Una chica rubia de unos 20 años escucha atenta lo que su padre le está diciendo.
-Tu madre quiere verte, que pases una temporada con ella- Apolo le dijo a su hija
-No quiero saber nada de esa mujer- dijo la rubia
-Hija…- suspiró
-Papá esa mujer nos abandonó, no le importo nada, ni que yo era chica a la primera oportunidad se fue- dijo Serena enojada, ¿con que descaro venía esa mujer ahora desde de tantos años?.
-Serena, es tu madre, solo te pido que lo intentes- le pidió su padre
-No- fue la respuesta de la rubia.
-Hija, solo seis meses, en lo que no estoy- pidió Apolo, entendía a su hija, pero no quería que tuviera rencor contra su madre.
Él siempre supo que Neherenia no lo amaba, sí lo quería, pero eso no fue suficiente.
Se casaron obligados por que ella quedó embarazada,eran muy jóvenes ella tenía 15 años y él 20,y como los padres de ambos no querían escándalos por ser de familias adineradas, decidieron que un matrimonio rápido era la solución.
Mentía sí decía que no la odio cuándo volvió y le avisaron que se marchó con sus maletas, sin importarle dejar a Serena dormida,pero eso era cosa del pasado, ahora ella lo había contactado y citado para hablar con él, así fue como se enteró del verdadero motivo.
-Padre por favor no me obligues- suplico Serena
-Hija, hacelo por mi- le pidió con ternura a Apolo
Aunque Serena ya tenía 20 años, siempre hacía caso a su padre, no podía negarle nada y por más que esa vez no quería hacerlo terminó aceptando.
Al día siguiente Neherenia se presentó en la mansión Tsukino, Apolo la llamó para avisarle la decisión de Serena.
No podía negar que estaba nerviosa, no fue su intención abandonarla e irse pero no podía llevarla con ella, no sabiendo que según los médicos no le quedaba mucho de vida y se fue sin decir nada.
Cuando volvió para recuperarlos, ellos ya no vivían en el mismo lugar, por años los busco y ahora con ayuda de su actual pareja los había encontrado.
Golpeó la puerta, no tardó mucho que abrió el mayordomo indicando que pase.
En el despacho estaba Apolo esperándola, quería hablar antes con ella, un golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos.
-Pase- dijo Apolo
-Señor, la Señora Neherenia llegó-comunicó el mayordomo
-Hágala pasar por favor- pidió Apolo
Neherenia entró y se sentó donde Apolo le indicó
-Hola Neherenia- saludó Apolo
-Apolo- logró decir, estaba nerviosa
-Neherenia, antes que venga Serena te quiero advertir que no va a ser fácil, ella no está muy convencida de esto, pero entendió que tienen que pasar un tiempo juntas- le explico Apolo
Neherenia estaba por contestar cuándo se abrió la puerta
-Papá…- dijo Serena pero no siguió hablando al ver quién estaba
-Serena, hija ven- le pidió Artemis
Serena obedeció, aunque tenía ganas de irse de ahí, pero le había prometido a su padre que lo iba a intentar.
-Serena, estás hermosa hija- dijo Neherenia emocionada al verla
-Hola señora- contestó Serena
-Hija, ya hablamos sobre esto, ¿tenes todo preparado ya?- preguntó Apolo al sentir la tensión que se había formado
-Sí papá, pero por favor termina lo más rápido posible- le pidió la rubia
-Serena basta- advirtió su padre
-Apolo dejala, la entiendo para ella soy una desconocida-dijo con tristeza Neherenia
Serena no quiso seguir ahí, salió para ir a buscar sus cosas
-Perdonala, esto no es fácil para ella- pidió Apolo
-Tranquilo- fue lo único que pudo decir Neherenia
Salieron del despacho para esperar a Serena en la sala al rato la vieron bajar con sus valijas
-Estoy lista papá- dijo Sere
-Vamos- dijo Apolo saliendo para llevarlas al aeropuerto
El camino fue incómodo Serena no quería hablar, no quería estar con su madre, tenía un mal presentimiento como si algo malo fuera a pasar.
Una vez en el aeropuerto llegó la despedida
-Hija, recuerda lo que hablamos ¿si?- dijo Apolo abrazándola-Si papá, pero por favor cuídate- le pidió Serena a su padre.
Se fundieron en un abrazo, Serena seguía teniendo esa sensación extraña y más al sentir ese abrazo como una despedida.
Una vez terminadas las despedidas ambas subieron al avión, en ningún momento Serena tuvo el interés de hablar con su madre, eso a Neherenia le dolió, pero no la quería obligar, tenía la esperanza que ese tiempo que iban a pasar juntas ganarsela de a poco.
Al bajar del avión ya había una limusina esperandolas, subieron en ella y fueron directo a la mansión.
Cuando llegaron Neherenia pidió al chófer que por favor la ayudara a bajar las maletas.
-Por favor Zirconia, que alguien suba las maletas a la habitación de mi hija- pidió Neherenia al ama de llaves apenas entraron
-¿Vivís sola?- preguntó Serena de pronto
-No, también está mi esposo, pero en este momento debe estar en la clínica- le explicó Neherenia
-¿Tuviste más hijos?- volvió a preguntar la rubia
-No hija, me dedique a buscarte...- Neherenia quería contarle lo que en verdad la llevó a abandonarla, pero no pudo terminar.-¿Dónde está mí habitación?, estoy cansada y quiero dormir?- cortó Serena
Neherenia resignada la acompañó para después bajar a la sala y pensar la forma de acercarse a su hija.
En la habitación Serena llamó a su padre para avisar que llego bien, este le pidió que escuchara a su madre.
Él sabía la verdad y era por eso qué accedió a que se acercara a Serena.
La rubia le dijo que iba a hacer el intento, una vez que cortó la comunicación se acostó y durmió.
Unas horas después Neherenia estaba en la cocina, dando indicaciones para la cena, cuanto siente alguien que la abraza y le da un beso en la cabeza
-Hola Nehe, ¿como te fue?- preguntó una voz masculina
-Hola amor, digamos que bien, vamos a la sala así te cuanto- dijo Neherenia a su marido.
En la sala ella empezó a contarle la charla que tuvo con Apolo, la actitud de Serena y la barrera que esta ponía entre ellas.
Estaban hablando cuando escucharon una voz
-Neherenia, perdón ¿dónde esta la cocina?- preguntó Serena adormilada sin darse cuenta que su madre estaba acompañada.Neherenia y su marido se dieron vuelta al escucharla, mientras Neherenia se acercaba a su hija, él no podía salir del shock que tuvo al verla, no sabía que le estaba pasando pero no podía dejar de mirarla, parecía una muñeca con una belleza única.
Sintió algo raro dentro de él, como su hubiera visto a la mujer de su vida.
Salió del trance en el que estaba cuando escuchó que su esposa le hablaba.
-Amor te presento a mi hija, Serena- le dijo Neherenia, sin percatarse de lo que le estaba pasando a él.
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🔥PROHIBIDO 🔥
RomanceHistoria original 100% mía Los personajes son de la gran Naoko Takeuchi Prólogo Serena -¡Más, más!- pedía desesperada mientras él me embestía sin piedad, era sexo salvaje. Tres, cuatro embestidas más y llegamos juntos a un orgasmo magnífico, sal...