12. ¿Es un Buen Defensor?

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— ¿Tío Cam? —

— ¿Mmm? —

Cameron había sacado a los gemelos del Alpha a comer un helado. Sabía perfectamente que si bien sus padres no estaban discutiendo por su tercer hijo, lo más probable era que estuvieran engendrandolo.

— ¿Puedo pedir chispas extra? —

— Seguro. Sólo no le digas a Holly. —

Hades asintió, el tío Cameron siempre los dejaba hacer lo que quisieran, igual que su padre. Porque siempre habían sido unos consentidos en ese aspecto, aunque su madre siempre los hiciera sufrir comiendo esas verduras que sólo no quería comer.

Ellos salieron del centro comercial tranquilos, agradecidos de poder salir un poco con su tío Cam, habían escuchado que se iba y a los gemelos no les agradaba la idea.

Su Patriot tenía todas sus maletas listas, y en teoría ese era su último paseo con ellos.

El camino de regreso a casa fue divertido para los chicos, porque fueron al parque en donde jugaron con otros pequeños, muy pocos en realidad porque la tasa de natalidad era muy baja en Volkov precedentes que habían heredado de la última guerra cuando aún era Ozloh.

— ¿Es cierto que vas a irte, Tío Cam? — Preguntó Damien tomando de la mano a su hermano mientras regresaban al auto después de jugar, porque ya era hora de regresar a casa.

— Un tiempo chicos, quizás tenga que regresar cuando haya terminado un operativo. — Ellos le sonrieron, les gustaba escuchar sus historias, en realidad un poco suavizadas, de algunos operativos.

— Yo también seré un buen policía cuando sea grande. — Hades le sonrió, admiraba a su tío.

— No soy policía, pero está bien si quieres serlo. Aunque tendrás que rogarle a tu madre. — Ambos pequeños hicieron una mueca. Su mami se ponía en lo que ellos llamaban "Modo no".

"¿Mami puedo comerme el pastel de lodo?"

"No."

"¿Mami puedo quemar el pelo del niño engreído del parque?"

"No."

"Mami ¿Puedo dormir siendo lobo en el bosque?"

"No" Su mami era la reina de los no, mientras que su padre.

Bueno, su padre decía que no había que quemar el pelo del niño oso engreído. "Podían arrojarle un panal de abejas."

Cameron carcajeó con las historias que los pequeños bebés le contaban. Estaba intentando distraerse de su realidad.

Abrochó sus cinturones antes de que quisieran alargar aún más su paseo. Y cuando estaba en el largo camino hacia su casa, casi ocurre un accidente en la parte de atrás de su camioneta.

— Pipí. — A Cameron le tomó por sorpresa el pedido.

— ¿Ah? —

— Baño, ahorita. — Ambos tenían ganas de ir al baño y sus caritas señalando sus pantaloncillos lo confirmaba, necesitaban ir al baño y estaba en medio de la nada en una carretera sola.

— ¿No pueden esperar un poco más? —

Ambos negaron y Cameron odiaba el hecho de que había olvidado ponerles un pañal. Mejor dicho, había olvidado todas sus cosas, porque últimamente estaba en la Luna.

— ¿Quieren hacer el uno o el dos? —

— Uno. — Dijeron al unísono, y él entendió.

— Bien, así lo haremos hoy, pero ni una palabra a sus padres. —

Noches Frías. (Cameron's Spin Off)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora