Estaba cansado.
Eso pasaba, si. podía retar a perth luchar contra el, ponerlo en su lugar eso lo podía hacer Saint.
Pero su omega no. maldito lobo lloron.
Por qué cuando caia la noche después de platicarle a jamon su día, la deprecion lo devoraba.
Perth había regresado al trabajo y se ocupada de que Saint tuviera los mismos horarios que el pero diferente a los se marck.El odio era mutuo.
Era su jefe, pero trataba de hablarle lo menos posible, era difícil por que aquel maldito lazo le ardia al estar cerca y su omega Suplicaba por una lamida de alibio, un poco de el aroma de perth sobre él, quizas solo un poco de palabras bonitas.
Pero eso era una tonteria, Saint era orgulloso, de esos que sufren solos, antes de verse doblegados.
Y no era de a gratis, después de que el alfa, que lo marco se revocará en casa con cuanta loba sarnosa quizo. Aquello era lo mínimo que podia hacer.
Por su parte perth veia las cosas desde otro cristal, pues el no podría sentir interés alguno en Saint, por que. Supo desde que sintió la piel de su conejito friae entre sus brazos, que su alma se había hido con él y que en la tierra solo dejaba un cascarón vacio.
Más no era el idiota de nadie, no quería a Saint junto a marck, no soportaba sentirlo llegar a SU casa, por que ellos vivian en, casa de perth, con el fétido aroma de marck.
Era increíble que aun estando ligado a un omega, frecuentara, con sinismo a un omega emparejado.
Era enfermo. ¿Acaso gun, no sentía la infidelidad? Es decir, perth no era un experto en lazos, con tar, jamas tubo uno por su naturaleza gamma, pero con Saint, podia sentír, cosas. El rechazo sobre todo. Pero sentía.
Y la verdad, aquello le parecía maravilloso pero se ensombrecia cuando, Saint lo abrumaba con sus sentimientos.
Le hacían las noches inquietas, amargas, apenas consebia dormir tranquilo en su cuarto, la incertidumbre amarga de el omega le hacía calar el sabor de las violetas en su paladar y eran agrias.
Ademas se sentía invadido clandestinamente, bastaba con abrir su nevera y ver montones de verduras, frutas y ramas que no sabia que se comian, e intuia aquello por que ya habia visto a el omega tragarcelo como si de una pizza se tratara, el tenia que comer fuera por que las pocas carnes que habian en congelador sabian a perejil o apestan a apio y por dios, perth, detestaba ese jodido aroma.||
Saint estaba de salida de guardia, de verdad que aquella mañana no se dio a bastó con las manos de las enfermeras y los colegas.
Sus manos dolían, estaba sentado, con las piernas separadas y extendídas, dejando caer sus brazos, mudo de cansancio.
Pensando en que justo ahora sería buen momento para ser cargado hasta su auto o llevado en una silla de ruedas.- me duelen las manos-gimio bajito, sin mover ni un musculo.
Una risita baja se escucho, pero el omega no le tomo importancia, debia ser susu, una enfermera que vio acomodando insumos de cirugía cuando entro a la pequeña sala para personal, que daba para el estacionamiento de la unidad.
Alguien tomó una de sus manos, para su sorpresa.
Marck había llegado antes a guardia, cruzandose, con el agotado cuerpo de saint desparramado en la silla.
Le sonrió amable a el omega y Saint por primera vez, sintió su tacto incómodo.
- oh mi marck, se siente incomodo tu toque - dijo con tristeza, sabía que los pequeños masajes a su mano de parte de el alfa eran, con las mejores intenciones, pero ahora con la marca, todo se sentía mal si no venia de el maldito perro de el alfa de perth.
Sinceramente deceo que perth pudiese escucar la forma en que se refería a él, en su mente.
- marca, de mierda - gruñó Saint, sin retirar el tacto de marck sobre sus manos y ahora muñecas-! si¡ maldita marca de porquería - secundó marck.
- y bien... ¿Como te va? - pregunto marck, ahora aplicando presiones sobre sus muñecas.
- A un perro bajo un puente, le va mejor que a mi - espetó el omega.
- oh valla , pues.... Que vivan los novios ¿no? -bromeo marck.
Y Saint puso los ojos, en señal de desagrado, la mirada de el alfa se volvió a el rostro de el omega, el cual le sostubo la mirada.
¿Qué hay de malo?, ¿Que se sentíria?, ¿por qué no?. Aquellas dudas pasaron por su mente.
Aun que realmente no lo quiso pensar, dos alfas se lo habían echo, ¿por qué él no?¿ Es por ser omega?, quizas. Pero un beso no se podría tomar como infidelidad o ¿si?. ¿ Y aquíen le importa? Estaba seguro que a perth no.
Asi que, entonces. ¿Por qué no?.
Exhalo suave y se fue acercado a Marck, poso una de sus manos en la nuca de el alfa, por que si hiba a hacerlo, quería a marck profundo en su boca.
Y asi fue marck, se apoderó de la boca de saint, metiendo su lengua hasta chocar con la de el omega, el cual no sintió agradable el toque, no como siempre, los besos calientes de marck siempre le probocaban una ereccion de inmediato, incluso sentía a placer con el frotar sus lenguas unas contra la otra, pero en esta ocasión, le produjo piel de gallina y ganas de salir corriendo, correr a refugiarce en el regazo de su alfa.
¿Pero cual?, el no tenía alfa al menos no uno que le hiciera sentir, sostenido, mimado y sobre todo sentir que pertenecia, tampoco tenía un alfa que le dirá pablabras amables y le dijera lo bonito que es.Así que tomando valor de el aire, enredo los brazos en el cuello de marck chupo sus labios, hasta se atrevio a morderlos, y que el mundo y sus propios instintos se fueran a la mierda.
O eso fue lo que deceo.
Un fuerte gruñido, los separo el cuerpo de Saint al suelo y el de marck salió volando contra la pared mas lejana.
Su vista se volvió borrosa, por las lágrimas que no sabía que escurrian a borbotones de sus ojos. El costo de la infidelidad cuando hay un lazo que esta intentando ser profanado.
Sintió su cuerpo ser levantado, sin cuidado y cargado de mala gana hasta un auto que no era el suyo, fue amarrado de el pecho con el cinturón de seguridad y de la cabeza contra el sillon de el copiloto con la bata blanca de perth.
La puerta se cerró y el aroma amargo de el alfa lo aturdio hasta dejalo fuera de combate.
Después.
Gruñidos, cristales, voces y aromas fuertes, mientras su cabeza daba vueltas. Mareos.
La puerta de el conductor se abrío y le fue retirado la bata de los ojos.
La imagen de marck siendo levantado de el piso con cortaduras lo recibio, abrío los ojos de par en par, para de inmediato voltear ver a perth tenía la cara con manchas de sangre no propia, el labio roto y un pómulo colorado.
- Esto pasa, cuando te quieres poner de puta, tú solo eres mi puta de ahora en adelante- le grito tan alto que el omega tubo que tapar sus oidos con las manos.
- ya verás cuando llegue a mi casa -
🌙
😭No me quiero ir sr. Stark
Dejen sus comentarios 🌙
L
a ultima actualización, ya saben por cuestiones laborales tardaré más "aun" en actualizar
Sorry.
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EL AROMA DE MI ALFA
FanfictionOmegaverse. Perth un alfa , director de un hospital ,pierde a su pareja , un gamma que había logrado sobrevivir más tiempo de lo que usualmente está marcado por su esperanza de vida. Saint un Omega cirujano pediatra , con la pesada marca de un lazo...