Cap. 12

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No juegues con un corazón roto por que no romperas nada.

















La luz de un nuevo día lo desperto, aún seguía bajo su cama, no, noto en que momento se quedó dormido, supuso que debió de haberce cansado de llorar .

Salió de poco a poco de aquel lugar.

Las gomitas y los restos de su comida aún estaba sobre su mesa de noche. Justo donde la había colocado antes de salir,por jamon a la sala solo para  ver a el alfa besar y restregarse contra el cuerpo de la chica.

Cada persona nace con un destino, marcado y debe seguirlo hasta el final
aveces se puede desviar, pero es su deber seguirlo al pie de la letra, quizás este era su destino.

Acomodo de nuevo sus calzetines largos y esponjados, le dolía el cuerpo, como si, el que hubiese tenido accion anoche hubiera sido el omega y no el estúpido de perth.

Sacudio su ropa y se sento de golpe sobre la amplia cama, extendió los brazos y solo veía el techo blanco

Era extraño como se sentía todo aquello, tan vacío, tan desolado, se sentía utilizado, humillado y aun así tenía vergüenza de salir de él cuarto y verlos tendidos exaustos por las horas de coito que debieron gozar anoche.

Era rara la manera en la que su omega se sentía sometido a ese alfa .

El dolor es algo te tratamos de evitar
Las heridas en el corazón son muy diferentes a la de la carne, no hay medicinas que las cure, si hieres el corazón de alguien no sana tan rápido. Como la carne, las heridas de el corazón  aveces no sanan nunca.

Pero aun que quisiera no podía pasar todo el día en su habitación, tenía que comer y ponerse bien, si lo que quería era estar lejos de aquel alfa.

Sacó el aire que no sabía que retenía, tomó todo el valor que pudo optener y se juro que no lloraría, viera lo que Viera apenas atravesará la puerta.

Aún que no lo quisiera, el golpe fue muy fuerte, eran casi las 12 de el día y sobre el sofá, seguían los cuerpos desnudos de perth y la omega.

Aquella chica tenía los cenos presos entre las manos de el alfa y las piernas enredadas sobre la cintura.

El cuerpo de el alfa caía posesivo, sobre la tersa piel de la chica.
Y los ojos de saint amenazaban  con llenarse de lágrimas ante el enorme nudo que se había formado en su garganta.

Que debía hacer?

¿Seguir su camino?  Y hacer como si, no los hubiera visto, ¿tratar de rescatar un poco de orgullo, y sacar a la chica de...." No es su casa".

Ofrecerles desayuno?....

Repiro, profundo y la peste de el momento lo aturdio, el aroma era fuego para sus pulmones. giro sobre sus pasos.
Regresó  sobre sus pasos, su pecho se movía rápido, tenía que salir de ahí, así que tomó una maleta de mano metió su bata de trabajo y ropa apta para su trabajo.

Tomó su cartera y unos lentes oscuros, dio de comer rápido a jamón y salió sin voltear a ver la sala, sabía que no soportaría el dolor de su marca ante esa imagen otra vez, por que si, la marca ardía en traición.

Cerro la puerta de la casa asegurándose de hacer mucho ruido , corrió hacia la avenida con su maleta y con la ropa que traía puesta.

No se veía mal, era un Omega macho, joven, alto de curvas delicadas, acentuadas caderas, así como piernas torneadas,  lampiño por naturaleza, era como una fantasía  con calcetas largas, shorth cortos y ojos miel.

Tomó un taxi, super rápido.

Iría al trabajo fingiria estar bien, como para ordenar su agenda, se bañaria en uno de los baños cerca de los loquers.

Asi lo hiso, lo raro fue que lo vieran llegar en esas fachas, pero estado ahí ya ganaba algo más, ahora también tendría su auto.

Saludo a todos como si nada y paso directo a los loquers, adentrándose en el baño más retirado.

Dejó su mochila, retiro toda su ropa y se metió bajo la lluvia artificial.

Ahí dejo que el agua se llevara el dolor y la humillación de haber tenido que salir corriendo.

Cuando terminó de bañarse, se sentó sobre las bancas de los casilleros, ya vestido y con su bata blanca puesta.

Suspiraba, realmente no podía creer que esto le estuviera pasando a él, incluso no había cómido nada por escapar y su pancita dolía.

Tomó su teléfono, para tratar de buscar algo de comida vegetariana a domicilio, cuando el ruido de la puerta llamó su atención, seguido de un peculiar silvido, era marck, que se dirigía hacia el con dos bolsas de papel en una mano y dos cafés en la otra.

-Te vi llegar... Y... Supuse que... Si no tuviste tiempo de vestirte con "más tela", tampoco tuviste tiempo de desayunar.
Así que... Traje un baguette vegano para ti y una hamburguesa con doble carne y papas fritas para mi, así como café para mi y un rico  jugo de naranja en un vaso de café para ti. - el alfa entregó la comida a él omega que sólo lo miró con los ojos miel cristalizados en lágrimas.

Se sentía bien, muy bien el que marck tuviese un gesto amable.

Pero a marck le dolía en el alma ver lágrimas en los ojos de el omega.

-Gun es afortunado, si, así lo tratas, casi puedo sentirme mal, por haber follado con su alfa. - mencionó saint, antes de resivir un casto beso en los labios, cortesía de marck.

El alfa sonrió, sintiendo mucha pena por la situación de el omega.

-Si necesitas confort, ayuda o cualquier cosa.... Sabes que cuentas con migo, incluso, si lo que necesitas es que alguien golpe a tu alfa, solo no dudes... Si?.

El amor no es perfecto, saint, el amor es tan humano como todos y aun que no lo creas igual se equivoca.

No te digo que lo perdones  todo, solo te digo que seas fuerte.

Después de aquella charla el omega se reincorporo a sus labores.

Por el momento perth podría irse al carajo.

El estaba lejos y en su trabajo se sentía bien.

🌙

Saludos y ya saben que hacer. 😉✨

EL AROMA DE MI ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora