Especial de San Valentín

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Estaba tendida en mi cama, aún traía mi pijama, me levanté vi la cama y estaba manchada de sangre, lo que significaba que sufriría de cólicos espantosos por unos cuantos días. Lo bueno era que desde que tenía mi periodo, Jiraiya hacía que Naruto pasará el día conmigo y que me comprara toallas femeninas, lo cual siempre agradecía.

Mi padre había ido a una misión, así que me fui a dar un baño, coloqué la última compresa que tenía en la casa en mi ropa interior, decidí no usar sostén porque me dolían mis pechos, fui a lavar las sábanas y cobijas que manché.

Gaara:

Había llegado a Konoha, después de un largo viaje, lo único que quería era ver a ______, le dije a Kankuro y Temari que podían hacer lo que quisieran con la única condición de que no nos metieran en problemas.

Sentí que chocaron conmigo, miré y era Naruto.

—Hola, Gaara —saludó agitado— ¿Vienes a ver a ______-oneechan? —preguntó.

—Sí, de hecho, me dirigía a su casa —él sacó compresas de una bolsa.

—Por favor, ¿Podrías dárselas? —me dio un paquete de compresas, sentí mi cara caliente& Gracias, eres el mejor —regresó corriendo y me quedé ahí.

No era la primera vez que veía unas, Temari se ponía de mal humor cuando no había y por ser el menor, aunque fuera el Kazekage, me mandaba a mí, a veces ella daba miedo.

—Kazekage-sama —me llamó una chica desconocida—. Por favor acepte mi regalo —se inclinó y me tendió una cajita, la tomé y ella se fue corriendo.

Llegué a la casa de ______ que iba abriendo la puerta y de ahí salió Neji.

—Nos vemos, Ciego —dijo sonriente—. Por favor, si lo ves, no le digas nada —pidió.

El Hyuga me volteó a ver, se acercó a ella y depositó un beso en su mejilla, giré los ojos con un poco de molestia.

—Ya lárgate, Ciego —dijo ______ dándose cuenta del porqué de la acción del ojiperla.

—Así que el Hyuga —mencioné—. Naruto me dijo que te diera esto —le tendí las compresas y su cara empezó a enrojecer— ¿Estás bien? —le pregunté.

—Sí, es solo que Naruto-otooto siempre las traía, siento darte molestias —se hizo a un lado y tomó las toallas femeninas—. Entra, no te quedes parado —pasé y noté que su casa era muy diferente a la anterior.

—No te preocupes, es algo muy normal —puntualicé—. Por cierto, ¿Lista para nuestra cita?

Noté que casi se le salen los ojos, entró corriendo al baño.

—Hazme un favor, ¿Quieres? —me preguntó, hice un sonido de afirmación— En el primer cajón de mi closet, hay un pequeño girasol, tómalo, mi cuarto es la puerta de la izquierda.

Fui a hacer lo que me pidió, abrí exactamente el cajón que me pidió, pero no había ningún girasol, lo que vi fue un sostén de color negro, lo cerré de golpe y regresé a la sala, ella llevaba una ropa totalmente diferente que, con la que me había recibido.

—¿Y el girasol? —preguntó.

—No lo encontré —dije tratando de cubrir mi sonrojo, pero recordé el tamaño y el diseño y creo que aumento— ¿P-puedo tomar un vaso para beber agua? Si quieres ve, yo lo hago.

Ella asintió y yo fui a la cocina tratando de olvidar lo que vi, tomé un vaso y vertí agua en el, incluso mis manos temblaban por el nerviosismo.

—¡Listo! —gritó mi castaña— Antes de ir a donde sea que vayamos, ¿Podemos ir a dejar esta flor? —yo asentí— Por cierto, ven, tienes algo en los labios —me acerqué a ella.

No Te Esperaba II// Gaara y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora