𝐖𝐞𝐚𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬 / A Harry Potter fanfiction /

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𝙰𝙻𝙻 𝚆𝙴 𝙰𝚁𝙴 𝙻𝙸𝙰𝚁𝚂.

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—Si no lo decías tú, se lo diría yo de igual forma. Escucha, niña, toda palabra que haya salido de la voz de quien llamas tu madre es mentira, ¿No es así, Jane? - Dijo agachándose a donde mi madre estaba tirada. Ahora estaba aún mas confundida que antes—  Tu nombre no es Alya, eres... algo más grande, más poderoso, más importante.

—¡Cállate! —Grito mi madre, pero el chico la hizo callar de un golpe, no podía moverme, si me movía el lastimaría a mi madre y a Ginny.

—Tu madre en realidad es una maga, viene de una rama de magos sangre pura, ¿Le contaste Jane?, ¿le contaste a tu hija? Que te metiste con Frank y este te dejó por Alice. La descendencia de la familia Slora y  Longbottom, tu madre se equivocó al pensar en tener un hijo con Frank, porque este amaba perdidamente a Alice, y como Frank nunca se hizo responsable fue el buen Lupin quien decidió hacerse cargo. Hydrabella, ese es tu nombre, destinada a una buena familia, pero después de que paso lo de los Potter nuestro querido Lupin desconfió de Jane culpándola de que ella sabía lo que pasaría, tu madre no soportó el dolor del rechazo y escapó como cobarde al mundo muggle. —Su voz era áspera, pero sincera. El no mentía y si lo hacía mi madre no hacía nada para desmentirlo.

— ¿Mamá?, dí algo —Mis suplicas no obtuvieron respuesta.

—No dirá nada porque sabe que no miento, sabe que todo lo que digo es verdad, únete a mi y serás poderosa, serás un honor para tu apellido, ¿Qué dices Hydra? —Su sonrisa se hizo mucho mas grande.

— Hay vida fuera de esta habitación de cuatro paredes, ¿sabías? —Aquella burlona voz despertó de nuevo los sentidos de Alya— ¿Tus pensamientos te atormentan de nuevo? —Preguntó entrando a la habitación.

Ellito Scamander curioso por genética.

— Si lo que sucede es la pena de quedarte aquí durante las vacaciones, sabes bien que puedes quedarte el tiempo que necesites, mis abuelos están muy felices con tenerte aquí —Incluso si no era ese el tema que tenía distraída a Alya, realmente era un tema que también debía discutir consigo misma.

— Señor, le llama el amo —Habló tímidamente Monnie la elfa domestica de la casa, salvando a la castaña de darle explicaciones a Elliot, misma que sin dudarlo salto de la cama para evitar cualquier conversación incómoda.

La guarida Scamander era inmensa, cálida e impresionantemente extraña, con más flora que muebles y abundante verde por todos lados, definitivamente era ese lugar que podías imaginar mudsrte y vivir por siempre al convertirte en una huérfana como Alya, por lo mismo ella no podía entender como seguía sintiéndose fuera de lugar, con un sentimiento agrio que le reclamaba que ella debería estar en otro lugar.

— Abuelo, ¿Nos llamaste? —Preguntó Elliot al asomarse en la recámara principal de sus abuelos, cuando este avión la puerta pudieron ver un maletín abierto reposando en la cama, nos acercamos lentamente y Alya brincó del susto al ver al abuelo de Elliot salir de golpe del fondo de aquel maletín.

— ¿Que tal, niños? Lamento haberlos molestado, pero llegó una carta para Alya y supuse que era importante —Sacó un sobrecito de su bolsillo y con una sonrisa regresó de nuevo al interior de la maleta