O8 pt. 2

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Doyoung abrió la puerta del despacho, el chirrido de las bisagras se hicieron oír llenando el pesado silencio. Un hombre alto, delgado, vestido con un traje grisáceo, el pelo peinado hacia atrás y unos lentes redondos de marco negro sobre sus ojos, lo esperaba parado frente a la ventana, justamente detrás del escritorio del director. La mirada gélida y despiadada de éste hizo temblar por dentro al chico, quien trataba de mantener la compostura y no mostrarse nervioso.

—Toma asiento —le ordenó su padre con una voz ronca.

Doyoung cerró la puerta y procedió a sentarse en uno de los sillones.

—¿Dónde está el señor Lee? —Doyoung preguntó mirando a su alrededor, buscando la presencia del director de la escuela. No quiera quedarse a solas con su padre.

—Aquí no, claramente.

Doyoung asintió, sintiendo como de repente sus manos comenzaban a temblar ligeramente.

Kim Dongyu, se dio la vuelta observando hacia la ventana en tanto colocaba sus manos en el bolsillos de su pantalón, en un gesto relajado a sabiendas de que tenía la situación bajo su control.

—¿Qué hay de Bae Joohyun? —preguntó.

—He intentado hablar con ella pero no pude convencerla de reanudar nuestro compromiso —informó eligiendo correctamente sus palabras aunque sabía que no importaba la manera en que lo dijera, la noticia no haría para nada feliz a su padre.

Doyoung no podía ver su rostro pero podía imaginar claramente la manera en que éste luciría. La mandíbula tensa, los labios torciendose en un gesto de desagrado y el par de ojos oscureciendose.

—Doyoung —Dongyu soltó un suspiro antes de continuar—, tú y yo teníamos un trato, quiero pensar que no te olvidaste de él.

Doyoung bajó la mirada inconcientemente, sintiéndose pequeño.

—No lo olvidé, padre.

—¿Entonces? Ha pasado un mes y aún no has cumplido con tu palabra.

—Joohyun se ha negado a hablar conmigo, ella sigue enfadada. No me será tan fácil convencerla —trató de justificarse.

—No me importa escuchar tus excusas, Doyoung. He sido muy claro contigo. Si tú recuperabas a Bae, entonces yo no me metería con tu chico pero como no has logrado nada hasta ahora, entonces, ¿qué debería hacer?

La preocupación y el miedo se apoderaron de Doyoung quien, por el golpe repentino de emociones, se incorporó bruscamente del sillón. Dongyu se dio la vuelta para enfrentarlo.

—Padre, por favor, él no tiene la culpa de lo pasó, no lo involucres en esto, te lo suplico.

El hombre sonrío cínicamente, adorando la facilidad con la que podía doblegar a Doyoung.

—Sólo necesito un poco más de tiempo, por favor, dame otra oportunidad —la voz de Doyoung se quebró.

—¿Cómo puedo confiar en tu palabra si lo único que haces es tropezar con la misma piedra? —dicho esto, Dongyu tomó un sobre de papel madera del escritorio y lo lanzó para acercarlo a Doyoung— Mira esas malditas fotos, Doyoung.

El corazón de Doyoung se aceleró atemorizado, teniendo un fuerte deja vú sobre la última vez que había estado en esa oficina con su padre. Tomó el sobre sacando lentamente el contenido de éste, sosteniendo una pila de fotos entre sus dedos. Con tan sólo ver la primera ya sabía de lo que se trataba.

Eran fotos de Johnny y él en el campamento, más específicamente esa noche que habían hablado por última vez. Las primeras fotos eran de él sentado al lado de Johnny y las otras eran del momento en el que él había agarrado su brazo.

prince || johndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora