Confrontaciones, Parte 2

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Decir que tenía miedo era poco, no solo no tenía ni idea de lo que pudiera hacer ese chico de Kumo, que ya de que tenía una espada a la vista sabía que era del tipo combate cercano y por desgracia Chrome era más bien del tipo soporte, y la mirada del tal Omoi no daba ánimos de que las cosas fueran a ir bien, acababa de felicitar a su hermano por sus avances en amabilidad y empatía, algo que los dioses sabían cuánto había luchado porque le hiciera caso, pero ese mal presentimiento, uno que Naruto siempre le incitaba a hacerle caso, que ese instinto y sexto sentido eran algo bueno que podría ayudarle a la hora de enfrentarse al peligro, intentó calmarse, confiar en que la sonrisa amable de Chrome era una promesa de que volvería con bien, pero en cuanto los dos oponentes estuvieron frente a frente sus temores solo crecieron, y la mirada fría de Naruto solo le hacía creer que aquello que sentía era compartido por él.

— Quinto, cof, cof, encuentro de las, cof, eliminatorias —Anunció el hombre pasando sus miradas de uno de los contrincantes al otro— Nagisa, cof, Kurama contra, cof, cof, Omoi Kaminari —Pronunció los nombres como si también sintiera algo de temor, o tal vez era la paranoia que comenzaba a llenar el cuerpo de Kagami, que sentía que todo estaba conspirando para afianzar sus temores— ¡Comiencen! Cof

Ninguno de los dos se movió, lo que solo le ayudó a reconfortarse, mientras que Omoi esperaría para medir a su oponente, Chrome no tenía esa debilidad, ese aparente tiempo de espera ella lo estaba utilizando para tender su trampa, debía admitir que la actuación de su novia era perfecta, aparentemente temerosa, expectante, nerviosa, todo lo que debería sentirse al enfrentarse a un enemigo como lo era Omoi, un enemigo que nunca había enfrentado y que desconocía totalmente de lo que la chica era capaz, pero ella realmente debía estar tentada a sonreír ante la aparente victoria.

Y todos los demás estaban igual de creídos que el resto, sí bien todos conocían que la especialidad de los Kurama eran las ilusiones, pocos miembros de ese clan igualaban o superaban a Chrome, pero siempre podía fingir aquella debilidad, aquella debilidad que hacía que los otros se confiaran tanto al enfrentarla, aunque no era demasiado difícil fingir aquello, Chrome tenía una debilidad física que resultaba preocupante, sus huesos eran frágiles siendo que un golpe bien dado, o con más fuerza de la debida se los rompería, sus pulmones eran pequeños por lo que tampoco podría obtener demasiado aire, y sus músculos no eran tan fuertes, o usaba armas más livianas que el promedio o directamente no las usaba, sí, su novia era algo dependiente de él para cualquier cosa que requiriese algo de fuerza, por poca que fuera, pero no le molestaba, ella siempre estaba ahí para él, las largas charlas en las que se perdían en sus citas, donde no eran ninjas, solo eran dos personas que se querían, en resumidas cuentas no le importaba esa debilidad que le prometían que para casi cualquier cosa física él tendría que encargarse.

En cuanto Omoi pareció entender que su contrincante no se lanzaría al ataque, y por ende tendría que hacerlo él, sus puños se levantaron y de pronto algo los recorrió, electricidad cubría sus manos, pero al momento siguiente el suelo se quebró a sus pies, el sonido era lo suficiente para asustar a quien fuese, por lo que el moreno se detuvo viendo el suelo que comenzó a resquebrajarse, como un cristal que era golpeado, y las grietas siguieron extendiéndose por todo el suelo, para este punto estaba claro que aquello no era natural, aguantando la sonrisa al saber lo que ocurría me dediqué a mirar a mis compañeros, Natsu miraba totalmente desconcertado el lugar, misma expresión que la mayoría compartía, el pelirrojo del desierto tenía una mueca que aunque confusa demostraba que tal vez era como su hermano, mismo que parecía encontrar aterrador aquello.

Esa expresión era tan rara para él que se sorprendió, sabía que Naruto contenía al kyubi, era un secreto a voces dentro del clan, si bien solo lo sabían realmente Itachi, Shisui y él, algunas miradas que su hermano recibía dudaba que solo ellos tres, cuatro contando a Naruto, supieran aquel secreto, pero lo prefería así, un secreto a voces, todos lo sabían pero nadie lo decía, y que por ende el que las ilusiones en sí mismo no le afectaban, o no del mismo modo, el pelirrojo nunca se lo había explicado más allá de esa vaga explicación, pero sí él también veía lo que ocurría probablemente era tan sorprendente que necesitaría un momento para reponerse, estaba por acercarse a él, acostumbrado a ver a su hermano como alguien genial y cool, aunque algo frío e indiferente, por lo que ver aquella expresión nerviosa y casi asustada era sorprendente, pero entonces vio cómo su respiración se forzaba para regular una respiración que se había desacompasado ante el shock, cerró los ojos unos segundos antes de que la expresión neutral y casi fría volviera a su rostro, sí con eso había logrado liberarse de la ilusión o si por el contrario simplemente lo seguía viendo pero mantenía aquella expresión.

Naruto el Uzumaki ConquistadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora