𝐖𝐞𝐚𝐤𝐧𝐞𝐬𝐬 / A Harry Potter fanfiction /

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𝙸 𝚆𝙾𝙽𝚃 𝙻𝙴𝚃 𝚈𝙾𝚄 𝙳𝙸𝙴

Bella se sentó en su silla habitual junto a Tonks y Lupin. Después de lo que había visto se sentía bien con saber que Remus en realidad nunca quiso lastimar a su madre y le debía muchísimo.

— Están listas las...

— ¡EMPANADAS ARGENTINAS! —Sirius termino la frase de Molly ganándose la carcajada de los presentes.

— Feliz cumpleaños, pulga —susurró Remus más para el que para Bella.

Todos comenzaron a comer, era más que sabido que el sazón de Molly es especial, sobre todo si se trata de las tan nombradas empanadas argentinas. En cierto punto Bella suspiro y sintió como si acabara de despertar, todas las sonrisas y conversaciones de las personas al rededor iban en cámara lenta y ella se sentía en casa.

— Bella, ¿escuchaste lo que acabo de decir? —Le preguntó Molly a la desconcentrada Bella.

—No lo creo, esta demasiado ocupada comiendo. No la culpo —La defendió Sirius metiéndose una empanada en la boca, ganándose unas cuantas risas de parte de Bella.

— Creemos que estas lista, que es momento de que vuelvas a Hogwarts —Repitió Molly con sus labios formando una ligera sonrisa.

— Ve a preparar tus cosas, niña —Correspondió Remus.

— ¿Qué? ¿¡De verdad!? No jueguen conmigo —La sonrisa de Bella se extendió cada vez mas al ver que no mentían y con tres saltos de emoción salió corriendo del comedor hacía su habitación, subió las escaleras sigilosa para que Kreacher no alardeara con sus preguntas sin sentido y como un rayo sacó una de las maletas que trajo su primer día.

Apunto de poner su maleta a los pies de la cama se encontró con la caja que Tonks había traído unas pocas horas antes, se sentó en la cama y se tomo el tiempo de abrirlas.

Había regalos de parte de Elliot, Theodore, Blaise y Annelise junto con otros regalos de sus amigos de otras casas. Apunto de terminar con sus regalos de cumpleaños una cajita pequeña se hallo escondida al fondo de la caja, un collar con la figura de unos lentes redondos y un gorro de santa; al fondo de esta una fotografía.

"Lo lamento. Por todo. Feliz cumpleaños" Se leía en la parte trasera de la imagen, no tenía que ser muy inteligente para saber de quien se trataba, su mente, alma y cuerpo se encogieron, se desconectaron de todo lo que podía pasar para enfocarse en la imagen y el regalo de su viejo amigo.

Narradora.

Faltaba un día para la ultima prueba del torneo de los magos en Hogwarts y la emoción se hacía presente en los alumnos, más en los participantes, los nervios recorrían cada rincón del colegio.

— Pronto regresaré a Beauxbatons —Habló Annelise hacía Elliot.

— Sí, lo sé —Contestó este sentado en el patio— Te extrañaremos ¿sabes?.

— Igual los extrañaré —contestó ella. Dejando la vista varada en los ojos de Elliot acercándose peligrosamente a el.

Ninguno de los dos se movía o evitaba los movimientos de Anne, poco a poco ambos sintieron sus respiraciones golpear entre ellos el aliento caliente de ambos mezclándose dañinamente, centímetros separaban sus bocas esperando que alguno diera el primer paso.