capitulo 21

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Las manos de Saint chocaron agresivas sobre la superficie de el escritorio de el director de el hospital donde trabaja,en pocas palabras sobre el escritorio de perth.

Este tocó sus cienes ,en frustración la mirada molesta del Omega atravesaba su cráneo y aquello dolía.

—por enésima vez doctor supappong, no puedo traer esos equipos médicos antes de su tiempo,entienda que ,no se por que se retraso la entrega.—contesto agotado de dar la misma respuesta durante casi todo el día.cada maldita vez que Saint hacía mención de ello o regresaba a presionarlo.

—ERES EL DIRECTOR, CLARO QUE MALDITA MENTE PUEDES—Bufo .

Perth tapo su cara con las manos y exhaló .

—okey tendrás lo que quieres— contesto resignado.

Saint lo miró sorprendido,no se había echo una pelea ,punto a su favor.

Perth sintió su carne calentar pero sin más se levantó ,ondeando su saco ,tomó sus llaves y su celular .

Como un gran ejecutivo.

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Las ambulancias llegaban una tras otras algunos autos con heridos había una enorme aglomeración de personas afuera del hospital con personas heridas .

Perth era empujado por un par de camilleros ,sobre todo el pasillo central ,no traía una bata blanca ,ya no traía su saco gris y su camisa blanca se había manchado  de sangre.

Había arremangado sus manchadas mangas hasta los codos y hiba montado  a horcajadas ,en un alfa varón de gran tamaño con aparente paro respiratorio ,
Las venas de sus brazos se marcaban y mientras daba RCP, los demás médicos y enfermeras veía asombrados a el director estar en aquella situación , era como tenerlo de practicante de nuevo .

La pasión por su trabajo era algo que se notaba en él, a simple vista .

Saint veria está esena  cómica ,si no tubiese una pierna y un par de dedos que colocar en un cuerpo .

Empujo la camilla y se dirigió a el quirófano más cercano , ya un camillero traía los miembros amputados  en hielo para intentar salvarlos .

Las cosas estaban intensas y al parecer hoy sería uno de esos día en que no llegaría a casa en dos días al menos .

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Sus manos temblaban pero hoy no era el maldito día ,estaba sentado con los brazos agotados colgando de sus rodillas mientras veía hacía la nada interesante de el suelo del pulcro hospital.

Los manchados y rotos guantes de látex, estaban en el piso ,el cobre bocas estaba ya bajo su barbilla y la Cofia que resguardaba su cabello estaba haciéndoles compañía en el suelo.

Las horas habían sido pesadas en la larga guardia de hoy el, derrumbe de la preparatoria cercana había sido terrible ,aún seguían sacando personas de entre los escombros .

Habían terminado trasladando pacientes a otro hospital cercano ,por qué ellos habían quedado abarrotados .

Los médicos internistas aún no pasaban reporte y el sentía que si hacía una operación más se hiba a desvanecer el alfa estaba agotado y por qué no admitirlo , desganado .

Debía encontrar una solución .

En ese momento,su lobo sacudio su ser y de inmediato , volvió a colocar guantes nuevos y cofia, paso por el área sanitizaora , para ir directo a un quirófano en especifico .

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Poner partes de el cuerpo humano en su lugar ,no era cosa fácil ,ni para cualquier persona.

Aquello implicaba  mucha paciencia y dedicación.

EL AROMA DE MI ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora