"Malo"
"Realmente malo"
"Horrible"
"Ni siquiera sé hacer una fogata"
Eso fue lo que la Omega pensó al dar vueltas por todas las direcciones intentadas. Su torpeza era extrema, tenía dos pies izquierdos que la hacían tropezarse todo el tiempo.
Y esa vez no fue la excepción, pero pensó que su grupo de revisión tendría un poco de tiempo para esperarla mientras ella se sacudía y vendaba sus rodillas lastimadas.
¡Qué torpe fue! Otra vez...
"Todo está mal"
"Maldición"
Ella comenzó a caminar, estaba muy asustada, quizás si se enteraban que ella se había perdido y no era su intención alejarse, entonces lo pasarían por alto.
¿Y si no era así?
Demonios, todavía recordaba cómo le habían dicho que preferían que nadie se alejara de su grupo de excursión sino querían atenerse a las consecuencias.
Paró sus pasos cuando alcanzó a escuchar hojas secas crujiendo, eran pasos rápidos, no eran humanos, definitivamente, y su olfato le advirtió que aquellos que corrían eran Alphas.
"Mierda"
Corrió por su vida, Viahn nunca había corrido tanto en su forma humana como para que su pecho doliera, podría transformarse, pero su animal era increíblemente lento en tierra, a diferencia en el agua, así que en ese momento sentía pena por sí misma.
Los lobos que pudo ver al rabillo del ojo eran grandes y eso la asustaba aún más, sentía la presencia de una tercera figura, aunque no quería averiguarlo.
Pero todo fue demasiado bueno para ser verdad, ya había tardado en resbalarse y caer. Cuando una rama la hizo tropezar lo suficiente como para dejar casi su quijada en el barro, sus manos apenas habían absorbido el impacto.
Se quedó quieta al sentir las narices mojadas olfatearla, esos cambiaformas debían guiarse por sus instintos porque se gruñian uno a otro, sabía que era Omega, y que indudablemente tendría problemas con otros Alphas mientras todavía no tuviera una marca, pero ahí estaba siendo olfateada con insistencia por dos Alphas lobos a sus espaldas, ellos olían a una mezcla de flores del bosque siendo quemadas para transformarse en incienso.
— Fuera. — Una voz masculina había llamado a ambos lobos. "¿No van a matarme?" Aunque agradecida, Viahn no quiso voltear para ver de quién se trataba, porque sabía que tenía la cara llena de lodo, no quería avergonzarse aún más. — ¿Quieres que te ayude...? —
— No. — La Omega dijo con rapidez deteniendo a la figura masculina a su espalda.
De pronto el sonido de más hojas crujiendo la hicieron voltear encontrándose con un conejo que había llegado saltando. Viahn tuvo que parpadear muchas veces para aceptar que lo que estaba viendo no era una diosa, porque era otra Omega como ella, increíblemente adorable y hermosa.
— Niños, eso no se hace. — Había dicho con su adorable voz cuando regresó a su forma humana. Y Viahn apenas pudo moverse en su lugar, y cuando los ojos de la otra Omega se cruzaron con los suyos, sus mejillas enrojecieron y su hermoso rostro se llenó de preocupación.
— ¡Santos Claveles! Lo que han hecho. — La hermosa Omega se acercó con preocupación a Viahn. — ¿Estás bien? ¿Quieres que llamemos a los paramédicos? Diosa mía, ¿Te has lastimado? —
La Omega apenas negó realmente avergonzada por tener las miradas sobre ella y los dos lobos seguían ahí olfateando insistentemente.
— No, yo estoy bien... —
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Noches Frías. (Cameron's Spin Off)
Loup-garouLa nueva y reconquistada manada Volkov había abierto sus puertas al mundo. Su Alpha permitía ahora no sólo que otras especies de otras manadas la visitaran con permisos, y papeleo de por medio, pero algo que llamaba la atención eran sus recorridos...