CAPÍTULO 6 CAN

4.6K 155 42
                                    

CAPITULO 6

CAN

-          Sinceramente no me lo puedo creer… - trato de evitar rodar los ojos. Apoyo mi pie en la mesa pequeña delante de mí fingiendo indiferencia, sus ojos se clavan en mi pie, pero su sonrisa de satisfacción no se desvanece por mi pequeña ofensa a su mobiliario.

-          Pues créelo porque es verdad – susurro sosteniendo sus ojos azules.

-          ¿Hay alguna razón en particular? – pregunta acomodando su saco y cruzando su pierna sobre otra.

-          Estoy cansado, – respondo con seguridad – tan simple como eso.

-          ¿Como alguien puede cansarse de todo esto? – su dedo hace un giro en el aire como si quisiera enfatizar la opulencia de su oficina. Es bonita sí, pero solo son cosas brillantes, si yo quisiera algo brillante voltearía a ver al sol.

-          Al parecer yo, quiero seguir con mi vida, pero no en el centro de todo o sintiendo que le vendí mi alma al alguien, no estoy dispuesto a asumir el papel – levanta sus cejas impresionado, cualquiera diría que le estoy contando imposibles. Eso lo que no me gustaba de esta gente, de esta familia, mi familia, no entendían como alguien podía tener sueños, ideales o proyectos diferentes a los que ellos tenían. Todos eran como abejas siguiendo a la reina.

-          ¿Estás seguro? Todo el mundo sabe que eres el favorito – una sonrisa sarcástica evita que quiera volver a rodar los ojos otra vez. Estoy seguro de que él es uno de los que anda tras mi cuello por esa estúpida decisión que no toma a nadie en cuenta, solo los caprichos de un viejo muerto, sus dos hijos mayores y sus hijas tan locas como mi madre que no podrían importarme menos.

-          No hubiera venido si no estuviera seguro. No quiero mi parte de la herencia y mucho menos el “gran mérito” que viene con ella – declaro con firmeza como por quinta vez. Para mi gran molestia se ríe.

-          ¡Vamos Can! ¡Tienes que estar bromeando! La última vez que vi a mi tía Huma estaba desesperada por qué te encontrara y ahora tú, te presentas en mi puerta a decirme que no quieres nada de eso y que además nos quieres abandonar, ¿bebiste algo y no me invitaste? No estarás intoxicándote… - por extraño que pareciera los altos mandos de toda esta secta de lunáticos eran de todo menos adictos a sustancias o cualquier porquería de esas, yo mismo rara vez tomaba de más, quizá un cigarro o puro de vez en cuando, pero nada demasiado fuerte. Su única adicción es el dinero, la soberbia y la manipulación, no sé qué es peor.

-          Levant no sé cómo dejártelo más claro, no quiero nada – me apoyo en el reposabrazos del pequeño sillón tratando de fingir toda la indiferencia que puedo, con esta gente uno no debe de mostrarse débil o darles mucha importancia a las cosas – toma mi lugar o cualquiera, realmente no me importa.

-          ¿No será por una mujer? – pregunta con ojos burlones. No me muevo de mi posición.

-          ¿Te parezco el tipo de hombre que se queda con una mujer? – pregunto con indiferencia haciendo un ademan con mi mano a mi persona.

-          No lo sé, – se encoje de hombros con una sonrisa fingida – últimamente no pareces tú mismo…

-          Emre quiso robarme y la policía estaba detrás de mí, – me justifico con frialdad – perdóname si no estoy de mejor humor…

-          Es un buen punto – asiente pasándose su mano por su tupida barba – me llego un rumor… algo sobre que estabas encaprichado de una chica.

DEJAME ATRAPARTE: ENTRE SUS BRAZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora