Libro de pedidos:
~Los pedidos no tienen por que ser Lemon pero si los pedís lo hago encantada como la pervertida nata que soy.
~Menciono a la gente que me hace los pedidos pero si quieres que no te mencione solo tienes que dejarmelo claro por mensa...
Las horas de clase estaban siendo eternas para Freya. Ese día lo estaban dedicando especialmente a la teoría y estaba siendo demasiada información de golpe, y más aún cuando no le apetecía estar en clase. Cada palabra que Present Mic pronunciaba pasaba a ser ruido de fondo y nada más, pues su mente comenzaba a dispersarse en otros asuntos menos importantes.
Apoyó su mentón sobre la palma de una de sus manos y dirigió su mirada hacia un lado, obteniendo la visión de su novio.
A Bakugou se le veía aburrido, pero Freya sabía que estaba muy concentrado por lo aplicado que era con los estudios y las notazas que sacaba en los exámenes teóricos, y eso no lo conseguía por no atender precisamente.
Pero a pesar de que Freya era perfectamente consciente de lo enserio que se tomaba Bakugou todo aquello decidió hacer una travesura, aprovechando que Present Mic estaba escribiendo algo en la pizarra. Extrajo el movil de la mochila y tras escoger una foto de su galería decidió enviarsela a su novio, esperando una reacción pacientemente, pero este— como era obvio —tenía el móvil en silencio, por lo que estuvo un buen rato mirándole hasta que Bakugou se sintió lo suficientemente observado como para voltear su rostro hacia ella y enarcar una ceja confuso.
La muchacha le señaló el móvil por debajo de la mesa, indicándole que lo revisase. Bakugou frunció el ceño y negó repetidas veces con la cabeza. No iba a permitirse que le pillaran con el móvil, quería su expediente impoluto y además por muy cansado que estuviera quería seguir atendiendo, pero el hecho de que su novia no le quitase los ojos de encima y le insistiera por lo bajo le obligó a acceder de muy mala gana, aprovechando el momento idóneo para hacerlo y no ser visto.
Bakugou encendió el aparato, viendo que en efecto había recibido un mensaje de su novia, bueno, más bien una foto, cosa que picó su curiosidad. Al meterse en el chat y ver la foto al completo sus ojos se abrieron de par en par y sus mejillas adquirieron un tono bastante rojo. Apartó sus ojos de la pantalla para mirar en todas las direcciones, temeroso de que alguien a su alrededor hubiera visto lo mismo que él cuando sabía de sobra que desde su posición ni siquiera Deku— que estaba sentado tras él —podía ver nada.
Era una foto bastante sugerente de Freya, que salía envuelta en lenceria de encaje que simulaba ser un uniforme escolar. Consistía en una falda bastante corta de cuadros rojos, un top negro con el que se transparentaba claramente sus generosos pechos, entre los cuales se asomaba una corbata roja.
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