Capítulo 2

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Llegue a mi casa y lo primero que hago es ir al refrigerador para ver si hay algo de comer para decir verdad muero de hambre, pero no encuentro nada de mi agrado y decido ir directo a mi habitación pero mi madre que viene bajando las escaleras apoyada en la baranda interpone en mis planes y llama mi atención.

—Antes de que te encierres en tu habitación. ¿Te puedo pedir un favor?— me pregunta mientras se comienza a sentar en una silla del comedor.

—Sí.

Me voy y me siento en un peldaño de la escalera. Tomo mis piernas y las acerco a mi pecho.

—Anda a la casa de Liam. Pídele de mi parte que te de unos veinte dólares y con eso vas a comprar algunas cosas para comer y para el aseo de la casa. Y pasa a buscar a tu hermana.

—Deja ir a cambiarme y voy.

Subí corriendo y entre a mi habitación en el camino al armario me saque la blusa, la tire encima de mi cama y desabotone la falda. Con el pie la tire cerca del velador que esta a un lado de mi cama. Saque lo primero que vi y me lo puse. Y nuevamente me fui corriendo al primer piso y ahí estaba mi madre con su billetera en mano.

—¿Lista?— me pregunto y asentí con mi cabeza.— Toma estos cinco dólares para que te compres algo.— me estiro el billete y lo acepte, pero cada vez que me da aunque sea un centavo lo guardo para cuando llegue a fin de mes ayudarla a comprar sus medicamentos y otras cosas que hagan falta.

—Vuelvo en una hora.— le grite desde la puerta pero antes le di un beso en la mejilla en forma de despedida.

Me fui corriendo hacia la casa de Liam para llegar luego a mi casa para comenzar a pensar en las preguntas que le haré al señor Bieber.

Liam es como si fuera mi hermano y él es que cuida el dinero que nos da el gobierno por el cáncer que tiene mi madre ya que no puede trabajar. Y de mi padre que hablar, ni siquiera tiene el derecho de llamarse así, dejar embarazada a una mujer, después irse y volver doce años más tarde y hacer lo mismo, ni siquiera para hombre le da.

Llegue a donde Liam y golpee una vez. Me senté arriba de una roca grande que tenía en su entrada para así poder esperar hasta que abriera.

—Vieja. ¿Qué quieres?

Otro apodo que odio.

—Mi mamá me mando a pedirte dinero.

No me da vergüenza, al final es de nosotras.

—Pasa.

Hace un gesto para que entrara.

—Vengo de pasada, me tengo que ir rápido.

—¿Cuánto?— me dice desde adentro de la casa.

—Veinte.

Le dije desde el marco de la puerta.

—Toma. No te quiero ver hasta dentro de una semana.

—Lo prometo de mi parte, de mi mamá no lo sé. Adiós.

Le di un beso en la mejilla, pero él me agarro de la cintura y me abrazo.

—Adiós.— dijo soltándome.

Guarde el dinero en el bolsillo delantero de mi pantalón y me fui nuevamente corriendo al jardín de mi hermana pequeña, hice una parada para tomar un poco de aire y seguí, me faltaba una cuadra cuando casi me atropellan, pero no le tome la mayor importancia y continúe con mi trayecto.

Llegue y estaban todos los niños afuera esperando a que los fueran a buscar. Busque con la mirada a Khaleen y estaba sentada en el pasto junto a un niño moreno que le tomaba las manos como si fueran novios y en una pestañeada que di se estaban dando un beso casi de telenovelas. Que yo recuerde nunca me di uno así. Cuando terminan su demostración de amor, mi hermana mira para ambos lados y al verme me da una sonrisa donde se deja ver que le faltan sus tres dientes de al frente. Le hago una seña para que se despida y venga conmigo y creo que la capto porque se paro y le dio un beso de pico a su amiguito y se vino corriendo hacia mi estirando sus brazos para que la tomara.

—No, solo a las niñas se le toma en brazos y por lo que vi estabas haciendo cosas para grandes.— le dije aguantándome las ganas de reír.

—Brandon es un amigo, el que me interesa es Logan, lo hice para sacarle celos.

Y volvió a levantar los brazos.

—Me tendrás que enseñar tus tácticas para conquistar chicos.

La tome de las muñecas y me la puse en la espalda.

—Cuando quieras.

Nos fuimos corriendo al supermercado, compramos pastas y alguna que otra cosa para el aseo. Al llegar la baje y la tome de la mano para que mi mamá no se diera cuenta en la forma que la traía.

—¡Llegamos!— grite para que me escuchara.— Voy a mi habitación para hacer mis tareas.

Subí a mi habitación, saque mi laptop y al prenderla lo primero que hago es conectarme al wi-fi de mi vecino, al estar listo entro a google y pongo en el buscador Justin Bieber.

—Veamos quién es el señor Bieber.

Podría ser mi hija ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora