No Te Esperaba II// Gaara y Tú

Capítulo 18

Estaba Sasuke e Itachi tendidos en el suelo, revisé el pulso de Itachi y efectivamente había fallecido, mis lágrimas comenzaron a caer, no podía creer que Itachi no le haya dicho la verdad a Sasuke, tal vez solo tal vez, Sasuke habría entendido las razones por las cuales sucedió la masacre Uchiha.

-Por favor, Itachi-niisan- había tomado el cuerpo del mencionado entre mis manos- No puedes morir, no así- estaba en una especie de shock, porque él no podía morir- ¡Levántate maldita sea! – también me preocupé por Sasuke, pero sabía que él estaría bien.

-Vaya, vaya, si es ______ Uchiha- dijo y volteé a ver al hombre que dijo eso, era el mismo de antes- Él no despertará, pero alégrate- ¿Cómo podía alegrarme con eso? – Te ha dejado el Mangekyou Sharingan- quise golpearlo- Siento mucho tu perdida, pero necesito llevarme a estos dos- sin más desaparecieron todos, me quedé ahí, en el suelo, hasta que decidí levantarme y avanzar, inconscientemente estaba caminando hacia las llamas, una parte de mí me decía que me detuviera, que tenía que salvar a Sasuke de la oscuridad, sin embargo; mi otro yo me decía que ya había sufrido demasiado para seguir aquí y mi cuerpo respondía a la segunda opción, mientras las lágrimas no cesaban.

-______ detente- las voces hacían eco, hasta que sentí unos brazos en mi cintura salí de mi trance.

- ¡Maldita sea! – susurré- ¡Maldita sea! – repetí- Si tan solo hubiera llegado antes, Sasuke estaría con nosotros- seguía llorando, perder a Itachi había sido mucho.

- ¡Es inaudito que nos rindamos después de llegar hasta acá! – al parecer Naruto también estaba frustrado. Me volví a perder en mi mundo, la vista perdida, mi cuerpo estático, como si nada a mi alrededor existiera. Todos estaban ahí, mi cuerpo también estaba con ellos, pero mi mente estaba sufriendo, sufriendo por Itachi.

-______ necesito que te quedes aquí, no te vayas- la voz se escuchaba alejada- Dejaré a Pakkun contigo- ¿Ese era mi padre? – Te prometo que te ayudaré- el peliblanco me recargó en la roca que tenía el símbolo Uchiha, cubrí mi rostro con mis rodillas sentándome- Pakkun, cuídala- fue lo último que escuché de su parte. Traté de no llorar más, tenía que ser fuerte, tenía que serlo por Sasuke, por Kakashi, por Naruto, por Sakura, por Sai, por Yamato, por Gaara y por todas las personas que me importaban. Tomé un respiro hondo, muy hondo para controlarme, me levanté poco a poco.

- ¿Qué crees que haces? – preguntó el perro- Lo mejor será que te quedes aquí, ellos lo harán, ellos buscaran a Sasuke- aseguró- Además Kakashi me matará si no te quedas justo como él lo indicó- sonreí sin ganas y me volví a sentar.

-Es cierto, cada que algo se le sale de las manos se pone muy pesado- dije como si fuera absurdo.

-Bueno, no es el único- lo miré y me estaba viendo burlonamente- A veces, a ti te pasa lo mismo- fruncí el entrecejo- Por ejemplo, tú y él siempre fruncen su cejo- me golpeé la frente por la obviedad que Pakkun le daba a nuestras expresiones- O siempre chocas tu palma con tu frente cuando algo te parece absurdo o tonto- solté una pequeña risa- Y creo que te ves mejor sonriendo a que con una cara larga- con sus patitas arrugó su cara.

-Pakkun, ¿Tú crees que está mal querer a un criminar clase S? – pregunté- Ya sabes, ¿Esta mal que haya amado como a un hermano a Itachi? – pregunté aclarando la pregunta.

-Creo que eso es difícil de responder- lo vi interrogante- Porque si yo digo que sí, otra persona dirá que no, así que creo que lo que importa es lo que tú sientas- creo que el perro tenía razón. Habían llegado, tenían peor cara que yo, así que supuse que no habían encontrado a Sasuke.

-Hicimos lo que pudimos- mi padre parecía mucho más apagado que los demás.

-No iban a hacerlo- escuché un suspiro de sorpresa por parte de todos- Ese Akatsuki con el que nos encontramos se lo llevó, junto a Itachi-niisan- les informé.