prince || johndo

O4

Los nudillos de Johnny golpearon la puerta de madera barnizada, creando un eco en el vacío pasillo.

Al final, Johnny había perdido su receso intentando encontrar a Kim Doyoung y entonces fue consciente de lo enorme que era la escuela y de todo el tiempo que le tomaría terminar de recorrerla por completo. Cuando quiso darse cuenta, ya habían pasado quince minutos desde que había empezado la clase de literatura, lo cual no eran tan buenas noticias considerando el temperamento del profesor. Pero, al contrario de sentirse preocupado, Johnny continuó con su búsqueda, después de todo, luego habría lugar para los arrepentimientos. Estuvo deambulando por los pasillos de la escuela por un largo rato, siendo sorprendido por algunos profesores que lo cuestionaron sobre su ausencia en su respectivo salón de clases, logrando esquivarlos de manera ingeniosa, hasta que su mente logró iluminarse y apuntar hacia un camino.

Si Kim Doyoung era el presidente del consejo estudiantil, entonces, había grandes posibilidades de encontrarlo en el salón del mismo.

Johnny tuvo que darse una palmada en la frente por no haber considerado esa opción antes porque de por sí ya había perdido mucho tiempo buscando a cierta persona, ahora también tendría que esforzarse para encontrar dicho lugar. Pero no tardó tanto como había pensado porque en solo unos cuantos minutos, se encontró a si mismo fuerte a una puerta alta y anticuada que llevaba colgado un cartel con las palabras "CONSEJO ESTUDIANTIL" grabado en él.

La puerta se abrió dejando ver a una chica con el cabello castaño decorado con una vincha de tela azul, haciendo conjunto con el color de su uniforme. Unos ojos brillantes y una sonrisa abrazadora lo recibieron con alegría.

—Seo, ¿qué haces aquí? Hace tiempo que no te veía —la sonrisa nunca desapareció de su rostro.

—Wendy, digo lo mismo ¿Cuánto a pasado? ¿Una semana? —Johnny bromeó.

—Tampoco exageres, fueron cinco días como mucho.

—Una eternidad, ¿no es así?

Wendy rodó los ojos en tanto soltaba una pequeña risa.

—Como sea, ¿qué te trae por aquí?

Johnny aprovechó para dar una ojeada al interior del lugar o, más bien, lo poco que podía ver de él ya que Wendy aún seguía parada en la entrada en trato sostenía la puerta y esto le bloqueaba gran parte de la visión.

—Estoy buscando a alguien —contestó.

—¿A quién?

—Kim Doyoung.

De repente el rostro de Wendy se tornó serio e incómodo, miró preocupada hacia adentro del salón como queriendo estar segura de que nadie la estaba viendo, salió hacia el pasillo cerrando la puerta detrás de sí.

—¿Para qué lo buscas? —cuestionó.

—Necesito hablar con él.

—¿Sobre qué?

Johnny ladeó la cabeza confundido, Wendy se veía nerviosa.

—Es algo que me gustaría hablar en privado —insistí provocando que Wendy soltara un suspiro pesado.

—El presidente está muy ocupado y no será posible que te reúnas con él.

—Pero sólo serán un par de minutos, no tomará mucho tiempo.

Claramente, ella estaba a nada perder la paciencia, entonces me empujó colocando una mano sobre mi pecho, alejándonos a ambos hasta llegar al otro extremo del pasillo, donde había una vidriera decorada con trofeos y medallas.