Capítulo 4

17.3K 1K 44
                                    

Llego al colegio y lo primero que veo es a Niall en la puerta algo nervioso, pero con una gran sonrisa. Al verme con su mano me incita a acercarme. Ahora más relajada llego caminando, él me toma de la muñeca y me entra bruscamente.

—Tienes una cita con Justin Bieber a las 3:30pm, pero tienes que confirmarla antes de las doce.— me cuelgo de su cuello y él me toma de la cintura y aprovecho para enredar mis piernas en las suyas.

—Gracias, gracias, gracias. No sé cómo te lo voy a agradecer de por vida, ya quiero ver la cara del colorín cuando vea mi informe. ¿Y tú a quien vas a entrevistar?

—A mi padrino, se llama George Stuard, es médico experto en embarazos.

Me dejo en el suelo.

—Es un ginecólogo, ese debería ser tu futuro, verías hartas vaginas y para más, te pagarían.— comenzamos a caminar abrazados.

—Ya estás pensando en la obscenidad. Yo quiero ser cantante, pero tendré que hacerme cargo de la empresa familiar.

—Que pena tu vida. Pero no importa, aun me puedes cantar en el oído para sacarle celos a distintas chicas.

—No, ahora solo quiero a Mily.

El duende se había enamorado.

Matemáticas. Otra materia que odio a más no poder, la profesora es toda una zorra, un chico de último grado cuando le cuidaba su computador para una exposición, quiso robarse unas pruebas, pero más que eso, quito unas fotos en las que ella salía desnuda cubierta con tal solo una tela blanca transparente. En la clase misma no me puedo quejar, he sacado dos veces seguidas un diez, pero solo porque mi vecino ha sacado el wi-fi y no tenía con que distraerme y estudie firmemente para cada uno de los exámenes.

Química. Es la asignatura en donde me va pésimo, me corrijo, me va menos bien a comparación de las demás. Pero como no, si de ayudante del profesor esta su hijo, alto, castaño y ojos verdosos. Jason se lleva más de un suspiro de parte de todas las adolescentes con las hormonas revueltas. Y no me excluyo. Mandaron a realizar un trabajo de las ecuaciones químicas que se tiene que entregar el miércoles de la semana próxima.

Historia. Que aburrido es ver al panzón sentado atrás de su escritorio dictándonos las preguntas que luego tenemos que desarrollar, es patético que un hombre casi jubilado este con su cuaderno que parece biblia hablando como un pastor. Y para que nos motivemos a hacer nuestros trabajos nos dice que nos dará décimas para subir nuestra calificación en un examen, pero nunca las da, pero algunos de mis compañeros creo que nunca entenderán eso y les siguen el juego.

Artes Plásticas. Esta es una materia opcional que simplemente me encanta. Pintamos algunos cuadros y realizamos algunos bosquejos, la nota mínima que está permitida es un ocho, pero todos salen aprobados aquí. Cuando termine mi dibujo de la torre Eiffel me quede pensando en que postura voy a adoptar cuando este en frente de tan importante hombre, Justin Bieber uno de los hombres más millonarios de Estados Unidos. Y termine sacando una conclusión.

Portarme como una universitaria.

Estaría mintiendo porque aún no termino la preparatoria y tampoco tengo en mis planes seguir estudiando. En estos momentos agradezco inmensamente haber traído esa muda tan formal y seria injustificado para mi gran mentira ir con jeans y blusa.

Me voy al patio trasero para hacer la llamada a la empresa Bieber, pero con el teléfono de Niall porque el mío no tiene saldo ni para un segundo y esta llamada creo que será algo larga. Me siento en el piso y me recuesto en el árbol que ya hacia tras mío. Saco los dos móviles, el del elfo y el mío, busco el mensaje que me envió el día de ayer y comienzo a marcar los números y llamo. Guardo el mío en mi bolsillo del frente de mi pantalón y espero, un timbre, dos timbres, tres timbres y aun nadie me atiende, me parece extraño que en una empresa de su nivel no tenga a un selecto grupo de secretarias pendiente al teléfono. No me rindo. Vuelvo a marcar, pero nuevamente me ocurre lo mismo.

Quiero esperar unos minutos y saco el libro que tengo guardado en mi mochila y comienzo a leerlo en el capítulo en que me quede. Pero por alguna extraña razón necesito que me atiendan y lo harán ahora. Hago lo mismo tres veces pero siguen sin atender mi llamada, pero si la tercera no fue la vencida, la cuarta lo será.

—Empresa Bieber. ¿Qué necesita?

Tendré en mis planes ir a la iglesia alguno de estos días.

—Buenos días, quiero confirmar una cita con el señor Bieber.

No sé dónde quedo mi gran fuerza y lo dije tímidamente.

—Linda, hablas con el señor Bieber. Tú debes ser Kendall Carrington, la amiga de mi hija.

Gracias madre por escoger el nombre Kendall, porque se oye tan bien de sus labios.

Podría ser mi hija ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora