Capitulo 19

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Victoria: ay Diablo, ya me aburrí, tú no?

Era Viernes, pero era el Viernes más aburrido de toda mi pinche vida, varios maestros habían hablado conmigo que porque soy muy "violenta", yo nomas los mande a chingar a su madre, tenía ganas de ir con Pablo para pasar el fin de semana allá, pero no sabía si avisarle, quería darle una sorpresa pero tampoco quería que me sacaran a balazos de ahí nomas por no avisar

Victoria: mejor si hay que ir con Pablo, Diablo, déjame alistar una maleta y nos vamos

Prepare todo, cerré puertas ventanas, subí la maleta y también subí al Diablo y salí para Tamazula, cuando llegue a la hacienda vi que había más gente de lo normal, al primero que me encontré fue a Pepe

Victoria: porque hay tanta gente?

Cuando Pepe me vio parecía que había visto a la misma muerte

Victoria: que cabron, porque me ves así

Pepe: usted no debería de estar aquí señorita

Victoria: porque chingados no?

Pepe: mejor váyase

Victoria: no mames Pepe, no vine hasta acá nomas pa' llegar y regresarme, ni que la gasolina fuera regalada

Pepe: apoco no sabe?

Victoria: déjate de rodeos Pepe, que chingados está pasando

Pepe: es la boda de Fernando

Victoria: QUE!?

Pepe: le dije, mejor váyase

Victoria: no, ahora menos me voy a ir, nomas espérame tantito Pepe

Pepe: a donde va?

Victoria: orita verás

Fernando y yo no éramos nada, pero yo sabía que ese cabron quería algo conmigo y la verdad en algún momento yo llegue a sentir algo por el, pero ya se estaba casando, fui a Tamazula y en chinga busque una tienda de vestidos

Victoria: buenas tardes seño, tiene vestidos?

Xx: si mija, pásele

Victoria: deme el vestido más caro que tenga

Xx: tampoco tenemos mucha variedad

Victoria: pero si aquí hay muchos narcos, debe de tener vestidos caros

Xx: bueno, esta bien, le voy a mostrar los vestidos más bonitos

Victoria: muchas gracias

A pesar de que Tamazula no era muy grande, sabía que la señora debía de tener vestidos bonitos y caros, yo tenía que asistir a la boda, tenía que actuar como si no me importara
Después de andar un buen rato en la pinche tienda, la señora me enseño un vestido, y de inmediato supe que era el vestido perfecto

A pesar de que Tamazula no era muy grande, sabía que la señora debía de tener vestidos bonitos y caros, yo tenía que asistir a la boda, tenía que actuar como si no me importara Después de andar un buen rato en la pinche tienda, la señora me enseño...

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