07 | una pequeña confusión

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VII. A SMALL MIX-UP

—¿A qué viene tanta prisa?

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—¿A qué viene tanta prisa?

Allison le lanzó a Draco sus pantalones para que se los pusiera, mientras se abrochaba la camisa con prisas en la oscuridad del armario escobero.

—Las clases han empezado hace diez minutos —avisó Allison, agarrando la corbata y colocándosela deprisa y sin fijarse—. No me apetece escuchar a Snape quejándose.

—¿Y si mejor repetimos?

—No. —Allison le empujó un poco para poder abrir la puerta y salir—. Cada minuto que tarde serán cinco puntos menos.

Draco resopló y Allison cerró la puerta después de salir, caminando de forma apresurada hasta la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Se habían estado enrollando en aquel armario desde que había tocado la sirena. Sentía los labios hinchados y el aliento agitado, sin poder quitarse de la cabeza esos minutos. Lo había intentado, pero despojarle de la camisa no era tan fácil cuando él era el que llevaba la voz cantante.

Tampoco pasa nada por disfrutar un poquito antes de ver si es o no un mortífago.

Cuando llegó al aula, abrió la puerta sin llamar y todos se la quedaron mirando, algo que dio por normal puesto que llegaba tarde. Pero, cuando Snape se giró a ver quién había interrumpido y la vio, una sonrisa sarcástica se formó en su cara.

—Señorita Potter, estoy seguro de que es una gran fan de Slytherin, pero no era necesario que trajese puesta una corbata de mi casa.

Ella se frenó a medio camino, bajó lentamente la mirada y se encontró con que llevaba una corbata verde y plateada. Había cogido la de Draco sin darse cuenta.

—Diez puntos menos por llegar tarde, y otros diez por venir con la vestimenta inadecuada.

Sin hacerle mucho caso, Allison se sentó en el único hueco libre que había, al lado de Lavender y delante de Seamus y Dean. Se quitó la corbata y la dejó de malas maneras en una esquina de la mesa, sacando el libro de la asignatura.

Snape les estuvo hablando por cinco minutos, hasta que les indicó que leyeran en silencio las cinco páginas siguientes del libro.

—¿Con quién estabas? —le preguntó Lavender en un susurro.

—No te lo voy a decir, que luego lo largas todo por ahí.

—Oh, vamos, yo sé guardar secretos.

Seamus soltó una sonora carcajada, y ambas chicas se giraron hacia él.

—No le creas una palabra —le avisó a Allison—. Luego nos lo cuenta todo a nosotros y a Parvati.

—Y vosotros me lo contáis a mí después, y yo se lo digo a Gin —concluyó Dean, dándole un codazo a Seamus, quien puso una mueca al escuchar el apodo de la pelirroja.

[4] ILLICIT AFFAIRS, wizarding worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora