𝐖𝐞𝐚𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬 / A Harry Potter fanfiction /

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𝙲𝙰𝙻𝙻𝙴𝙹𝙾𝙽 𝙳𝙸𝙰𝙶𝙾𝙽

Gryffindor perdió contra Hufflepuff y Harry derrepente había caído desde una altura muy alta por culpa de los dementores.

— Está un poco pálido, ¿No? —Preguntó Ron.

— Que esperabas cayo más de treinta metros —Contestó Elliot— Échate de la torre de astronomía a ver como te ves.

— Probablemente un poco mejor que de costumbre —Por fin habló Evans despertando.

El partido había sido fuerte pero en un momento Harry se desvaneció entre las nubes y comenzó a caer, estoy feliz porque ganó mi equipo pero el estado del azabache me impide demostrarlo, todos empezaron a contarle lo que paso después de su desmayo como su escoba estaba destrozada o que Oliver quería ahogarse en las regaderas. 

— Eres genial para encontrar maneras de morir, Evans —Hablé haciendome lugar entre todos, hace tiempo que no hablabamos, pero la angustia de pensar que le podía suceder algo hizo que me quedara.

— Pensé que no habías venido —Dijo atónito al verme.

— ¿Tú estás demente? Siempre me preocupará mi mejor amigo.

— Gracias, enserio —Sonrío con energía inmensa y me hizo creer por un pequeño instante, que aun no perdía del todo a mi compañero de aventuras.

°°°

Pasaron varios días —muy atareados si me lo preguntan— entre las clases de Hogwarts y las clases de tiro de arco con Malfoy, todo era bastante complicado.

El rubio y yo últimamente hemos estado pasando tiempo en la torre de astronomía, ambos parecemos tener problemas de insomnio, le conté todo lo que paso conmigo en la cámara secreta, pero omití lo de mi madre, al igual que el me contó los infiernos que pasa en su casa con su padre y lo difícil que ha sido para el tratar de hacerlo sentir orgulloso. Al final de todo no es tan malo.

— Ya estamos por llegar, Ela —Habló Malfoy regresando a su asiento frente a mi. Dumbledore nos dió permiso de salir a Gringotts a resolver lo que prometió de la herencia de mi familia, supuestamente vendría sola, pero una cabeza rubia se ofreció a acompañarme.

Desde que le dije a Malfoy mi nuevo nombre me llama "Ela Longbottom" me molesta que lo haga porque aun no me acostumbro y nadie mas que él lo sabe.

- Gracias Lucius -Contesté aun viendo a la ventana, pero pude ver por reojo que giro los ojos.

— Que poco original, Longbottom —Gruñó a mi dirección.

— Sí, y respeta a tus superiores, Black —Contesté. Solía molestarlo con el hecho de que mi sangre era mas pura que la suya.

Después de algunos minutos mas de viaje, un poco de caminata y platicas interesantes con Malfoy al fin llegamos a Gringotts. Al entrar el lugar estaba administrado por elfos, nos acercamos a uno de ellos y el profesor que se ofreció a llevarnos habló.

— Venimos a ver la reserva de una bóveda —Y en seguida le paso los papeles que me había dado Dumbledore.

El elfo nos miro con una de sus despectivas miradas y después de algunas platicas con el profesor y una que otra con Malfoy al fin nos dirigíamos a la bóveda.