Capítulo 1

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Faltan tan solo diez minutos para entrar a clase de lenguaje y aun no tengo a alguien para entrevistar y el plazo límite para dar a conocer el nombre es hoy. Y de este trabajo que tengo vale más de la mitad de mi calificación final. Estoy sentada en el último escalón de la escalera comiendo una simple manzana que he traído de mi casa, porque en la cafetería de la escuela piden más de cinco dólares por una fruta tan insignificante como esta, a mi lado tengo mi bolso repleto de mis cuadernos ya que no me atrevo a volverlos a dejar en mi casillero por una pesada broma que me realizaron el típico grupo de plásticas que no permite ver a una típica persona revuelta en algún lugar específico para los que pueden pagar un viaje al otro lado del mundo tan solo por un día.

Pero Niall es diferente, a él no le interesa la clase social, ni color de piel, ni ninguna otra cosa y me pareció extraño porque él es el capitán del equipo de baloncesto y mi perspectiva de ellos era que tenían el ego más arriba de las nubes. Y él es el que me viene a hacer compañía en mis momentos de angustia.

—Rosa. ¿Y esa cara? ¿Paso algo con las barbies pobres? ¿O tu madre empeoro?

Rosa, como odio ese apodo. Lo escogió porque tiene conocimiento de que odio ese color, me parece muy niñita mimada de papá.

—Neil.— se lo dije con una sonrisa burlona y él volteo la cara para que no viera su cara de asco tras decir el sobrenombre que le tenía su ex novia.— Lo que sucede es que faltan.— vi la hora de mi teléfono.— Siete minutos para entrar a clases de Moore y aun no tengo a alguien para entrevistar.

—¿Puedo decir algo sin que te enfades?— asentí.— Creo que él te tiene mala porque él conoce tu estado aquí y ese trabajo está realizado para un alumno que tenga algún familiar empresarial y como tú no lo tienes quiere colocarte la peor calificación.

—Y él es amigo del padre de la barbie sin cerebro.

—¿Tú crees que Brooke lo incito a realizar eso?

Dolor de oídos al escuchar su nombre de zorra.

—Tengo mis grandes sospechas que sí.

—Pero no vamos a dejar que nos gane, porque sabes que cuentas conmigo para lo que sea, cuando he ido a las fiestas que realizan los amigos de mi padre conocí a una chica muy agradable que era hija de... deja acordarme.

Mira hacia el cielo y comenzó a dar golpes en su piernas.

—Justin Bieber. Nunca hable con él, pero por lo que me dijo su hija es una persona muy agradable.

—¿Tú crees que acepte?— pregunte dudosa, es un magnate empresarial que tiene todo su tiempo ocupado.

—No tenemos nada que perder, a la hora de salida te doy el número de su empresa.

—¿Se lo tienes que pedir a su hija?— le pregunte a propósito para hacerlo sonrojar. Tarea fácil.

—Sí, o si no quién sino que a Mily.

—Así que Mily se llama la chica que te tiene loco.— no alcanzo a contestar ya que sonó el timbre.- Vamos que llegamos tarde.

Nos paramos y fuimos a la sala que quedaba en el segundo piso, gracias a Dios nos tocaba juntos esta clase y porque no decirlo, en casi todas estábamos juntos. Pasamos la puerta y nos fuimos a sentar a nuestros bancos, los terceros de la fila del medio. No alcanzamos a sacar los libros y entro personalmente, mi pesadilla, Thomas Moore. Petiso, colorín, lente de botellas y mil adjetivos más, pero lo mejor que tiene es... nada, si fuera por mí le diría unas cuantas verdades, pero es significaría que mandarían a llamar a mi madre y es lo que menos que quiero ahora que su enfermedad avanzo.

—Antes de comenzar a leer quiero que me informen quién fue la persona escogida para su trabajo de periodistas, comenzare con...— recorrió todo el salón y su mirada se poso en mí con una sonrisa burlona.— Mi preferida. Kendall Carrington.

Perro bastardo.

—Justin Bieber.— dije con orgullo y no espero ni un segundo y estallo en carcajadas.— ¿Qué es tan gracioso?— le murmure a Niall y se limito a encogerse de hombros.

—Por favor Carrington, no me haga reír más, el año pasado mi hermano quería hacer un negocio con el señor Bieber, él tan solo tenía que dar una simple firma. Lo hizo esperar seis meses y le dijo que no. Le doy un día más de plazo para que se consiga otra persona y lo hago solo porque es mi preferida.— me lo deletreo como si fuera retrasada.

Y siguió preguntando, algunos tenían nombres imposibles de pronunciar, lo que es estar en un colegio lleno de niñitos. La clase como siempre paso aburrida y llena de miradas de odio entre el cabeza de cobre y yo. Al principio Niall me decía que literalmente quería con mi cuerpo y me parecía repugnante que un tipo de casi cuarenta años quiera tener sexo conmigo, no lo he tenido con alguien de mi edad y lo tendré con él. Asco.

A Niall lo llamaron de la dirección diciendo que su madre lo vino a retirar y eso significaba que estaré sola cuando me vaya a mi casa y tengo la certeza que alguna plástica me dirá algo desagradable, pero no tengo miedo de ellas, he aprendido a ser bastante fuerte en los dos últimos años. Termine la clase y automáticamente mi teléfono suena, veo que es un mensaje de Niall con el número de la empresa, quiero decirle gracias pero recuerdo que no tengo saldo para realizarlo.

Me dirijo hacia la puerta para irme, ya que no tengo dinero para ir a la cafetería para ir por algo y tampoco tengo tiempo de sobra para quedarme a charlar con algún amigo. Pero al parecer el grupito de estrella no conoce eso y me están esperando afuera para ser nuevamente su juguete.

—Carrington, se te fue tu amiguito. ¿Te presto uno? Pero solo por hoy para que vayan a tu casa, pero con devuelta.

Ya sé porque se llevan tan bien ella y el colorín, ambos son unos perros bastardos.

—Perdón Brooke, no quiero discutir contigo y mucho menos pegarte.

Pero tengo unas ganas de quitarle esas extensiones baratas.

—Si me pegas queda demostrado que eres toda una salvaje, pero como no si me entere que practicabas boxeo. ¿Es para defenderte de los policías?

Una más y no me interesa si estamos en el colegio, le pego.

—No, es para relajar las tensiones.

—Para relajar tensiones tengo sexo día por medio con mi novio. Pero como tú no lo tienes, necesitas pegarle a un saquito. Y te recuerdo, nadie quiere estar con una pobretona como tú. Nos vemos Carrington.

Confirmado. Es toda una perra bastarda de primera.

Podría ser mi hija ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora