XVII.

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El castaño había salido de clases junto a su amigo, por primera vez en mucho tiempo Kook no se había saltado ninguna clase.

Recuerda que tienes que esforzarte en la escuela.

¿Cómo es que sabes tanto sobre él?

De todo el tiempo que llevamos juntos... Siempre terminamos platicando sobre nuestros gustos. -dibujó una pequeña sonrisa.

Parece que se conocen de arriba hacia abajo... -susurró- ¿Pero no ayer tuviste clases? ¿Por qué ir dos días seguidos?

Bueno... Hyung me está enseñando a tocar una canción, así que pensamos que tal vez tendríamos que vernos más seguido.

Si pasan más tiempo juntos hasta podrían acabar enamorados el uno del otro.

Su plática había sido interrumpida cuando el celular del castaño comenzó a sonar y vibrar.

¿Quién es?

H-Hyung...

¿Qué? ¿Te está llamando?

Kook se quedó perplejo, porque era la primera vez que lo llamaba.

—¿Qué hago? -estaba demasiado nervioso.

¿Qué más vas hacer? Contesta la llamada.

Le hizo caso a su amigo y contestó la llamada.

—¿H-Hola?

Hola JungKook, ¿Saliste de clases?

Sí, ¿Por qué?

Iba a decirte que nos viéramos más tarde. Ya no nos veremos en el café.

¿Por qué?

—Siento que no podremos concentrarnos bien. Así que estuve pensando que... Podrías venir a mi casa.

El corazón de JungKook comenzó a revolotean y en su estómago sentía mariposas. Estaba emocionado y feliz, sensaciones y emociones que no podía explicar.

¿Qué dices?

Ah, ¡Está bien! Hyung, enviéme su dirección e iré a la hora que puedas.

Está bien, nos vemos.

JungKook colgó la llamada y se quedó en blanco.

—Oye, ¿Qué dijo? ¿JungKook? ¡Vamos viejo, dime!












[...]













Jeon estaba parado en frente de la puerta de su apartamento, estaba demasiado nervioso que las manos le sudaban y sus manos temblaban.

A los diez minutos de estar parado decidió tocar el timbre y esperar a que Min saliera.

Cuando la puerta se abrió, Kook vio a YoonGi sonreírle.

—Entra.

Gracias hyung.

El castaño aún nervioso entró mientras veía sus alrededores, era pequeño pero acojedor.

—Siéntate en la sala y ponte cómodo, tendremos que trabajar muy duro hoy.

He estado practicando en la escuela.

Eso es bueno.

JungKook sonrió en sus adentros, el mayor fue hasta él y se sentó a un lado para que luego se le quedara viendo el rostro por un tiempo. El castaño se puso nervioso y trató de agachar la cabeza.

—¿Te lastimaste? ¿Tuviste una pelea?

No es nada importante... Me topé con un gato ayer y lo quise acariciar, pero me atacó.

Espera aquí.

Vio a su hyung levantarse de nuevo e irse para luego volver con un pequeño botiquín de emergencias.

Ah, está bien.. No es tan grave.

Tienes que proteger tus heridas para que no tengas una infección.

YoonGi tomó una bendita y la puso en la mejilla del menor, quién tenía el corazón a punto de explotar.

—Debes ser más cuidadoso.

Entiendo. Gracias hyung. -sonrió levemente.

Luego recordó los dulces que tenía en su mochila.

Ah, cierto. Hyung, ¿Quiere un dulce?

¿Compraste dulces?

L-La verdad es que... Los compré para t-ti...

Volvió a bajar la cabeza, sus mejillas se habían puesto rojas al igual que sus orejas, el mayor se quedó perplejo y un pequeño rubor en sus mejillas había aparecido.

—Oh... Gracias, JungKook... ¿JungKook?

El chico no respondía, no quería que viera su rostro rojo.

B-Bien, saca tu guitarra y plumilla. Vamos a trabajar.
















—r4Em.

El chico de la guitarra azul ʸᵒᵒⁿᵏᵒᵒᵏ Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora