Capítulo 18

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Después de corroborar el permiso que Saint había pedido al hospital, Perth se dirigió a casa, lo más rápido posible con la esperanza de encontrar al omega y poder aclarar las cosas ocurridas el día anterior y las ocasiones pasadas, pero para su desgracia no encontró al Omega. 

Perth empezó a ver que faltaban muchas pertenencias de Saint, y hasta el refrigerador estaba casi vacío, no había rastro alguno de él por la enorme casa, trato de llamarlo pero lo único que escuchaba era la contestadora, Perth no sabia con exactitud que era lo que sentía en ese momento, tenía su cabeza llena de confusos pensamientos y sensaciones, pero una cosa si sabía y esa era que estaba enojado consigo mismo por haber sido un completo idiota.

Por otro lado Mark, también había estado tratando de localizar a Saint ya que se había ido sin decir palabra alguna, cosa que no era normal en él, puesto que conocía perfectamente al omega y sabía que él era de las personas que enfrentan los problemas y no se escondía de ellos, pero al igual que Perth, no tuvo suerte en localizarlo, no podía negar que el no tener noticias del omega le preocupaba, ya que, independientemente de su relación, Mark lo estimaba mucho, y siempre buscaría la manera de hacer sentir mejor a Saint.

Cuanto más pasaba el tiempo menos noticias tenían de él, y ya estaban en ese punto de preocupación, que no sabían con exactitud que pasaba con él,  Perth y Mark habían contratado a un detective privado para localizar lo, pero ninguno tuvo suerte, seguían y seguían buscando sin éxito, es como si a Saint se lo hubiera tragado la tierra, no lograban dar con su paradero, y se les complicaba más las cosas ya que este no tomo algún transporte en el que pudiera ser rastreado fácilmente. 

Por otro lado, en un lugar muy escondido de la sociedad y civilización, había una pequeña cabaña con magníficas vistas, era un lugar de ensueño, era el lugar de Saint, ese en donde antes de que la vida lo tratara con crueldad era feliz, ya que era la casa de verano de su familia le gustaba estar ahí porque sentía en paz y tranquilidad en su entorno, había recuperado eso que sentía perdido desde aquel día en el que fue marcado por Perth.

No sabía con exactitud cuántos días llevaba en ese lugar, pero si sabia que no quería irse de hay, que estaba seguro en ese lugar, conforme pasaban más los días, recordando todo aquello que alguna vez su madre le dijo como consejo, supo que era momento de enfrentarse a la situación que tenía pendiente en la ciudad. 

Con el paso de los días, el lazo entre Perth y Saint se sentía menos estable por decirlo de una manera  y eso le daba una pequeña esperanza al Omega de que a su regreso sería capaz de poder enfrentar cualquier problema, empezando con el que dejó antes de salir corriendo del hospital, como lo había hecho. 

Saint  no era el único que sentía el lazo menos estable, Perth también lo sentía y empezaba a preocuparse, porque de alguna manera la ausencia de Saint le ha llegado a afectar considerablemente, aunque no quiera admitirlo, la ausencia del Omega no le ha sentado nada bien y le pesa el saber que sino siente la conexión con el omega pueda volver a sentirse solo, tan solo como cuando murió su pequeño gamma.

Llego el día en el que Saint por fin se presenta al hospital, se veía irreconocible, casi parecía otra persona, pero sus compañeros de trabajo sentían esa aura única de él, esa que cuando esta cerca, sabes que todo estará bien.

Mark no podía creer que después de tanto tiempo al fin lo tendría en frente de él, no sabía que hacer con exactitud, ya que, llevaba días buscando lo por todos lados y no había señal de él,  antes de que Mark pudiera arrastrarlo a un lugar más íntimo para ellos, llego Perth con una cara que nadie sabía que tenía, ni siquiera Saint recuerda haberla visto con anterioridad.

Perth se acercó a Saint a paso acelerado, como si su vida dependiera de ello, y se lo llevó, ignorando los reclamos de Mark, no sabía a dónde ir o llevarlo para que pudieran hablar tranquilamente, su cabeza daba muchas vueltas y  no sabía con exactitud que era lo que le iba a decir.

Recobro la postura cuando sintió que Saint se safaba de su agarre, no se atrevía a mirarlo, pero cuando el omega comenzó hablar, no tuvo más remedio que hacerlo, no sabía cómo enfrentar la situación, pero se mantuvo firme a lo que fuera a decir Saint.

Mientras el omega habla, pudo notar en los ojos del alfa que había un gran arrepentimiento por lo que había estado haciendo todo este tiempo, pero  es bien sabido que los omegas, no son de los que perdona tan fácilmente, y fue ahi donde se dio cuenta que tenía a su merced al alfa.

Perth veia el semblante de Saint , se veía fresco relajado, con esa tonalidad muy de él en la piel y se preguntó, que alfa le abria echo el "favor", por que un omega marcado sin, SU alfa muy posiblemente se vería mal, eso si no. Muere.

Un alfa y un omega enlazados no pueden estar mucho  tiempo separados.

Y valla que lo estuvieron, el mismo perth reconoció que, él mismo se veía mal.

Peri Saint. No, el omega estaba ahi, fresco como lechuga recién cortada.

Saint hablaba y se quejaba, con la mano en la cadera y perth no estaba escuchando realmente, era como una película muda.

Su lobo determinó que lo que el omega dijera no importaba, tenía que preguntarle, debía saber.

- Saint - intentó - ¿Quien fue el alfa que te follo en estos días lejos? -

🌙

Capítulo cortecia de
lelena_1998.

Gracias por  colaborar con tus maravillosas ideas.

Disfruten la lectura.

Si habia olvidado actualizar ajajja perdón.

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