No Te Esperaba II// Gaara y Tú

Capítulo 8

Al principio estaba plácidamente dormida, pero después se empezaron a escuchar gritos de Sakura.

—______-oneechan —escuché—. ______-oneechan es hora de levantarse —insistieron.

—Ya voy —abrí poco a poco los ojos y Sakura me veía con una sonrisa— ¿Ya nos vamos? —pregunté.

—Sí, solo pasamos la noche aquí, pronto nos iremos —asentí—. ¿A dónde rayos fuiste ayer? —me preguntó y yo me sonrojé.

—Avisé que iría a dar un paseo.

No quise decirle nada, porque ella era capaz de decirle a Tsunade que fui a ver a Gaara y no solo ella me regañaría, también Kakashi podría hacerlo.

—Iré a cambiarme —fui al baño y me puse mi ropa ninja.

Vi como Sakura ya se había ido, vi que ella y Sai hablaban, tomé mis cosas y fui con ellos con mi jutsu.

—¿Acaso estás planeando volver a golpearme? —preguntó Sai.

Me acerqué un poco más y su dibujo era increíble, yo haría eso cuando los cerdos vuelen, solo podía hacer palitos y bolitas.

—¿O qué harás? —volteó a verme.

—Tus dibujos son estupendos, yo creo que eres un artista genial —le sonreí, esta vez era real.

—Yo pensaría que por estar aquí estarías dibujando un paisaje, pero es algo abstracto —mencionó Sakura y yo le di la razón.

—¿Cómo vas a llamarlo? ¿Ya tiene título? —le pregunté— ¿O aún no lo piensas? —volví a insistir.

—No lo sé —preguntó con una sonrisa falsa.

—¿Cómo que no sabes? ¿Aún no piensas un nombre para eso? —la pelirosa estaba igual de confundida que yo— Seguramente ya tienes un nombre, puedes decirnos, no nos reiremos —aseguró.

—No ese no es el caso —nos dijo—. He hecho decenas de miles de dibujos, pero nunca he titulado ninguno —vaya, ese chico era raro— ¿Por qué este sería diferente?

Creo que tenía que hablar con Sakura. Naruto se acercó a nosotros.

—Yamato-Taicho mandó por ustedes, ya tenemos que irnos —asentí—. Un dibujito, eso no es la gran cosa'ttebayo —me golpeé la frente por la actitud del rubio.

—Sí, así es, igual que lo que tienes entre las piernas —ay no, aquí vamos de nuevo.

—Ya fue suficiente, te detesto, si tienes algún problema conmigo, entonces quita esa estúpida sonrisa falsa y dímelo a la cara —dijo señalando al pelinegro—. Y si quieres pelear, adelante.

—¿Problema? Yo no tengo problemas contigo —otra vez esa sonrisa falsa, me pregunté porqué lo hacía, porqué ponía una sonrisa falsa— No siento nada por ti, ni bueno ni malo —eso suponía que era normal, porque apenas nos conocíamos—. Pueden adelantarse si gustan, los alcanzaré cuando termine de empacar —nos dijo y empezó a guardar sus cosas.

—Déjame ayudarte —dijimos Sakura y yo al mismo tiempo.

Ayudé a Sai y me dio curiosidad un libro pequeño.

—¿También lo dibujaste? —pregunté.

El libro tenía una persona animada, parecía un personaje muy especial, porque era su libro personal, de esas cosas que no se las muestras a cualquiera.

—¿Te molestaría si le echo un ojo durante el camino? —le pregunté amablemente.