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Capítulo 9

                                      Capítulo 9

Setsuna se despidió de Neherenia y fue a su casa a cambiarse, no iba a perder el tiempo, esa misma tarde empezaba su plan para conquistar a Darien.

Se puso un vestido color rojo pegado al cuerpo haciendo resaltar su figura, se maquilló y lacio el pelo, una vez que estuvo lista se marchó hacía la clínica.

Podía sentir las miradas sobre ella, las mujeres sorprendidas por lo provocativa que estaba vestida, preguntandose a quién iba a ver, y los hombres embobados ante semejante mujer, que nada tenía que envidiarle a las más jóvenes.

Llegó al piso donde estaba presidencia, le sorprendió ver que no estaba la asistente, no era posible que ya se hayan ido, así que se acercó y tocó la puerta 

-Darién…- llamó 

En el consultorio Serena se soltó con rapidez del pelinegro, estaba colorada, si no hubiesen llamado a la puerta, estaba segura que él la iba a besar.

Darién maldijo por la interrupción estaba a punto de besarla, de probar esos labios que tanto lo atraían, de mala gana la dejó, sintiendo como el calor de su cuerpo lo abandonaba, y eso era lo que más le molestaba, él quería seguir sintiendo su calor, llenarse del perfume de ella.

-Pase- dijo Darién sentándose detrás del escritorio

La puerta se abrió entrando una Setsuna de manera sensual, sin prestar atención de que Darién estaba acompañado.

-Hola Darién, perdón por venir sin avisar, pero necesitaba hablar con vos- dijo tratando de sonar lo más natural posible 

-Hola Setsuna, no hay problema. toma asiento y enseguida te atiendo- 

Setsuna se sentó, en ese momento se dio cuenta de la rubia que estaba con él, le llamó la atención, nunca la había visto antes, y estaba segura que recién empezaba la universidad, lo raro era que Darién contratará alguien sin experiencia para trabajar ahí, tenía que estar alerta.

Darién estaba intrigado en saber que hacía Setsuna ahí, estaba seguro que algo tenía que ver con Neherenia, así que tenía que andar con cautela, no podía dejar que supiera lo que sentía por Serena, eso sería el caos total.

-Serena, podes retirarte- trató de sonar lo más profesional posible

Serena asintió con la cabeza y se retiró del lugar, una vez en su escritorio suspiró aliviada, aunque no podía dejar de pensar en la mujer que acababa de entrar, era obvio que del interés que tenía por el pelinegro, hasta un ciego se daba cuenta, y eso le molestaba.

-Decime Setsuna, ¿que te trae por acá?-

-Hoy en la mañana estuve con Neherenia, y le comente que estaba buscando trabajo y ella me sugirió qué viniera a hablar con vos- 

A Darién no le sorprendió que nombrara a su esposa, era obvio que ella no estaba ahí por trabajo, no lo necesitaba, todo ese teatro tenía que ver con la situación que estaban pasando.

No podía negarle que trabajara en la clínica, sí hacía eso podría ir con alguna mentira a Neherenia, se acordó de la petición de Seiya, ya tenía el puesto dónde podía trabajar, lejos de él.

Él no era ningún ciego y siempre estuvo al tanto de las insinuaciones e intenciones de Setsuna, ya que ella no lo disimulaba, era mejor tenerla lejos de ese sector, para no generar malos entendidos, menos con su rubio tormento.

Setsuna estaba segura que iba a trabajar cómo asistente del pelinegro, lo lamentaba por la rubia que estaba afuera, pero ella era la idónea para ese puesto, aunque conociendo a Darién estaba segura que en algún otro lugar la iba a acomodar.

Darién llamó por el interno directo al consultorio de Seiya, no se lo iba a pedir a Serena, mientras menos trato tengan esos dos,era mejor, después de hablar con él colgó, no le dio mucha información sólo le dijo que lo esperaba en su consultorio, que no tardará, quería sacarse de encima a Setsuna cuanto antes. 

También le pidió a Serena qué en cuanto llegara Seiya lo haga pasar y pasará ella también, Setsuna al escucharlo no pudo evitar sonreír, creía que iba a pedir a la rubia que sea la nueva asistente del otro doctor.

Serena estaba escribiendo algo en la computadora cuando escuchó que alguien le hablaba

-Bombón, nos vemos otra vez- era Seiya 

-Ya le dije que me llamo Serena, no bombón-  respondió la rubia 

-Lo sé preciosa, pero para mí sos un rico bomboncito-

Serena no respondió nada más, era como hablarle a una pared, este se creía que con esa manera de conquistar lo iba a lograr, ¡que equivocado estaba!, se levantó y fue directo a tocar la puerta del consultorio, bajo la atenta mirada de su acompañante.

-Pase- dijo Darien

Serena entró seguida de Seiya que automáticamente fijó su mirada en la persona que estaba ahí, ¡que chico que era el mundo!, era Setsuna unas de sus tantas amantes.

-Veo que seguiste mi sugerencia y conseguiste una asistente para vos, así Serena se va conmigo- chicaneo Seiya 

Darién quería matarlo en ese instante, pero tenía que disimular su furia

-Estás equivocado, Setsuna es tu nueva asistente- respondió 

Setsuna se quedó sorprendida, no sólo por ver a Seiya ahí, si no también por que iba a trabajar con él, y eso interferia con sus planes, por ahora no iba a decir nada e iba a aceptar, ya vería como hacer para estar a lado del pelinegro.