She's a Fighter ©

Capítulo 9: ¿Yo? ¿Princesa?

-¡Suéltenme, puedo sola!- espeté entrando en mi apartamento y zafándome de los brazos de todos mis amigos. Sí, había estado en un hospital, pero ¿por qué no podría hacer cinco pasos sola? Solo necesitaba sentarme en algún sitio y listo.

Arrastré los pies hasta el sofá y me tumbé en él. Si tuviera una televisión en mi habitación probablemente me encontraría encerrada allí y acostada en mi cómodo colchón. Pero claro, para eso me faltaban unos cuantos ahorros. 

-¿Cómo estás, Chloe?- me preguntó Judy jugueteando con mi cabello a mi lado.

-Ahora muy bien, cielo.

Le sonreí y la coloqué sobre mi regazo. Ahora ella controlaba el mando de la televisión y en la pantalla se mostraba una pequeña princesa que cantaba y bailaba.

-¿Quieres algo, Chlo?- preguntó Luke mientras se colocaba detrás mío.

-No me llames así, por favor.- pedí entre un bostezo.- Si quieres siéntate. No creo que aguante demasiado despierta.

Él me sonrió mientras me contaba lo mucho que se había preocupado por mí en la fiesta. Su gesto me enterneció un poco, pero luego comenzó con que de verdad había pensado que lo había cambiado por Jayden aquella noche.

-No, Luke. No te cambié. 

-Menos mal.- fue lo único que dijo.

Después de un rato, Mike y Stacy se retiraron con la excusa de que "debían hacer cosas importantes". No me atreví a preguntar qué cosas por temor traumarme de por vida. Luke y Judy se entretuvieron con una película de animales parlantes mientras yo me adormecía cada vez más. Sam y Jayden se habían ido juntos al centro comercial directo desde el hospital. Debían comprar algo para comer y él quería aprovechar su día libre para hacer cosas normales. 

Otro más que quería ser algo que no podía. Igual que yo.

-¿Puedes despertar, maldita sea?- escuché mientras alguien sacudía mi hombro desesperadamente.

-¿Qué?

-¡Son casi las ocho! ¿Quieres cenar?- preguntó Sam soltándome bruscamente.

-¿Las ocho? Eso quiere decir que dormí todo el día. 

Me senté cuidadosamente y comprobé que estaba en mi cama. Ahora vestía mi pijama y Judy descansaba plácidamente en la cama de mi compañera.

Aguarden... antes de dormirme no llevaba esta ropa. Eso quiere decir que Luke... Luke... ¿Luke me vistió? 

Eso o mi pijama era mágico.

Hice una mueca de asco y un escalofrío me recorrió la espalda. Que desagradable.

-Sí, sí. Muy dormilona. ¿Quieres cenar o no?- espetó Sam.

-Sí, quiero.

Me levanté despacio y desperté a Judy. Ella me sonrió con cansacio y corriendo llegó hasta la cocina. La seguí, un poco más lento, mientras comprobaba que aún llevaba el sostén. Bueno, al menos era algo.

Me senté sobre la encimera mientras bebía un vaso de zumo ya preparado.

-Podría haber sido veneno.- gruñó Sam mirándome con odio.

-Un veneno demasiado delicioso. 

Puso los ojos en blanco y se sentó al lado de la niña. Pude ver que sobre la mesa descansaba una bandeja de patatas y un pedazo de carne. De seguro era comida rápida. 

-¿Ya empezaron sin mi?- gritó una voz gruesa desde mi habitación.

¿Y ahora qué? 

-No, Bruce. Ven. Oh, y llama a Jayden.- respondió mi compañera en el mismo tono.