Capitulo 15

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Pablo salió de la habitación, y me quede pensando en ir o no, a la vez quería ir pero no quería que mi hermano se enojara conmigo, pero yo ya soy una mujer, y se bien lo que hago
Después de pensar un rato más, me decidí a que iba a ir, el pinche Pablo no se iba a salir con la suya
Me espere a que fueran las cuatro casi cinco, salí del cuarto y empecé a bajar las escaleras, intentaba no hacer ruido
Cuando apenas iba a salir de la casa alguien me tomo del brazo para regresarme

Pablo: a donde chingados vas?

Victoria: nomas voy aquí afuerita

Pablo: ah bueno, yo te acompaño

Victoria: no, no te preocupes yo puedo salir sola

Ay pinche Pablo

Victoria: además quiero estar un momento sola nomás para caminar y pensar

Pablo: y yo soy pendejo

Victoria: pues aveces

Pablo: sabes que no me refiero a eso Victoria!

Iba a ser muy difícil que este cabron me dejara salir sola

Victoria: entonces a que te refieres?

Pablo: que no me vas a hacer pendejo, ya se para donde vas

Victoria: entonces para que me preguntaste?

Pablo: no vas a ir a ningún lado, regrésate para el pinche cuarto

Victoria: primero estás chingando con que salga y haga algo y ahora no me dejas salir, estás peor que las viejas Pablo

Pablo: que te valga madre como soy, regrésate para el cuarto si no quieres tener problemas conmigo

Victoria: Pablo por favor no empieces

En eso le hablaron a Pablo por la radio

Xx: Pablo necesitamos que vengas a la oficina de Don Ismael

Pablo: estoy ocupado

Xx: me vale verga, no te estoy preguntando, te quiero ahí en cinco minutos

Me había salvado la pinche campana

Pablo: que pinche suerte tienes Victoria

Victoria: que te valla bien hermanito

Pablo: no me voy a olvidar de ti cabrona, en cuanto regrese te quiero en el cuarto

Victoria: si si hermanito ándale ya vete

Cuando por fin se fue Pablo salí de la casa, no sabía muy bien donde estaban los caballos, nomas anduve caminando por ahí hasta que vi unas caballerizas

Cuando por fin se fue Pablo salí de la casa, no sabía muy bien donde estaban los caballos, nomas anduve caminando por ahí hasta que vi unas caballerizas

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Me acerqué más y ahí estaba Fernando, el me vio, sonrió y camino hacia mi

Fernando: el Pablo no se da por vencido

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