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Esperaba que todo saliera como lo teníamos planeado, no solo sentía mi propio miedo sino que el de los demás también. El corazón me latía furioso contra el pecho, este sería el peor momento para que el pasado me comenzara a atacar, necesitaba estar tranquila si quería proteger a todos lo que amaba, ya habíamos perdido a muchas personas, no podíamos seguir así. Le dije a los soldados que iban conmigo que me esperaran, buscaría algún punto ciego para entrar en la oficina del comandante de la legión; lugar que había sido elegido por Eren para mantener encerrada a Mikasa.  

Logré colarme dentro de la habitación, la chica estaba amarrada a una silla y parecía estar inconsciente. Comencé a darle pequeños golpes en la cara para que reaccionara, abrí sus ojos y estos parecían desorientados como si no entendiera nada de lo que estaba pasando; su vista se enfocó en mí y una rabia comenzó a apoderarse de su cuerpo, el desgraciado de Eren había usado sus poderes de fundador en la chica. Le pedí perdón mentalmente y puse en su mente una de sus peores pesadillas para que dejara de luchar contra mí, me dolía tener que hacerle eso a mi amiga pero era la única forma. Hechicé de nuevo su mente para que cuando viera un destello verde esta atacara a Eren con todas sus fuerzas, salí de la habitación buscando a mis soldados. 

No los encontré por lo que supuse que Jean había fallado al tratar de detener a Yelena, sin más la muchacha apareció frente a mí con una sonrisa de burla en su rostro. Se veía bastante confiada y no llevaba ningún arma consigo, no dudó lanzarse a pelear conmigo lo primero que hizo fue lanzarme una patada la cual esquivé con ayuda de mis poderes, lancé un golpe a su mandíbula tratando de desestabilizarla, esta se fue hacia atrás y escupió un poco de sangre al piso; trató de golpearme usando sus puños pero fui más rápida. Me agaché golpeando su estómago de un puñetazo para luego botarla al suelo de una patada, me acerqué a su oído y le susurré un "Ve tu eterna pesadilla" traje a su memoria los peores recuerdos de su vida.

Con dos soldados menos, fui en busca de Eren pero un gran derrumbe me hizo caer al piso; por las ventanas del castillo pude ver algo que increíble. Las murallas se estaban derrumbando mientras que los titanes colosales que las formaban comenzaban a cobrar vida, esto no podía ser bueno; me levanté del piso y corrí en busca de Armin y de Jean necesitábamos comenzar no solo a atacar sino que a evacuar a los inocentes, no sabía si contábamos con los soldados suficientes para llevar a cabo todo. Necesitábamos también encontrar a Historia, ella estaba en peligro al tener sangre real Eren podía querer utilizarla para sus malévolos planes. Encontré a Connie y Jean junto a unos soldados heridos, al parecer Yelena les dio mucha pelea voltearon a verme con una mueca. 

- Ese desquiciado despertó a los titanes de las murallas - dijo Jean.

- No nos dará tiempo de ir pueblo por pueblo, ciudad en ciudad para avisarles - dijo Connie.

- O quizás no tengamos que ir a ningún lado - dije mirándolos - Yo les daré la orden ahora.

Tomé impulso con mis pies y comencé a levitar, mis manos brillaron con la energía verde viéndose  cada vez más intensa. "Aléjense de las murallas, busquen un lugar seguro es una orden de la legión" mis ojos brillaban igual que mis manos, miles de destellos verdes salían de mi cuerpo; podía escuchar la voz de Armin diciéndole a los demás que estaba mandando ondas cerebrales para que los civiles huyeran.

No nos tomó mucho tiempo llegar al castillo donde nos dimos cuenta de que Historia estaba fuera de peligro, los soldados de Eren quisieron llevársela pero no pudieron ya que la policía militar defendió a la reina del peligro, nos reunimos con Historia en su oficina y la pusimos al tanto de la situación. 

- Nos tememos su alteza que está en grave peligro - dijo Armin - Eren ha perdido la cabeza.

- En ese caso y dado a que Yuki tiene sus poderes  - dijo ella mirándome - No dudes en matar a Eren si es necesario para acabar con este caos.

El destello de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora