Noches Frías. (Cameron's Spin Off)

4. ¿Podría ser más jodido?

✨❤️ Feliz Día de San Valentín. ❤️✨

Al llegar al hotel y entregar su credencial a los guardias de la entrada, la puso bajo la mira de todos.

La miraban desconfiadamente como si hubiera cometido un crimen. Todo se aclaró cuando Vianh les mostró las muletas que el doctor Yulian le había ofrecido.

Había dicho la verdad a medias, con una llamada al doctor para corroborar su historia había bastado para que fuera sólo puesta bajo un guardia de seguridad, uno que la seguiría el resto de la guía porque no iban a confiarse en la palabra de una Omega sólo por serlo.

Petra había sido el objetivo de varios ataques en el pasado, por lo que no sé confiarían. Y de todas maneras enviarán los informes completos. Porque ella no había sido captada haciendo nada fuera de la Ley.

Si la hubieran encontrado en un parque de atracciones a propósito, perdiendo el tiempo seguramente estaría en la cárcel rogando por su libertad por 6 meses y luego rogando que no fuera castigada con todo el peso de su Ley.

— ¿De verdad me acompañara a todas partes? — El guardia de seguridad la vio mal.

— Si quiere salir de Volkov hágalo, pero no podrá regresar nunca. — Le advirtió el Oficial. — Lo cuál no me sorprendería, la investigación aún no ha terminado. —

— ¡Dije la verdad! —

— ¿Usted caminó más de 50 kilómetros con un tobillo hinchado? ¿En serio? Incluso le daría la duda si fuera un felino o un canino. Pero no un Reptil, averiguaremos si está mintiendo. Y créame que así será. —

Se sentía tan impotente.

— Si tiene algún espía dentro de la manada más vale que... —

— Le digo que así fue. Yo no he hecho nada. —

— Es una suerte que los altos mandos no se hayan enterado, porque tanto mi trabajo como su cabeza peligraria señorita. —

Viahn se mordió la lengua, de verdad no diría que de hecho había platicado con la mismísima Luna de la manada, se reirían de ella, no le creerían.

— Lo que diga. —

El día parecía movido, más de lo que usualmente sería, porque no sólo tenía que esforzarse más para caminar en muletas, sino que estaban dejándola atrás otra vez, y que un oso le dijera que caminara más rápido cada dos segundos estaba llevándola al extremo del estrés.

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Cameron tenía una mañana productiva, con la esperanza de sacarse el lindo rostro de una hermosa y odiosa Omega, de la mente. Había adelantado sus reportes, proyectos e ideas, había trabajado tanto y tan rápido, que ahora no sabía cómo distraer su mente para no recordar los lindos mofletes de la preciosa Omega que había cargado en sus brazos.

"¿Su pie seguiría mejor?" Se preguntaba. Él quería saber si estaba mejor, sino sanaba llegaría hasta el punto de compartirle un poco de su sangre... Y no... No le daría de su sangre a una Omega desconocida. ¿Qué se creía?

¡Basta! Deja ese tema de lado.

Por lo que decidió averiguar primero cómo se llamaba la odiosa Omega que no iba a salir de su cabeza.

¿Cuántos años tenía? ¿Era soltera? Si no lo era, ¿Podría superar la muerte rápido? ¿Vivía con sus padres? ¿Le gustaban las moras azules? ¿Por qué era tan pequeña? ¿No crecería más? ¿Y por qué tenía esas mejillas bonitas? ¿Por qué tenía el impulso de morder sus mejillas? Y sus manos pequeñas...