Capitulo 24

539 45 0
                                    

Ya había pasado una semana desde que Pablo me había sacado de la casa, afortunadamente una señora dejó que me quedara en su casa yo ya estaba trabajando en un restaurante, no sabía nada de Pablo pero sabía que el me mandaba a seguir, aveces veía camionetas que andan atrás de mi, todos los días intentaba entender a Pablo, pero creo que el me quiso dar una lección, me la merecía pero el había sido mucho peor que yo en el pasado y a él nadie le decía absolutamente nada, yo ya no lo quería ver ni en pintura al cabron

                                  ~Pablo~

Estaba muy orgulloso de la Victoria porque por fin estaba trabajando y le estaba costando conseguir su dinero, fui muy duro con ella pero se lo merecía, esto le va a servir como lección para toda la vida y se que tarde o temprano va a volver a hablarme, no iba a estar toda la vida así conmigo

Fernando: que tanto piensas wey

Pablo: en nada, que tú no deberías de estar con tu vieja?

Fernando: no, me voy a divorciar

Pablo: porque?

Fernando: ya me aburrió la cabrona

Todo el desmadre y todos los corajes que había hecho contra Victoria habían sido producto de la boda de este cabron y ahora resulta que se va a divorciar

Fernando: voy a ir a Culiacán, me acompañas?

Pablo: ándale pues

                                 ≈Victoria≈

Ya tenía todo el día trabajando, era mesera y estaba trabajando justo en mi restaurante favorito, al que un día me trajo Antonio

Paola: Victoria ve a aquella mesa

Victoria: si

Me acerqué a la mesa, había dos hombres que me estaban dando la espalda, así que no les podía ver la cara

Victoria: buenas tardes, les traigo los menús

Un hombre se volteó y me percaté de que era Fernando

Victoria: Fernando?

Fernando: trabajas aquí!?

Victoria: si

El otro hombre se volteó, era el pendejo de Pablo, de inmediato me fui de la mesa

Victoria: Paola no voy a atenderlos a ellos

Paola: porque?

Paola era mi compañera de trabajo, ella aveces era mesera, aveces estaba en el bar o en la cocina, me caía un poco bien pero podía llegar a ser muy mandona

Victoria: me siento mal, mejor me voy para la casa

Paola: estas bien?, si quieres quédate aquí y yo los atiendo

Victoria: gracias

Aunque aveces podía llegar a ser muy comprensiva, Paola los atendió y yo evitaba ver aquella mesa, yo anduve atendiendo otras mesas hasta que salieron de ahí

Paola: hubieras atendido esa mesa, me dieron muy buena propina

Victoria: a mi no me interesa eso y lo sabes

Cuando mi trabajo terminó, salí del restaurante y empecé a caminar hacia la casa donde me estaba quedando, mientras iba caminando se me atravesó una camioneta, se bajó un hombre y intento tomarme a la fuerza

Victoria: suéltame!!

Me solté y corrí lo más rápido que pude, pero se me volvió a atravesar un carro

Atrapada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora