo. Estaba inmóvil, y con su cuerpo totalmente recto. No sabía cuánto tiempo había estado perdida en sus pensamientos, simplemente se quedó en esa posición, dejando que el tiempo pasara.

Sólo cuando Sting comenzó a despertarse y la rozó con su cuerpo, la chica volvió en sí. Relajó su cuerpo y dió un profundo suspiro.

Sting: Buenos días-dijo mientras intentaba pasar su mano por las mejillas de Lucy, a lo que ella reaccionó girando la cabeza.

Lentamente, se levantó y comenzó a recoger su ropa del suelo, mientras Sting se sentaba en la cama.

Sting: oye, Lucy...Lo que pasó anoche...