— Es aquí. — Cameron ni siquiera pudo explicarse cuando se bajó del auto hacia el edificio de su Omega. Él sabía perfectamente en donde era, lo que no sabía era exactamente cómo hacer para que su Omega hablará, y le dijera las verdaderas razones por las que estaba tan molesta.
— ¿Quieres quedarte en otro lugar esta noche? — Ella volteó a verlo, no lo entendía, simplemente no lo entendía, porque según había escuchado él no había terminado con su misión, a pesar de no estar del todo sano no pararía hasta terminar su trabajo.
— ¿Por qué? — Él suspiró.
— Me quedaré hoy en Petra. — A la Omega no le gustaba que afirmará lo que había escuchado.
— ¿Y mañana? — Cameron volteó a ver a todos lados, habían demasiadas personas ahí para discutir sobre el operativo en Evanthe.
— Podemos subir y te lo explicaré. — Ella no quería escuchar explicaciones, porque ya era obvio lo que sucedía, su Alpha expondría a su cuerpo a más daños cuando no había terminado de sanar.
— ¿Qué vas a explicar? — Estaba molesta, quizás hasta furiosa, él sólo iba a dañarse más.
— Subamos. — A pequeños y delicados empujones, porqué él sabía perfectamente cuál era el apartamento de su Omega terrorista, la cual se congelo en el instante en el quitó llave a la puerta. Porque no recordaba si había ordenado o si... Quiso cerrar y hablar en el pasillo, pero su Alpha se lo impidió de inmediato.
— Entremos, es más seguro hablar aquí... — Cerró la puerta tras de él, encontrándose por primera vez dentro del apartamento de su linda Omega, observó el lugar con curiosidad, era un lugar pequeño, pero ideal.
— ¿Qué quieres decir con que es más seguro hablar aquí? — Ella estaba nerviosa, intentando con todas sus fuerzas con que su Alpha no las notará... Que no las viera.
— Mi misión en Evanthe, tengo que parar las revueltas antes de que sea más grave, recibimos información de otros infiltrados que estaban armando una especie de proyectil para que este fuera programado para aterrizar en Petra en unas semanas... En la ceremonia de la Universidad de Volkov, en donde sabemos que Luna iba a dar un discurso sobre la reforma de la Ley de Protección de Omegas. —
Viahn le prestó atención.
— Quieren hacerles daño, por eso estaba en Evanthe intentando echar sus planes a perder, además de que quiero averiguar qué hay detrás de todos esos Betas enfermos, tú los viste eso no es normal... Sólo una vez he visto eso, y créeme no va a terminar bien. —
Cameron esperaba que su Omega comprendiera la situación en la que estaban, y que tal vez así olvidara lo que sea que hubiera hecho mal, porque ni siquiera él lo sabía.
— Entiendo... —
— Mira de verdad entiendo que sea tu trabajo Alpha, pero no puedo estar de acuerdo con que lastimes tu cuerpo cuando nadie lo merece... — Ella simplemente se sentó en su cómodo sofá, de brazos cruzados.
Porque sabía que su Alpha pudo haber encontrado otras maneras, no sólo fue durante el acoplamiento que se lastimó, si no que además él quería terminar su misión, siendo enfermera y sabiendo las consecuencias que podían traer su descuido, simplemente ella no estaría de acuerdo con que él continuará con su misión cuando no se había recuperado del todo.
— Iré a hablar con el Alpha, le entregaré los informes, regresaré contigo, y pasaremos la noche juntos. Mañana, tengo que volver y terminar lo que inicie. Es mi misión. — Ella estaba más molesta a las palabras que salían de su boca, su Alpha era un descuidado.
— Haz lo que quieras Cameron. — Ella lo ignoró nuevamente, porque sabía que no importaba su opinión él no iba a tomarla en cuenta en ese momento.
— Yo estaba pensando que después de... — Ni siquiera pudo terminar porque la vista del reptil fue en dirección a la habitación abierta de la Omega, tenía fotos que rodeaban toda su cama, fotos suyas.
Sus pies se movieron en esa dirección, y sólo entonces la Omega recordó las fotos que había recortado. Se golpeó mentalmente.
— Eh, no deberías entrar... Este aquí... Es mí... Bueno yo duermo aquí, pero... —
— ¿Entonces te gustan mis fotos? — Él se sintió sumamente halagado, y sonrió aún más al olfatear todas las feromonas que deliciosamente se extendían por toda su cama. ¿Se había tocado pensando en él? Jodida y malditamente sexy. ¿Por qué su Omega era tan perfecta?
— N-No es... — Él la tomó de la cintura, atrayéndola hacia él.
Todavía tenía un poco de tiempo antes de la reunión con Dmitry, y él empezó besando su cuello delicioso, con sus mordidas en él. Y casi se derrite al pensar que iba a follarla justo como le gustaba frente a cientos de sus fotos. La idea le ponía, le encantaba la idea de saber que él sería todo lo que su Omega tendría en su cabeza mientras poseerá e hiciera con su cuerpo lo que quisiera.
Pero justo cuando iba a besar aquellos labios tan carnosos y deliciosos, su Omega lo detuvo.
— No... — Se negó, por mucho y que amará la forma en la que la su Alpha intentaba llevar siempre las riendas y hacer las cosas a su manera. Él debía aprender, que no siempre tendría la razón, y como en ese caso, tenía también que velar por su seguridad también.
— No vas a tocarme hasta que te sanes... ¿Esa era la idea del acoplamiento, no? — Ella preguntó con una sonrisa que le hacía saber que estaba más molesta de lo que aparentaba.
— No serías tan cruel. —
— Rétame. — El rostro de su Omega estaba serio. — Es más... Vete... Termina con tu misión o lo que sea... —
Ella se cruzó de brazos señalándole la puerta. Porque aunque no quería ser cruel, su Alpha se lo merecía por haber sido tan brusco consigo mismo. Cameron empezó a caminar a paso lento a la puerta...
— Sigo sin saber qué es lo que te tien... — Ella terminó de sacarlo a fuertes empujones que apenas lo hicieron caminar. — ¿No vas a darme un beso de despedida? — Le cerró la puerta en la cara...
"Comienza a contar hombre, respira... 1 jabalí muerto, 2 jabalís asados, 3 jabalís en brocheta, 4 jabalís a la plancha..." Él tuvo que comenzar a contar a su presa favorita para no enojarse también, porque en serio le hubiera gustado tener una deliciosa probada de su exquisita pareja.
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Noches Frías. (Cameron's Spin Off)
Hombres LoboLa nueva y reconquistada manada Volkov había abierto sus puertas al mundo. Su Alpha permitía ahora no sólo que otras especies de otras manadas la visitaran con permisos, y papeleo de por medio, pero algo que llamaba la atención eran sus recorridos...