Capitulo 52

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Doña Julia: está bien hija, vete con mucho cuidado y que dios te bendiga

Salí de la casa, el Diablo ya estaba en la camioneta esperándome
El sol ya estaba saliendo y el clima estaba perfecto
Me subí a la camioneta y salí en chinga para la hacienda
Estaba bien emocionada por llegar, ya tenía mucho tiempo que no iba
Me pase uno que otro semáforo, y me paro un policía

Policía: buenos días señorita, a donde se dirige con tanta prisa?

Victoria: buenos días, voy con mi hermano, para dejarle a mi perro

Policía: y porque va tan rápido?

Victoria: porque voy a salir de viaje y ya se me esta haciendo tarde para alcanzar mi vuelo

Policía: usted trabaja?

Victoria: si, porque?

Policía: por el tipo de camioneta que trae

Victoria: ah, no es mía, es de mi hermano, yo no tengo camioneta

Policía: pues la voy a tener que multar

Victoria: si esta bien, nadamas no se tarde porque voy a perder mi vuelo

El policía se sacó de onda bien cabron, pensó que iba a ponerme a pelear por una pinche multa

Policía: mire muchacha, ahora ando de buena gente, y no quiero multarla, qué tal si nos arreglamos?

Victoria: no, deme la multa

Policía: bueno, yo lo hago por buena gente

Victoria: si, si, pero deme la multa y no se tarde

Mientras el policía se tomaba su tiempo para hacer la multa, sonó mi celular
Conteste cuando el policía se alejó más de la camioneta

Victoria: quien habla?

Xx: ya vienes?

Victoria: Fernando?

Xx: si, ya vienes?

Victoria: ya iba, pero me paro un policía

Xx: pinche madre, orita mismo hablo para allá, para que te dejen

Se escuchó como Fernando agarraba otro celular y hacía una llamada, en ese mismo rato, le dieron indicaciones a el policía

Fernando: ya está mi reina, no te tardes

Fernando me colgó y el policía regresó conmigo

Policía: perdóneme, ya se puede ir

Victoria: gracias

Policía: ah y ya vamos a escoltar para que ya no la detengan

Victoria: esta bien, gracias

No cabe duda que el dinero lo mueve todo
Me empezaron a seguir dos patrullas y hasta nos daban el paso
Cuando ya estábamos en las orillas de Culiacán, dejaron de seguirme y yo salí para Tamazula

Victoria: ahora si, vámonos

Le pise mas a la pinche camioneta y no tarde en llegar a la hacienda
Me abrieron la puerta de la hacienda, había camionetas por todos lados y había mucha gente
Vi que Fernando venía caminando a la camioneta

Fernando: qué pasó mi reina

Victoria: porque hay tanta gente?

Fernando: hemos estado teniendo mucho trabajo estos días, nos han seguido atacando, pero no te preocupes reina

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