Capítulo 3: Nos atrajo,

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Elliot

Primer día de clase.

Estaba en mi habitación mirando hacia la nada sin saber por qué sigo en la universidad, me levanto, veo una pequeña bolsa que contenía droga en mi escritorio y decidí inhalarlo, sentí como poco a poco cada vez estaba más relajado y pude ver en el espejo como mis ojos estaban más dilatados.

Suspiré

Decidí tomar una ducha larga y vestirme, al final no importaba que llegará tarde igual ese maldito viejo les pagará a los profesores para hacerme pasar. De solo pensar en él mis ojos se cubrieron de rabia y quizás por el efecto de la droga tuve el valor de agarrar el portarretratos y estrellarlo contra la pared.

Abrí los ojos dándome cuento de lo que había hecho, me acerqué y tomé la foto, la única y más bella foto que tengo de ella.

Mi madre...

Con su cabello al aire y sus ojos mirando a la cámara sonriendo, mientras que yo todavía estaba en su vientre que estaba al descubierto.

Sentí lágrimas recorriendo mis mejillas, lágrimas que rápidamente limpié, dejé la foto guardada en mi cómoda y me fui de mi habitación.

Al salir ni siquiera cerré la casa, al fin y al cabo, vivía solo y no había nada que robar en ese lugar prácticamente en ruinas.

Mientras caminaba a paso lento me encontré con Kevin.

Hola, hermano Me dijo mientras se acercaba a mí.

Yo solo moví mi cabeza en modo se saludó y seguí caminando.

¡Llámame cuando necesites un poco de diversión!Exclama.

Él me vende la droga desde que empecé a consumirla, como él siempre dice soy "su comprador estrella".

Llegué a la universidad cuando ya había terminado la primera clase y decidí sentarme en un espacio escondido que está entre una escalera para que los profesores no me vean, no es como si les importara pero nunca se sabe, y quedarme ahí hasta la última clase, ver el dibujo que, lastimosamente, no puedo llevarme porque según el profesor es una manera de "inspirar" a los nuevos estudiantes.

Suspiré.

Sentí como el efecto de la droga se acababa y sentí como mis ojos se fueron cerrando hasta caer en un sueño de profunda oscuridad.

Desperté y vi la hora en mi celular.

15:00.

Mierda.

Voy tarde a la última clase, pasé las manos por mi cara, sentía arder mis ojos pero lo ignoré y fui caminando a la sala de Arte, el único lugar de la universidad que no odiaba tanto.

Ingresé a la sala sin ni siquiera tocar y todos se me quedaron mirando y unas chicas embobadas, ni siquiera sé porque vienen si ni dibujan.

—Starwell—dijo el viejo.

Me da rabia que siempre digan mi apellido, yo no soy familia de ese idiota y peor aún de su nueva familia con su amante.

—Elliot— dije lleno de rabia.

Cuando iba a mi asiento, vi a una chica sentada ahí junto a mi dibujo, observándolo. Luego bajó la mirada un tanto decaída.

No entiendo por qué.

Siempre me decían que estaba hermoso sin darse cuenta del dolor que tenía en ese momento haciéndolo, pero...

¿Ella lo descubrió en unos segundos?

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