E.018

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¿Cómo todo podía haber terminado, así de mal?...

(...)

Sans miraba con atención aquel gran agujero. Pensativo. Según el Doctor Gaster, era un pozo vacío. Sin agua, sin magma, sólo un perfecto agujero. Escalofriante en muchos modos.

Tan profundo, que sí cayeses en él, ni siquiera mirarias un comienzo o un final. Parecía algo irreal, pero estaba justo ahí.

No tenía su uniforme, solo había decidido entrar para ver si el doctor Gaster se encontraba ahí, pero no, estaba vacío y algo polvoriento, después de todo, tenían vacaciones todos los integrantes del equipo, tenían tiempo para descansar y disfrutar el tiempo con familia. No era el caso de Gaster.

Recordaba con nostalgia cuando Gaster se desenvolvió con sus empleados y con el, haciendo trivias mientras reacomodaban el laboratorio principal. Son esos momentos que es imposible no sonreír al recordarlos.

Caminó hacia la entrada para su sorpresa, el adulto que tanto revoloteaba en su cabeza se apareció. Gaster.

—Sans... —nombró con sorpresa—¿Qué haces aquí?, deberías estar disfrutando tu tiempo libre—dijo acomodando sus gafas y rodeandolo mientras una libreta sobre un escritorio. Tal como era imaginable, ojeras, acompañada de una aura cansada, se veía fatal. Sans frunció el ceño realmente molesto, Gaster notó como su mueca no cambió en un buen rato, causándole malestar.

—Dí lo que tengas que decir, esqueleto—quejó cruzandose de brazos.

Sans suspiró y se acercó a él, y en un santiamén el alma del monstruo se volvió azul, sorprendiendo al doctor, mismo que soltó un jadeo por la sorpresa.

—Tu nivel de energía está por suelos, deducible con esas ojeras... —dijo Sans molesto mientras lo arrojaba a un sofá cercano con fuerza, como si fuese cualquier objeto, Gaster se quedó sin palabras, no haría un drama por ese movimiento por parte de Sans, pero, lo había sorprendido y no de una buena manera.

—¿Qué te sucede? —gruñó levantándose.

—Creo que sabes bien lo que me sucede—volvió a poner su alma en azul y hacerlo sentar.

—Detente, detesto que utilicen magia en mi de este modo—dijo comenzando a alzar la voz. Sans no lo soltó—Sans, suelta mi alma, ahora—dijo escuchandose cada vez más molesto.

—¿Tanto vale la pena?, nada justifica el hecho que te estés sobrepasando con tus energías, ¿qué tal... sí un humano viene, y te ataca? ¿Sabes lo fácil que será liquidarte?—gruñó. Era algo fuera de lugar, pero su preocupación lo había llevado a imaginar muchas circunstancias. —Quiero pensar que en una parte de ti, soy importante para ti, así que te lo pediré una última vez, deja el proyecto, inicialo cuando todos estemos aquí, para que lo hagamos más rápido, como equipo.

—Puedo hacerlo solo, Sans. Lo hice desde joven, y lo seguiré haciendo. —respondió de mala gana.

—Pero ya no tiene que ser así, ya no estás solo, se que puedes, pero no está bien. Por favor, vamos, uhm... déjame invitarte a una cita en Grillby's—dijo relajando su ceño, y sonriendo, mientras posaba su mano para que la tomase.

—Tú sólo quieres salir, ¿por qué no me ayudas en esto? —renegó, levantándose sin tomar su mano. —Esto es más importante que tu, que yo, que nosotros, esto es para liberarnos finalmente. Te prometí que veríamos el sol, Sans—dijo sonriendo. Sans escondió su manos en sus bolsillo, algo herido bajó la cabeza, ¿qué decidiría?, en ese momento... Parecía el único modo en que él sería feliz, quizás al final, terminaría siendo su asistente, nada más. Para su tristeza.

Se acercó a él para darle una palmaditas en la espalda al mayor.

—Bien, Gaster. Prometo mantenerte a salvo, así estarás en una pieza cuando terminemos esto—dijo sonriendo, a pesar de no estar del todo feliz.

Gaster sonrió ampliamente.




Eres todo para mí (Gaster × Sans) UndertaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora